¿Qué son las vidas pasadas (parte 1)?
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La reencarnación lleva a vivir varias vidas sucesivas, una tras otra, lo que te permite vivir experiencias y emociones muy diferentes entre sí. Actualmente solo conoces tu vida presente, que puede ser muy feliz o puede hacerte sentir insatisfecho, por lo que podrías pensar que todas tus vidas pasadas han sido iguales a esta y que no es tan interesante descubrirlas. Sin embargo, es muy importante conocer las vidas pasadas, ya que son profundamente interesantes, porque te permiten sacar a la luz muchos otros aspectos de ti mismo que ni tú ni nadie más conoce y que mucho menos podría describir. Una vida pasada no se puede describir, hay que vivirla por dentro, recordando los momentos más importantes y también los aparentemente menos importantes, para que te ayuden a comprender quién eres realmente. A través de los recuerdos de vidas pasadas puedes descubrir mucha información sobre ti mismo, por ejemplo, reconocer que tus mayores miedos provienen de malas experiencias vividas en vidas pasadas y que aún hoy sigues arrastrando, aunque no tengas ninguna razón racional para ello. O bien, podrías descubrir que algunos problemas personales, como la dificultad para someterte a una sociedad que te ordena lo que tienes que hacer sin darte nunca respuestas a tus preguntas, también provienen de una mentalidad y un estilo de vida que tenías anteriormente. Hoy en día no recuerdas todas tus vidas pasadas, por lo que puedes creer que todo lo que tienes y eres es fruto de esta única vida presente, aunque cada una de tus peculiaridades podría haber sido influenciada o derivada de vidas pasadas incluso completamente diferentes entre sí. De hecho, no debes creer que todas tus vidas pasadas son prácticamente idénticas, donde lo único que cambia es la fisonomía del cuerpo, la fecha, la época y el lugar de nacimiento. Cada una de tus vidas pasadas es muy diferente de las anteriores y de las posteriores, por lo que conocer una no es suficiente para conocerte a ti mismo: debes abrirte al conocimiento de más vidas pasadas, para que estas puedan darte muchas más respuestas y est s a tus preguntas. Una sola vida no basta para conocer toda la información del mundo, por eso se necesitan muchas y por eso tu vida no debe terminar aquí: puedes seguir evolucionando y descubriendo mucho más de lo que sabes actualmente, porque siempre hay un nivel superior al que ya has alcanzado. ¡No te detengas! Las vidas pasadas, o mejor dicho, las vidas que continúan, son necesarias para que evoluciones y cumplas misiones que cambian y evolucionan a su vez, dependiendo del lugar y la época en que reencarnas. Cada vida es diferente y cada una tiene un propósito diferente. No creas en absoluto que todas las vidas son inútiles o aburridas, que todas son iguales, que todas son monótonas y se llevan a cabo con un único objetivo en la vida, es decir, trabajar y formar una familia, porque hay mucho más que hacer, pero esto no significa que debas renunciar a las dos primeras cosas: las renuncias no son necesarias, aunque la religión nos haya impuesto creer en un Dios severo que te pide que renuncies a todo y te sacrifiques por él; pero hablaremos también de esto más adelante y te mostraré una versión mucho más seria y veraz sobre el rostro de Dios, que en tantas vidas has buscado y en tantas otras has encontrado, lejos de las suposiciones religiosas. En cada vida has vivido experiencias diferentes gracias a la cultura de ese país, gracias a las situaciones económicas y sociales en las que naciste, gracias a la familia que en algunas vidas te ha apoyado y en otras te ha obstaculizado en gran medida, y también gracias al cuerpo físico en el que te has reencarnado, a su raza y a su aspecto, que en algunas ocasiones te ha beneficiado y en otras te ha causado muchas dificultades. Además, durante tus vidas no siempre has elegido solo cuerpos humanos, sino también cuerpos de otras formas que no pertenecen necesariamente a este planeta, sino que están muy lejos de este Sistema, y de esto también hablaremos más adelante. Lo importante es saber que cada vida ha construido una nueva pieza de tu Conciencia que era fundamental completar, ya que una sola vida no era suficiente para formar un Alma llena de conocimientos. Sin embargo, algo que todos dan por sentado es el nacimiento del Alma, ya que se habla de su evolución, pero casi nunca de su nacimiento, casi como si hubiera aparecido de la nada ya evolucionada y crecida, sin haber tenido que pasar por etapas antes de convertirse en lo que es hoy.
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Peor aún, se puede pensar que las Almas de todas las personas del mundo son iguales, todas en el mismo nivel de evolución, iguales en todo, aunque sabemos muy bien que hay personas muy oscuras y personas muy buenas y generosas; sin embargo, queremos ponerlas a todas en el mismo plano, considerando sus Almas como si fueran todas idénticas. En cambio, el Alma también nace, evoluciona, crece y madura, sin respetar una cronología de pasos idénticos para todos: cada uno de nosotros es diferente y realiza acciones y experiencias diferentes para evolucionar espiritualmente. Por lo tanto, no podemos creer que todos tengamos el alma nacida en el mismo período y en igualdad con los mismos conocimientos y experiencias, aunque sea relajante creer que todos poseemos el típico «alma antigua» y ya evolucionada desde siempre. Basta pensar que hoy mismo están naciendo nuevas almas, al igual que cada día nacen nuevos niños, por lo que un alma nacida hoy no puede compararse en absoluto con un alma nacida hace millones de años. Sin embargo, estamos acostumbrados a no plantearnos este tipo de preguntas y mucho menos a buscar respuestas, porque «¡buscar respuestas está mal!», mucho mejor confiar en una no respuesta que acalle la necesidad de conocer de nuestra Mente. Así que creemos que todas las almas son idénticas, nacidas el mismo día, y que no existen almas modernas, sino que todas son necesariamente antiguas, la nuestra la primera, probablemente la más antigua de todas, aunque nos neguemos a creer que haya una diferencia entre las fechas de nacimiento de las almas. Sin embargo, descubrirás que hay una gran diferencia entre el nacimiento de cada una de ellas.
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