arrow-up-circle
Seleccionar la parte del texto que deseas aclarar (80 words max)

Se abren las puertas (2ª parte)

Este artículo se ha traducido temporalmente con un traductor on-line. El artículo original está en italiano. Si deseas ayudarnos a mejorar la traducción a tu idioma, póngate en contacto con nosotros por correo electrónico: info@accademiadicoscienzadimensionale.it o a través del chat en ACD. Gracias

 

Página 1 de 5

Pensaba que mientras me seguían solo estaban perdiendo el tiempo y que no quería hacer nada en su contra, así que los ignoraba y, en esencia, los perdonaba por sus evidentes problemas mentales, pensando que los demás también se habían dado cuenta de sus «dificultades». Sin embargo, pronto descubrí que los demás no se habían dado cuenta de su enfermedad, porque los dos fanáticos eran capaces de engañar a cualquiera con sus sonrisas falsas, pero aparentemente muy tranquilizadoras, y hacían creer a la gente que eran buenas personas. No me di cuenta inmediatamente de un hecho que, sin embargo, ocurría cada vez con más frecuencia. Cuando me los encontraba, aunque solo fuera por un minuto al pasar delante de mí, me daba un fuerte dolor de cabeza que empezaba en el ojo, como un pinchazo, y se propagaba como si fuera un «gusano» que se movía dentro del cerebro y provocaba dolores de cabeza muy fuertes, pero sobre todo instantáneos. Literalmente sentía que un hemisferio del cerebro se «hinchaba» y comenzaba a latir tan rápido que parecía que iba a explotar en cualquier momento: pero ¿cómo era posible que todo esto sucediera en medio minuto si hasta unos instantes antes me sentía bien? La sensación era precisamente la de una jeringa que se clavaba en el ojo y, desde allí, el veneno rociado en el interior se expandía convirtiéndose en un gusano que se alargaba y se movía dentro de la cabeza. Mientras tanto, cada vez era más frecuente que, en cuanto los veía, me invadía una fuerte ira que me parecía casi injustificada por ser tan excesiva y pensaba que debía contenerla, que debía calmarme. Pero el dolor de cabeza era tan fuerte que era muy difícil llegar a una conclusión. Realizaba una sesión inmediata e intensa de sanación y, con mucha práctica, se me pasaba. Sí, se me pasaba, pero con mucha práctica, no con poca. Sin embargo, no le di importancia de inmediato y empecé a pensar que podía ser estrés; sé lo que estás pensando mientras lees estas líneas, pero yo quería creer que era estrés, que era yo la que «se sentía molesta» por la situación que me estaban haciendo vivir, porque estas dos personas me estaban acosando de una manera que nunca había experimentado antes, aunque ya había conocido a varios acosadores y había vivido muchas situaciones negativas. Pero la razón por la que no reaccionaba contra ellos era porque no quería enfadarme con dos personas que tenían problemas mentales. Siempre pensé que contra los alienígenas oscuros debía ser una bestia, mientras que con los humanos quería ser buena. Por eso fundé la Academia, por eso siempre decidí y mantuve la promesa de querer ayudar a las personas a Despertar sin pedirles nunca dinero a cambio, porque quería ser diferente a la gente que veo a mi alrededor, quería ser buena. Por lo tanto, como siempre he tenido esta idea, quería ser paciente y dejar pasar lo que esas dos personas me estaban haciendo vivir, quería tener piedad y esperanza de que se dieran cuenta del mal que me estaban haciendo y decidieran dejarlo. Sin embargo, por todas partes, siempre he conocido a personas que se aprovechaban de mi intención de ser buena, amable y servicial con todos, no solo para explotarme, sino para hacerme las peores cosas. Pero nadie había llegado tan lejos. Como no reaccionaba de forma agresiva, sino que siempre mantenía la calma, estas dos personas aumentaban la dosis de su maldad. Estos dos fanáticos, que hasta poco antes eran dos perfectos desconocidos para mí, hasta el punto de que les trataba de «usted» cuando nos saludábamos por Navidad —para dar una idea de la enorme distancia que había entre nosotros—, se habían convertido de repente en dos personas malintencionadas que, sin ninguna razón lógica, habían decidido ponerse en contra de Alexander y de mí. No dejaban de llamarnos por teléfono, a él le decían que teníamos que separarnos porque, de lo contrario, Dios nos castigaría por nuestros actos impuros —es decir, por estar comprometidos— y a mí me ponían buena cara, me sonreían diciendo que eso no era cierto y que, por mi bien, tenía que ir a la iglesia. 

Página 2 de 5

Sus voces sonaban tan agrias que parecía que hubieran bebido lejía antes de llamarnos. Luego volvían a llamar, completamente diferentes, como si fueran otras personas, negando todo lo que habían dicho poco antes y fingiendo estar «felices de oírnos». La situación se tornó rápidamente muy oscura. La señora beata, cuando «se encontraba por casualidad» conmigo en la calle o en la tienda, se acercaba y, con un tono de voz que parecía sacado de una película de terror, insistía en que debía alejarme de Alexander y que debía extirparme el útero y los ovarios para no poder tener hijos. Tomé sus palabras casi como una broma, por lo surrealistas y descabelladas que eran, así que con tono tranquilo le respondí que no tenía ningún motivo para extirparme el útero y que ella debería pensar en sí misma y no en mí; ella respondía: «No, no lo entiendes, ¡no lo entiendes! Tienes que ir a que te extirpen el útero, te concertaré una cita con mi ginecólogo y tendrás que extirparte el útero y los ovarios». Tenía 23 años y gozaba de perfecta salud, no denuncié a esta señora porque pensaba que hay que tener piedad de los familiares. Así que simplemente la ignoré y fingí que no existía. Una vez más, cuando se encontraba conmigo por la calle, en la tienda, en cualquier parte, me repetía que tenía que ir a su ginecólogo y que me estaba concertando, ¡en contra de mi voluntad!, una cita para operarme y extirparme el útero y los ovarios. Durante un tiempo lo dejé pasar. A la enésima provocación, naturalmente empecé a enfadarme: la miré directamente a los ojos y le respondí que si intentaba hacerme llamar a algún ginecólogo corrupto y enfermo mental que insistiera en que fuera allí a operarme sin ningún problema, la denunciaría a ella y a ese maldito ginecólogo. Ella abrió mucho los ojos, sonrió inmediatamente, con los dientes apretados y una sonrisa repugnante: me respondió que eso no era cierto, que ella no había dicho esas palabras y, sonriendo, me dijo que me lo había imaginado todo. Como yo no bebía alcohol, mientras que ella y su marido eran dos alcohólicos graves, como nunca había tomado drogas ni medicamentos que alteraran mi mente, a diferencia de ella, que tomaba psicofármacos, no tenía ni había tenido nunca alucinaciones visuales ni auditivas, no entendía con qué descaro una persona podía primero gritarme y luego decir que me lo había imaginado todo. Pero cuando lo decía, me subía tal rabia que corría el riesgo de gritarle tan fuerte que la gente podría haber dicho que yo era la culpable; y como conozco bien los malentendidos de la gente y lo fácil que es para ellos señalar a la víctima y acusarla de ser la culpable, intentaba contenerme y dejarlo pasar. Tenía otras cosas en las que pensar y no quería malgastar mis energías, ni mucho menos dejar que esos dos fanáticos enfermos me hundieran. Pero ella empezó a preparar el terreno aprovechando los chismes entre los ancianos: «¿Esa chica no va a la iglesia? ¡Entonces tiene que ser impura, mala, poseída por el diablo!». Empezó a hablar con otras personas, cada vez más, difundiendo rumores de que yo era mala, que le gritaba y le decía cosas horribles, y que ella era la víctima, que sufría esas acusaciones por mi parte. Estaba dando la vuelta completamente a la versión, hasta tal punto que sus familiares y los « » empezaron a atacarme pensando que era yo quien la acosaba y no sabían, en cambio, lo que esas dos personas enfermas mentales me estaban haciendo. ¿Qué me importaban dos tipos con los que ni siquiera tenía confianza? Sin embargo, los dos fanáticos comenzaron a crear un manto de rumores sobre Alexander y sobre mí, con el fin, según ellos, de obligarnos a ir a la iglesia: otros familiares a los que ellos contactaron comenzaron a atacarnos e insistir también en que debíamos ir a la iglesia porque, de lo contrario, nos crecerían colas de diablo. No podía creerlo, eran cuarentones y septuagenarios que creían realmente en la posibilidad de que nos creciera una colita roja en el culo.

Página 3 de 5

Pero empecé a comprender que su enfermedad mental era realmente grave cuando la cajera de la tienda en la que había empezado a hacer la compra hacía poco, una mujer a la que no conocía y con la que nunca había hablado, salvo para pedirle las bolsas para meter la compra, me detuvo para preguntarme dónde vivía y luego me pidió que me portara bien con esa señora, refiriéndose a la beata, porque la pobre estaba sufriendo porque yo la trataba mal. — me detuvo para preguntarme dónde vivía y luego me pidió que me portara bien con esa señora, refiriéndose a la mojigata, porque la pobre estaba sufriendo porque yo la trataba mal. Me quedé sorprendida, pero en ese momento, también por las prisas por llenar las bolsas de la compra, no comprendí inmediatamente la gravedad de la situación. Esa fanática estaba sembrando una especie de idea colectiva de que yo le había hecho algo malo y hacía creer a la gente que era por culpa mía y de Alexander que ella se sentía «estresada». Una noche, estaba paseando por el parque con Alexander, un chico al que conocíamos de vista pero con el que no teníamos mucha confianza, un poco mayor que nosotros, y él lo detuvo para pedirle que llamara a esos dos fanáticos y les dijera que se pusieran en contacto con nosotros porque estaban muy molestos por cómo nos habíamos comportado con ellos. Pero, ¿qué íbamos a hacer exactamente? Les llamamos para pedirles explicaciones y saber qué demonios se estaban inventando sobre nosotros y diciendo por ahí: nos dijeron que no era cierto y nos gritaron que si hubiéramos ido a la iglesia todo esto no habría pasado, que era solo culpa nuestra, que no íbamos a la iglesia, que si la gente pensaba mal de nosotros era porque ellos no tenían nada que ver. Fuimos a su casa para enfrentarnos cara a cara, y negaron todo lo que habían dicho por teléfono, negaron que acabáramos de hablar por teléfono y negaron lo que nos habíamos dicho. Cada maldita vez pensaba que quería tener piedad de ellos porque eran dos viejos enfermos mentales, pensaba que si los denunciaba les arruinaría la miserable y corta vida que les quedaba y la piedad me detenía, me impedía grabarlos y correr a denunciarlos. Pero como eran parientes, Alexander y yo nos frenamos por la reacción y decidimos dejarlo pasar. Siempre estábamos a punto de ir a denunciarlos y luego lo dejábamos pasar, porque no nos apetecía perder el tiempo en la comisaría explicando que dos personas enfermas mentales nos estaban acosando. «¿Qué les digo? ¿Que dos ancianos me están arruinando la vida? No me creerán y me dirán que me vaya a casa», porque, por desgracia, es inútil contarlo, cuando vas a denunciar los hechos de acoso ni siquiera te prestan atención y te dicen «vete a casa»; luego habría que preguntarse qué hacen allí, si cuando un ciudadano necesita su ayuda siempre se la niegan. Y así evitábamos cada vez seguir nuestro instinto e ir a denunciarlos, conscientes de que, por desgracia, no serviría de nada, salvo para ganarnos una bronca del anciano que, al otro lado, defendería a «esos dos pobres sesentacincuentones enfermos mentales»; sí, porque los dos ancianos tenían unos 65 años, no eran tan viejos, pero su aspecto y su mentalidad extremadamente cerrada y beata los hacía parecer realmente viejos. Pero la situación empeoraba rápidamente. Los veíamos todos los días y, cada vez que los veíamos, sentíamos unos dolores muy fuertes en el corazón, como si nos clavaran agujas en los ojos, y nos costaba mucho tiempo «quitárnoslos». Empezamos a sospechar, a preguntarnos cómo era posible que estuviera pasando todo esto. Solo eran dos ancianos que seguramente no practicaban nada, y sin embargo, en cuanto nos encontrábamos con ellos nos provocaban unos dolores tan fuertes que no podía creerlo, ni siquiera los extraterrestres ni los ataques del Antiguo habían conseguido provocarnos dolores tan intensos y profundos. Queríamos creer que era el estrés, es decir, la molestia que nos causaba ver a estas dos personas « s» que nos perseguían y no nos soltaban; queríamos creer que era el nerviosismo lo que nos provocaba esos dolores agudos, porque en ese momento no había otra explicación. 

Página 4 de 5

Pero cuando los dolores se hicieron mucho, mucho más fuertes, tan insistentes que teníamos que dedicar horas a tratarnos con la práctica, nos dimos cuenta de que no podía ser normal. Para las Orange no hacía falta tanto esfuerzo... ¿por qué para los dos fanáticos sí? Era un 2017 realmente muy extraño. Todo lo que estaba pasando no tenía nada de normal. ¿Por qué estas dos personas se habían lanzado violentamente contra nosotros? ¿Por qué no nos dejaban en paz y no se cansaban de meterse con dos veinteañeros? ¿Por qué la gente les escuchaba, les creía y empezaba a ponerse en nuestra contra sin siquiera conocernos, incluso personas que no nos habían visto nunca antes? ¿Por qué tenían todos esa gran fuerza para molestarnos todos los días y a cualquier hora sin cansarse nunca y/o sin tener nada mejor que hacer? ¿Quién les daba esa fuerza, quién les empujaba a hacer todo eso? Empecé a notar que personas extrañas y desconocidas recorrían con demasiada frecuencia las calles que yo frecuentaba, las tiendas y, casualmente, se detenían unas calles antes de llegar a la mía. Como ya me habían seguido otras personas en el pasado, personas a sueldo —de agencias de espionaje, según me confirmaron posteriormente—, me di cuenta de que alguien me estaba espiando. Sin embargo, tenía que averiguar si estos espías eran personas enfermas que me seguían por quién sabe qué motivo o personas a las que habían pagado para espiarme. Por desgracia, he conocido a personas enfermas que querían conocerme y saberlo todo sobre mí, y he vivido varias situaciones peligrosas en las que hombres, sobre todo, demasiado interesados en mí, me espiaban y me seguían. Por lo tanto, tenía que averiguar si estos tipos que me seguían eran personas que seguían a «Angel – La autora» o si eran personas enviadas por mis familiares serpientes, que no saben nada, hasta el día de hoy, de mí y de mi camino espiritual, para asustarme y obligarme, según ellos, a someterme a su voluntad. No entendía por qué estaban tan empeñados en obligarme a ir a la iglesia. En su familia, habían obligado a todos los miembros a seguir su religión. Recuerdo que el novio de su hija se vio obligado a confesarse con el cura, durante una de sus primeras citas con la chica, para demostrar que era un buen chico; él no era practicante y hasta entonces ni siquiera iba a la iglesia los días festivos. Así que el novio de su hija se vio obligado a convertirse al catolicismo, a ir a la iglesia todos los domingos, a asistir activamente y a donar mucho, muchísimo dinero a la iglesia para demostrar que era un verdadero fiel. Claro, porque con dinero se entra en el cielo. Estamos hablando de miles de euros al año, no de unas monedas sueltas. Todos los que entraban a formar parte de esa familia eran obligados a convertirse al catolicismo, a confesarse muchas veces con los curas, es decir, a contarles todos sus asuntos a personas a las que ni siquiera se les debería contar lo que se ha comido en el almuerzo. Teniendo en cuenta que los curas eran conocidos por revelar a los nazis las confesiones de los fieles que les contaban dónde escondían a los judíos que intentaban salvar; luego mataban tanto a unos como a otros por culpa de los curas. Y si estos pobres ingenuos no cumplían todos los ritos católicos (por ejemplo, la comunión, etc.), los obligaban a hacerlo con insistencia, pero siempre fingiendo ser buenos y sonrientes. En otras palabras, obligaron a todos sus conocidos a entrar en la Iglesia y a donar su dinero a los curas. ¿Estamos seguros de que estamos hablando de la casa de Dios? Porque a mí me parece otra cosa muy distinta. Delante de la gente, esos dos beatos siempre estaban sonrientes y aparentemente buenos, pero en cuanto se cerraba la puerta de casa comenzaban los gritos, los llantos, las bofetadas y las patadas en las piernas, los moratones en las zonas ocultas del cuerpo, como la espalda y los brazos, que se cubrían con ropa larga. Lamentablemente, la realidad es que dentro de la religión católica hay tanta oscuridad que los propios feligreses quieren ocultarla, porque están completamente hipnotizados por las mentiras con las que los sacerdotes pederastas alimentan su ignorancia.

Página 5 de 5

Muchas veces me preguntaba por qué ella, la madre de la familia, no denunciaba todo esto, no denunciaba los moretones, no pedía ayuda. Pero cuando otras personas intentaban ayudarla, ella amenazaba con denunciarlos por «calumnia», con tal de proteger a su marido, que era «un hombre elegido y protegido por Dios», además de un borracho que se volvía violento a puerta cerrada. Pero mi compasión hacia ella me llevó a cometer el mismo error: porque era ella quien me perseguía, quien empujaba a otras personas contra mí llenándoles la cabeza con mentiras sobre mí, tan absurdas que la gente prefería creerlas antes que darse cuenta de que eran demasiado exageradas para ser ciertas; pero precisamente porque eran exageradas, creían que no podían haber sido inventadas con tanta precisión; pero yo seguía sin denunciarla. Llegamos a un punto en que una noche, mientras estaba sola en casa, el fanático llegó a mi casa y, al encontrar la puerta del edificio abierta, entró: sabía perfectamente que Alexander acababa de irse y que no volvería, así que entró por la puerta pensando que me encontraría desprevenida. Pero en cuanto Alexander se marchó de mi casa, supe, en mi interior, que esa noche iba a pasar algo, porque tenía un fuerte dolor de cabeza y, para mí, eso se había convertido en una señal, como sentir que algo estaba muy cerca de mí. Sentí que tenía que abrir la puerta de casa, dirigirme hacia las escaleras y prepararme para algo. Al abrir la puerta, vi a ese viejo borracho mirándome con los ojos muy abiertos, como si no esperara que yo supiera ya que estaba allí. Me dirigí hacia él gritando: «¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres?», gritaba para que se asustara y pensara que todos los vecinos me habían oído y vendrían corriendo: se asustó mucho, porque temía que alguien abriera la puerta y lo viera, obteniendo pruebas de que era él quien me perseguía y no al revés, como ellos contaban por ahí haciéndome pasar como si fuera yo quien iba a molestarlos. Se asustó mucho y empezó a sonreírme, fingiendo que no quería hacerme nada malo, se acercó sonriendo, lentamente, pero yo me lancé delante de él, para impedirle entrar en mi casa por la fuerza, y le grité: «¿Qué haces aquí? Eh? ¿Por qué tú, *nombre y apellidos*, has venido a mi casa?». Él sonrió y apretó los dientes, dio un paso atrás y dijo: «Venga, ven a la iglesia, será bonito, iremos juntos, vamos, sé buena, ven a la iglesia, nos gustaría». Yo grité: «Vete», y él sonrió, con los ojos brillantes porque tenía mucho miedo de que alguien lo viera, no esperaba que yo estuviera preparada y que me comportara de esa manera, que para él era inesperada, así que se dirigió inmediatamente hacia la puerta y, desde allí, se volvió y siguió diciéndome: «Venga, no sea tonta, venga a la iglesia, vamos», mientras seguía haciendo esa sonrisa repugnante, entre una sonrisa falsa y los dientes apretados de alguien que quiere pegarte hasta hacerte sangre y, mientras tanto, decirte que lo hace por tu bien. Era violento y lo sabía, sabía que era un hombre asqueroso, pero nunca antes había tenido que lidiar con él de esa manera y estaba claro que tenía que hacer algo porque no podía esperar a que me pasara algo peligroso solo por la estúpida compasión que sentía hacia los demás. Tenía que dejar de dejarme manipular por el buenismo y tomarme en serio esas amenazas y reaccionar, pero todo era tan extraño, tan loco. No entendía cómo era posible que dos seres humanos estúpidos fueran tan fuertes como para causarme un dolor alucinante en el corazón y en la cabeza, solo con pasar cerca de mí, sin siquiera verme, ni siquiera los extraterrestres podían causarme un dolor similar. Esa noche sabía que iba a pasar algo porque el fuerte dolor de cabeza que había aprendido a reconocer como «alarma de su proximidad» me había avisado paradójicamente y me había preparado para evitar lo peor. Pero no lo había visto venir, no podía saberlo, además era absurdo pensar que él hubiera podido entrar en mi edificio, y sin embargo, era exactamente lo que acababa de pasar.

Fin de la página 5 de 5. Si te ha gustado el artículo, comenta a continuación describiendo tus sensaciones durante la lectura o la práctica de la técnica propuesta.

0 comentarios
  • Diamante
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5 per la 2ª volta
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 6
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 7
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 8
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 9
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    00:43 17/08/23

    Sembra impossibile che due persone anziane non avessero altro da fare che rompere le scatole ad Angel ed ad Alexander!! Per convincerli, o forse sarebbe più corretto dire per obbligarli ad andare in chiesa!! Perché già entrando in chiesa si sarebbero "purificati"!! E non contenti hanno anche iniziato le dicerie. Per non parlare della moglie che straparla al punto di voler convincere Angel non solo ad andare in chiesa ma addirittura ad andarsi operare per togliersi l'utero e le ovaie!! Pura pazzia!! Ci è stato insegnato di essere buoni e pazienti con le persone anziane, e Angel ha continuato a resistere senza attaccarli, ma fino a dove si potevano esporre?? Fino a cosa erano disposti a fare?? Negando poi di averlo fatto come già negavano le telefonate ed altri episodi. Deve essere stato molto pesante e stressante per Angel ed Alexander, inoltre oltre a tutto ciò si era aggiunto anche il dolore che gli arrivava appena loro si avvicinavano, e la necessità di farsi lunghe sessioni di guarigione per stare meglio.

  • Madda
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato lo Step 2
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    20:10 15/08/23

    La tua bontà verso l'essere umano si estende ben oltre il mio ragionamento! la rabbia ed i vari dolori che la loro presenza ti provocavano sono davvero assurde! Mo capitava spesso di avere più o meno le stesse razioni nei confronti di varie persone nel quotidiano! Tutto quello che succedeva era artificiale e solo oggi con una seconda lettura e al di fuori della situazione stessa riesco a comprendere! Io invece reagivo abbastanza ferocemente e ciò che ottenevo era ancora più rabbia e malessere! Una ripassata Pratica a quei eventi non farebbe male! Per non parlare dell'ambiente della chiesa che anche da lì l'oscurità esce a chilometri di distanza figuriamoci i fedeli 65enne che vogliono raccogliere adepti...quanta energia ne sfrutta dalle messa oscura!

  • Universe
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 8
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    16:30 15/08/23

    Incredibile quanta manipolazione c’era dietro questi 2 bigotti e tu ed Alexander siete stati troppo buoni a non farli smettere una volta per tutte da subito. Immagino quanto sia stato terribile vedere quel bastardo di fronte alla tua porta e chissà cosa aveva in mente di farti, sei stata forte ad agire come hai fatto e a mandarlo via perché magari se si trovasse qualcun altro in quella situazione sicuramente sarebbe stata bloccata dalla paura e l’esito sarebbe stato peggiore. Grazie che ci insegni ad agire e comportarci come non si aspettano e ad avere la forza ed il coraggio di osare anche quando sembra già impossibile cambiare la situazione.

  • Simone137
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 7
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 9
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    12:33 14/08/23

    Devo dire che mi ritengo fortunato a non aver vissuto e subito niente di tutto ciò in quanto è davvero raccapricciante. Non saprei come avrei potuto reagire a questa situazione, e tantomeno considerare il pensiero di andare a denunciarli alla polizia. Tra l'altro non è normale che avessero tutta questa energia e voglia di fare per importunare due ragazzi, ed è ovvio che dietro c'è lo zampino di una forte e pesante manipolazione oscura, considerando soprattutto che dal nulla arrivassero sconosciuti che senza nemmeno conoscervi, cominciassero proprio ad uscire discorsi relativi a queste due persone, insistendo pesantemente di andare in chiesa. La religione è il male più assoluto, forse la piaga più pesante che affligge il mondo, considerando come va avanti la società di "fedeli". La chiesa è solo una sporca e schifosa setta di malati e depravati, mascherata da una falsa gentilezza e da un bianco marcio e fasullo (cosa che è rinforzata dai vestiti del Papa per esempio, che presumo punta psicologicamente a vedere la chiesa come luogo "candido e puro" che di puro non ha manco il nome), che spinge le persone letteralmente a crollare e chinarsi verso quella che loro chiamano "fede".

  • Charlie
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 2 Parte 1 su 2
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 6
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 9
    Medaglia per aver completato il libro Il Sigillo delle Vite Passate - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Buddha secondo Angel Jeanne - Volume 1
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    16:37 13/08/23

    Non può che esserci una gigantesca manipolazione oscura dietro la chiesa cattolica, talmente grande che la gente non si rende conto dei messaggi che diffonde, seppure molti di questi siano ben chiari e incredibilmente banali da stupire che si possa credere che a una persona possa crescere la coda da diavolo solo perchè vive una sana relazione di coppia. Più si seguono le religioni e più è facile diventare malati di mente e violenti. La situazione che avete vissuto Tu ed Alexander era incredibilmente progettata per spingervi verso precise reazioni, è interessante sapere come l'avete vissuta dall'interno e come avete riflettutto ed agito per districarvi dalle situazioni e iniziare a comprendere gli eventi che accadevano e da cosa venivano scatenati. Queste cose accadono anche nelle nostre vite, in maniera differente e magari non grave come ciò che stava accadendo a voi, però prendere spunto dal vostro metodo aiuta a non lasciare la propria vita al caso e ad agire per comprendere cosa la spinge ad andare in un certo modo e reagire per farla andare meglio. Grazie!

  • Nebula
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Buddha secondo Angel Jeanne - Volume 1
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    14:22 13/08/23

    Tutte queste cose accadute con i bigotti mi mettono i brividi. È assurdo che due umani vi procurassero danni peggiori dell'antico (che hai descritto come uno degli psichici più oscuri e forti che avete combattuto) e degli alieni. Posso solo immaginare quanto fosse difficile capire cosa ci fosse dietro, anche perché per noi che leggiamo è tutto posto su un piatto d'argento, inserisci le riflessioni di adesso, introduci cosa è accaduto e noi vediamo solo ciò che facevamo loro e quindi è più facile trarre conclusioni. Ma nella realtà non era tutto posto in modo così chiaro come in questi capitoli, avevi miliardi di cose da fare tra cui prenderti anche cura di noi e pubblicare documenti, praticare per te e per il pianeta e svolgere i tuoi impegni low. Mi dispiace davvero tantissimo per quello che vi hanno fatto passare, deve essere stato pesantissimo soprattutto per l'indecisione che vi mettevano tra l'agire e l'avere pietà di loro. Posso dire con certezza che dalla polizia non avrebbero fatto nulla, infatti ero andata in questura a denunciare le due persone di cui avevo parlato prima e il signore che stava lì, molto simile di fisico e di faccia alla persona che volevo denunciare, mi disse che sicuramente era colpa mia se mi stalkerava così, che dovevo chiamarlo e incontrarlo. Ho quindi capito perché la maggior parte delle vittime di violenza finiscono male... Chissà quante volte sono andate a chiedere aiuto ma davanti a loro hanno trovato un bot vuoto, anzi, pieno di persone dietro di lui. Questi capitoli mi mettono i brividi, i bigotti non li definirei nemmeno pazzi, perché mi sembra che sappiano bene quel che fanno, sono psicopatici pericolosi che andrebbero chiusi dietro le sbarre e andrebbe buttata via la chiave. È davvero spaventoso che si sia presentato dietro la tua porta... Chissà che cosa avrebbe fatto se tu non avessi prontamente reagito... Sei stata davvero incredibile comunque, penso che molti di noi si sarebbero paralizzati dalla paura, perché un uomo violento dietro la porta di casa che vuole entrare, fa molta paura! Tu sei stata fortissima. Grazie Angel!

  • Claudia
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 7
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    12:40 13/08/23

    Le persone insistenti e che si intromettono nella vita altrui sono insopportabili! Veramente fuori di testa la bigotta che è venuta a dirti perfino che dovevi farti togliere l’utero e le ovaie! Assurdo e ingiusto poi che diffusero che eravate voi quelli che si comportavano male nei loro confronti. Avete avuto proprio tantissima pazienza e siete molto forti Angel e Alexander, siete riusciti a resistere ad una situazione veramente pesante e che avrebbe fatto impazzire qualsiasi altra persona! Grandissima Angel che ti sei fatta trovare preparata ed hai urlato contro a quel bigotto malato! Vi ammiro tantissimo Angel e Alexander e vi ringrazio per tutte le informazioni che state condividendo con tutti noi, rileggerle è importantissimo!

  • WolfMoon
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 6
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 8
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 9
    Medaglia per aver completato il libro Buddha secondo Angel Jeanne - Volume 1
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    11:05 13/08/23

    Interessante come ogni sconosciuto approcciava a voi chiedendovi anche dove abitavate. Grave violazione della privacy e subito dopo vi pregava di andare in chiesa. Non so come tu abbia fatto a mantenere la calma in certe situazioni, siete stati letteralmente importunati e stalkerati da degli anziani parenti serpenti. Fossi stata in voi difficilmente avrei mantenuto la calma dinanzi a certi comportamenti. Adesso che mi ci fai pensare a fine anno 2016 ho avuto un episodio che mi ha fatto ricordare ciò che stai raccontando. Ricordo che eravamo in macchina io e il mio fidanzato con due nostre amiche, mentre noi eravamo nei sedili posteriori di una macchina molto stretta dove a malapena puoi muoverti. Una volta tornati a casa dopo il viaggio, lei quella che guidava ossia la proprietaria del veicolo, inizia ad inventarsi che noi abbiamo fatto cose nella sua macchina mentre eravamo in viaggio per il ritorno a casa, quando non era assolutamente vero. Si è inventata che sentiva dei rumori mentre guidava, al che gli ho detto perché non me lo avesse detto immediatamente , insomma se qualcuno sta facendo qualcosa nella mia auto io mi giro e dico subito di smetterla, invece di fare finta di nulla ! Ma non l'ha fatto perché naturalmente non era assolutamente vero e infatti non sapeva come rispondere !. Si era inventata tutto di sana pianta, il suo fidanzato ci chiama e ci dice che "non si fa, non ci si comporta in questo modo" e tempo un giorno e tutta la nostra compagnia credeva a questa versione e ci sbeffeggiava e ci accusava di aver fatto chissà cosa, come se avessimo ucciso qualcuno , mentre loro hanno combinato veramente di peggio, noi eravamo i peccatori per una cosa che neanche avevamo fatto, ma nessuno si preoccupava di chiederci se fosse vero o no. Ricordo che mi ero arrabbiata moltissimo, avevo un nervoso addosso allucinante. Sapevo che questa ragazza fosse pazza e che la mandavano via da ogni lavoro per ciò che combinava, perché non è mai stata bene con la testa, ma mai pensavo che se la sarebbe presa, senza alcun motivo con noi , visto che avevamo passato anche una bella serata in compagnia, accusandoci di fatti che non avevamo compiuto e inventando storielle che stranamente tutti avevano creduto (nonostante conoscessero questa persona e i suoi problemi mentali) senza neanche chiederci se fosse vero, e sto parlando di amici che reputavamo fidati. Per non parlare dell'altra ragazza che era a bordo, la mia migliore amica, che non confermava ne smentiva, semplicemente non diceva nulla perchè era arrabbiata che quella sera avevo passato del tempo con il mio fidanzato e non con lei, contribuendo così alla falsitá dell'altra. Infatti ho capito che a non prendere alcuna posizione si finisce per passare dalla parte del male, così per tutto. E inutile dire che da quel giorno perdemmo completamente quella compagnia. Ricordo che quando ci telefonò la madre del mio compagno per sgridarci per la nostra maleducazione non ci vidi più perché la voce era arrivata addirittura a lei ! ricordo che io e il mio compagno ci guardavano increduli, senza capire perché avevamo letteralmente Tutti contro per una stupida bugia. Ora capisco che è successo e davvero non posso non pensare che sia stata una perfetta antenna. Importantissimo anche il sesto senso, che ha fatto modo che tu ti trovassi preparata alla situazione che sarebbe accaduta da lì a poco , tutto questo solo perché pratichi e ti impegni molto e soprattutto sai riconoscere la tua vera Te e l'ascolti. Grazie Angel

  • Alina
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    17:56 12/08/23

    Tanto stress e tanta rabbia verso queste due persone e sto solo leggendo, figuriamoci voi che avete vissuto questa situazione allucinante e che li avete dovuti sopportare, soltanto la vostra grande bontà vi ha frenati dal reagire e dare loro quello che si meritavano (almeno fino a quel momento). Incredibile poi come queste 2 persone possano avere avuto la capacità di manipolare altre persone e far credere loro tante menzogne sul vostro conto al punto da riuscire a mettervele contro. Molto spiacevoli i vostri terribili mal di testa, ma interessante il modo in cui si manifestavano, sempre in loro presenza o quantomeno quando si trovavano nelle vostre vicinanze, e mettendo in relazione le due cose, ne hai potuto trarre vantaggio, quando il vecchio bigotto ha avuto l'ardire di presentarsi a casa tua, e tu a causa dell'improvviso mal di testa hai potuto accorgertene e volgere la cosa a tuo favore, aggredendolo per prima e costringendolo ad andare via. Grande Angel.

  • Libero
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 9
    Medaglia per aver completato il libro Il Sigillo delle Vite Passate - Volume 1
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    17:18 12/08/23

    Questa situazione era davvero oscura, erano sempre più insistenti e coinvolgevano sempre più persone pur di scagliarvele contro. Cioè persone estranee a voi da sempre che vi fermano e chiedono di chiamare loro perché avevate fatto qualcosa, o che chiedevano le tue informazioni personali.. incredibile. Ovviamente ha aspettato che se ne andasse Alexander per fiondarsi in condominio, pensando di riuscire a fare chissà cosa. Riesco ad immaginare lo sguardo di cui parli, nei loro volti. Credo che non esista sguardo più oscuro di questo. Ovviamente andavano sempre in chiesa, tanto per peggiorare sempre più ed essere più incazzosi verso Voi Due.

  • Emanuela
    Medaglia per aver completato lo Step 1
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Il Sigillo delle Vite Passate - Volume 1
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    15:55 12/08/23

    E' comprensibile quello che dici all'inizio, di voler essere buona con gli esseri umani. Penso che un po' tutti qui possiamo capire questo sentimento, che sarebbe secondo me perfetto in un mondo senza alieni, sarebbe la normalità. Comunque ci credo anche quando dici che li prendevi per ciò che erano, ovvero delle persone con malattie mentali, e si capisce anche perché all'inizio non ti fossi preoccupata di loro più di tanto! E' vomitevole tutto quello che hanno fatto questi due signori con la loro famiglia, e appresso a loro tutti quei preti pedofili disgustosi. Ce ne sono davvero tante di storiacce in giro, ai limiti della credibilità per chi non le ha vissute, eppure sono realissime. Solo chi le vive può capire appieno cosa significa. Per fortuna so che questa è una parte della vostra vita, che c'è tantissimo altro di positivo che avete fatto e vissuto, e che c'è ancora speranza per noi! Secondo me non avete sbagliato ad avere all'inizio pietà di loro, sia perché era una situazione completamente nuova per voi, sia perché è stato per questi - ingiustificabili - eventi che avete capito cosa c'era dietro!

  • Francesco
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 4
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 5
    Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Volume 7
    Medaglia per aver completato il libro Buddha secondo Angel Jeanne - Volume 1
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    19:54 11/08/23

    Sempre più folle e inquietante la situazione, queste persone devono avere davvero il cervello ridotto in pappa per essere così bipolari e manipolabili! Hanno poi coinvolto nella loro follia anche altre persone che hanno convinto della loro versione dei fatti, pure loro evidentemente non tanto saldi di mente. Chissà fin dove si sarebbero spinti se non fossero stati fermati, giunti a questo punto erano diventati davvero pericolosi. Quando la presenza di una persona è diventata così oscura da mettere in pericolo la nostra stessa vita è il caso di allontanarsene anche con forza se necessario. Il tuo racconto serve ad insegnarci a non avere pietà di vuole il nostro male, perché essere gentili con chi ci fa del male alla lunga ci metterà solo nei guai!

  • Felice
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    09:59 11/08/23

    Assurdo. Sono delle situazioni veramente surreali. I meccanismi che stavano dietro questi due bigotti sono subdoli e schifosi, le trappole per peggiorare la situazione (in cui sarebbero caduti tutti) erano sempre dietro l’angolo, come l’urlargli contro in un luogo pubblico, cosa che avrebbe soltanto alimentato fraintendimenti e voci insensate tra la gente. Il modo in cui hai invece reagito quando ti sei trovata davanti quel lurido bigotto, in una situazione che poteva diventare molto pericolosa, è stato perfetto!

  • MAYA
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    23:47 10/08/23

    Un racconto allucinante ,sembra assurdo che esistano persone simili con addirittura un seguito di persone che li seguono. senza nessuna motivazione pretendere che voi andiate in chiesa e subire l'intervento per purificarvi, ma stiamo scherzando ,con quale diritto? chiaramente qualcuno li aveva pompati e l'ha potuto fare perché erano due bot di quelli peggiori.

  • gianny0481
    warning-solid

    Sei sicuro?

    Il commento verrà eliminato

    Conferma
    16:03 10/08/23

    Le persone che vanno in chiesa sono di solito le persone più violente rispetto a chi non ci va ,nascondono il loro marciume sotto i loro falsi sorrisi e si fanno vedere buoni con tutti, il fatto è che predicano bene ma razzolano male facendosi credere persone oneste e disposti a dare sempre una mano a chi ne ha bisogno, niente di più falso, ho conosciuto tante persone che dopo che finiva la messa o il culto in chiesa ed erano abbracci e pace poi diventavano violenti e pieni di ira, oltre ad avere tutti i vizi, ubriacarsi giochi d’azzardo e chi più ne ha più ne metta. Leggendo le cose che facevano questi 2 bigotti diventa impossibile non odiarli, li trovo fastidiosi, chissà che intenzione aveva quel farabutto del bigotto sempre con la scusa di andare in chiesa si è presentato posto a casa, di certo non gli mancava di essere una persona violenta. Giustamente la cosa strana era perché in presenza di loro spuntava questo strano mal di testa che nemmeno gli alieni riuscivano a provocare, be del loro comportamento si saprà presto qual’era il motivo grazie mille!