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Step 1 - N° 8

Qué es un Camino Espiritual – La Luz en la oscuridad (parte 1)

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Te presento la Academia a través de una pequeña analogía, que te ayudará a comprender si este es el camino para ti.

Toda tu vida te has habituado a vivir dentro de lo que yo llamo Low Frequency, que podríamos imaginar como una habitación oscura que te impide ver lo que hay a tu alrededor. Siempre has estado acostumbrado a vivir en la oscuridad, una total oscuridad que no te deja conocer las características de esta habitación, los colores, la decoración, los muebles o las puertas; no ves nada. Sin embargo, en cierto sentido, te reconforta el hecho de no ver porque es lo que has estado haciendo durante toda tu vida, por lo que te hace sentir seguro y, de alguna forma, te gusta. Vivir encerrado en esa habitación oscura es todo lo que conoces y siempre has hecho, por tanto, no se te ocurre querer salir de allí y descubrir más.

Dentro de ti, muy en el fondo, sabes perfectamente que esa habitación oscura te impide vivir tu vida real porque te sientes encerrado y amortiguado en una realidad demasiado estrecha para ti. Pero la rutina – todos los días iguales sin que ocurra nada que sacuda tu vida – te hace sentir seguro. Luego, en un momento dado, mientras estás sentado tocando el suelo completamente a oscuras, encuentras una cerilla que probablemente confundes con uno de esos juguetes que utilizas para distraerte y pasar el tiempo en esa habitación. Juegas con este palito y le dedicas un tiempo, hasta que un día por instinto y casi sin saber cómo, lo frotas y se prende fuego. Se enciende una gran luz que enseguida se atenúa, pero en tu vida es como una descarga de adrenalina. De repente descubres que hay algo más que la oscuridad habitual: ¡hay luz! Esta cerilla podría simbolizar la meditación.

Sin embargo, la cerilla no dura mucho, así que la miras por un momento sin entender qué ha pasado, porque la habitación está completamente oscura y tú tienes en la mano un palito que produce una reacción extraña, ¡emite luz a la que no estás acostumbrado! Y esto te emociona, pero al mismo tiempo te inquieta, casi como si la temieras. La luz cegadora, aunque pequeña, derivada de la llama de esa cerilla, te hace sentir raro porque es algo completamente nuevo para ti y, cuando se apaga, te quedas embobado mirando al vacío. Intentas entender por qué, intentas comprender cómo pudo haber sucedido, intentas dar una explicación lógica y acabas pensando que lo has imaginado todo. “Aquí está todo oscuro, siempre lo ha sido, no hay nada diferente” piensas, tratando de recordar la sensación que tenías al observar esa pequeña llama. “¡Nadie me habló de la luz, lo que significa que la luz no existe! Si existiera, el mundo entero lo sabría…” sigues diciendo en tu mente, intentando dar una explicación de lo que has experimentado. Entonces, durante un tiempo, eliges volver a vivir tu vida en la oscuridad, olvidando lo que sucedió con esa cerilla. Regresas a tu rutina, en tu zona de confort, donde utilizas tu tiempo para fingir hacer algo, mientras te mueves lentamente en la oscuridad por miedo a lastimarte. Muchas veces decides quedarte sentado por mucho tiempo, completamente inmóvil, incluso durante períodos muy largos de tu vida, por temor a que al moverte puedas pisar algo o chocar contra una pared y hacerte daño debido a la oscuridad. Así que eliges quedarte quieto por miedo a lastimarte, ya que tus ojos no ven en la oscuridad, en lugar de reconocer que el verdadero problema, el verdadero obstáculo que te impide avanzar, es la oscuridad y no tu vista.

Por casualidad, un día, mientras tratas de encontrar algo con las manos a tientas, encuentras otra cerilla. Sabes lo que es por la otra vez: es lo que ilumina, lo que hace una luz inmensa en esa oscuridad total.

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Sabes que si la frotas en el suelo se encenderá y te permitirá experimentar nuevamente esa sensación fuera de tu rutina: una emoción extraña que casi te asusta, pero dentro de ti la deseas porque sientes que esos pocos minutos de luz te hacen sentir como si estuvieras renaciendo. La coges, la frotas y allí está… ¡Esa luz ilumina tu cara! Tus ojos se iluminan con ella y, a pesar del miedo inicial, eliges mirarla de nuevo y observarla por mucho más tiempo. Al principio te centras únicamente en el bienestar que te hace sentir mirar esa luz. De vez en cuando, buscas nuevas cerillas para encenderlas y observar su llama, hasta que se apagan y regresas a la oscuridad total que te impide ver la habitación. La búsqueda de cerillas se puede comparar con la búsqueda para encontrar ese espacio, durante el día, en el que permitirse practicar. Toda la jornada se pasa entre tareas, trabajo, mil pensamientos que te hacen vivir en la inconsciencia, es decir en la oscuridad, pero de vez en cuando buscas un momento para ti donde puedas dedicarte a tu meditación diaria.

La búsqueda de cerillas se convierte en una rutina a la que no quieres renunciar porque sientes que te hace sentir bien, así que pasas el día en la oscuridad, pero a veces tanteas la habitación para tratar de encontrar una cerilla y utilizarla. Sin embargo, no siempre la encuentras, de hecho, hay días en los que no encuentras una manera para meditar. Cada uno vive su propio camino de manera diferente, por lo que hay quienes se han detenido antes, asustados por la fuerte luz de la primera cerilla, hay quienes se cansan de buscar cerillas porque creen que encenderlas es demasiado agotador y quienes, en cambio, siempre han tenido cerillas en las manos, pero nunca entendieron cómo usarlas, porque las utilizaban como simples palitos y no se les había ocurrido intentar encenderlas. Otros se dan cuenta enseguida de la suerte que tuvieron al encontrar esa cerilla, pero, no obstante, la encienden y observan su luz sin ir más allá de eso. Todo lo que hacen es quedarse quietos y mirar la llama mientras esperan que se queme y se apague. Sin embargo, hay algunos que, después de un período más o menos largo de observación y bienestar debido a la luz de la pequeña cerilla, empiezan a reflexionar sobre cuán útil y astuto sería usar la luz de esa cerilla para buscar a otras. De este modo, hacen menos esfuerzo para encontrarlas en la habitación, porque gracias a la iluminación de la cerilla ven mejor dónde están colocadas todas las demás. El verdadero camino espiritual empieza aquí: en el momento en que no te limitas a observar la belleza de la luz, sino que decides utilizar esa energía para lograr objetivos más grandes.

Pensar en hacer algo no es lo mismo que hacerlo, por lo que hay días en los que no tienes ganas, días en los que prefieres buscar mañana, días en los que incluso queriendo no consigues encontrar cerillas a tu alrededor, es decir no encuentras tiempo libre para meditar; y así pasa el tiempo. Sin embargo, insistiendo logras poner en marcha tu plan y, tan pronto como encuentres una nueva cerilla que encender, en lugar de esperar a que el efecto se desvanezca y la luz se apague, aprovechas cada segundo de su duración para buscar otras cerillas en la habitación. La luz de la cerilla te parece enorme porque es la primera luz que ves en toda tu vida, pero en realidad es muy pequeña, de hecho, no dura mucho e ilumina sólo unos centímetros de tu cara, por lo que es demasiado pequeña para mostrarte todo lo que hay que ver. Pero a ti te parecerá suficiente, creerás que conoces todo el mundo ahora que has visto esa lucecita y puede que ya te sientas satisfecho con ello.

El tiempo pasa y día tras día usas las cerillas que reuniste para encontrar a otras, pero debido a varios compromisos y pérdidas de tiempo solamente las enciendes una a la vez, sin pensar que si las encendieras todas juntas se creería una luz mucho más grande. A veces se te ocurre intentarlo, hasta que un día enciendes una primero, pero mientras intentas encender otra, la primera ya se está apagando. Entonces terminas pensando que es sólo una pérdida innecesaria de tiempo y energía. Lleva tiempo comprender que con una cerilla podrías encender todas las demás y que juntas formarían una gran luz. Pero un día lo piensas y… ¡Vaya, qué gran idea! ¡Coges una cerilla, la frotas y rápidamente con su llama enciendes a todas las otras a la vez, haciendo brillar una luz inmensa!

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Esta luz es tan grande que te fascina y te quedas allí mirándola, atónito, sin mover un dedo. Sin darte cuenta, las cerillas se apagan una tras otra y vuelves a la oscuridad. A pesar de ello, aún te sientes inmerso en la agradable sensación que esa enorme luz te ha dado, hasta tal punto que casi no te das cuenta de que has regresado a la oscuridad desde hace varios segundos, luego desde hace varios minutos. Todavía crees que estás en la luz porque su brillo te ha conquistado, pero no notas que has vuelto a la oscuridad desde hace tiempo. Seguramente valió la pena encender todas las cerillas juntas porque te mostraron esa gran luz que te emocionó, pero al mismo tiempo no has sabido aprovechar el momento y te quedaste quieto mirando la luz esperando a que se agotara el tiempo. Además, has consumido toda tu reserva de cerillas, por lo que no tienes más para usar y debes retomar nuevamente tu búsqueda, en la oscuridad. Por supuesto, en realidad la búsqueda no empezará otra vez de cero, porque esta vez sabes mucho mejor lo que estás buscando y lo que quieres encontrar, a diferencia de cuando encontraste la cerilla por primera vez y ni siquiera sabías cómo se enciende, ni por qué deberías encenderla.

Muchas personas se detienen aquí, a la memoria del resplandor de la luz que han experimentado en un dado momento, dejándose llevar por ese hermoso recuerdo, sin pensar que podrían volver a buscar cerillas (es decir tiempo para meditar) y revivir esa hermosa experiencia todas las veces que quieran. Otras, sin embargo, a pesar de la oscuridad y de las miles de razones por las que están ocupadas como todas las demás personas, piensan más allá y deciden comenzar a buscar nuevas cerillas, encenderlas para encontrar más todavía y así encenderlas todas juntas, creando una luz grande y fuerte, pero esta vez con la intención de utilizarla y no solamente quedarse quietas contemplándola. Hay quienes hasta se convierten en estrategas: se dan cuenta de la importancia de esa luz y quieren encontrar la manera de vivir en esa vibración el mayor tiempo posible, porque vivir en la oscuridad ya no es lo único que les importa. Dejan de tenerle miedo a la luz y es por eso que ya no sienten la necesidad de esconderse en la oscuridad. Por lo tanto, algunas personas deciden ingeniarse para encontrar más tiempo durante la jornada, sea como sea, para practicar un poco más de lo que hacían antes y evolucionar un paso más cada día. De esta manera, buscando nuevas cerillas, algunas consiguen encontrar reservas enteras de velas. Todos saben que las velas tienen una duración mucho mayor que la pequeña llama de una cerilla, por lo que la vela en esta historia representa la meditación más profunda. Ya no estamos hablando de una meditación basada solamente en la relajación, sino de una que va más allá de simplemente relajarte porque te permite evolucionar espiritualmente.

Algunas personas van más allá porque quieren saber qué tan fuerte es la luz que emanan varias velas encendidas. Estas últimas, combinadas, pueden iluminar un área mucho más grande de lo que estabas acostumbrado cuando encendías muchas cerillas a la vez. La luz de varias velas encendidas es más fuerte, más brillante, más ancha, pero sobre todo más duradera con respecto a la cerilla que habías conocido antes. Este es solamente el principio de tu camino espiritual. Has encendido una cerilla y aún estás en las primeras etapas, en las que todavía estás un poco asustado por esa fuerte luz que ha alterado tu vista, acostumbrada a vivir en la oscuridad total: la inconsciencia. Sin embargo, al ver esa luz casi te parecerá haber llegado a tu destino, es decir haber descubierto todo lo que era posible conocer, solamente porque tuviste la primera experiencia con una pequeña llama de una cerilla. En realidad, el camino ni siquiera ha comenzado, porque esta es sólo la primera muestra de conocimiento que has podido saborear.

Así es el camino espiritual de la Academia de Conciencia Dimensional: al principio puedes sentirte sacudida por la rutina que se derrumba, pero cuanto más pruebes la luz del conocimiento, más querrás aprender, por lo tanto, querrás usar esta luz para lograr objetivos más grandes. Un camino espiritual no es solamente la búsqueda de luz para permanecer parado y observarla hasta que se consume. El camino espiritual te enseña a utilizar esa luz para crear más luz, de modo que no tenga fin, sino que se expande. A través de la Academia tendrás acceso a nuevos conocimientos que, como luces en la oscuridad, te desorientarán y luego te conquistarán, porque te darás cuenta de que ya no quieres prescindir de ellos. Después de haber probado el conocimiento, ya no querrás estar en la oscuridad de la inconsciencia.

Este no es sólo un camino de lectura, es la Academia de Conciencia Dimensional.

Fin de página 3 de 3 Si te gustó el artículo, comenta aquí debajo describiendo tus sensaciones al leer o practicar la técnica propuesta.

Este documento es la traducción del artículo original del sitio web Accademia di Coscienza Dimensionale: https://www.accademiadicoscienzadimensionale.com/archives/18057

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2340 comentarios
  • SibyRo - 01:44 27/08/20

    Anche io cerco fiammiferi ma non sono abbastanza costante nell accensione

  • Anna - 09:22 26/08/20

    Non si poteva spiegare meglio con questa metafora. Io sono ancora alla ricerca del fiammifero cercando di comprendere come usarlo.

  • SumErgoCogito - 03:26 26/08/20

    Sin dalle prime righe... Mi ero chiesta a che punto della metafora sarebbero arrivate le candele.. Ho sempre vissuto esplosioni, che mi fosse piaciuto o meno e da che serbi ricordo di questa esistenza (davvero molto presto) non ho mai avuto paura del buio, ma sempre cercato la maniglia della porta.. Ma è sempre stato difficile trovare la maniglia. A tratti ho creduto che esistessero solo muri. Sono nata in una famiglia che conosceva già il "paranormale" eppure me lo celava.. E quando spontaneamente si son resi conto io stessa vedessi e percepisci, mi hanno negato aiuto, perché loro stessi non sapevano come accendere quelle candele e purtroppo hanno paura di farlo

  • I'mValentina - 11:16 25/08/20

    Bellissimo paragone. Ho acceso solo i primi fiammiferi ma voglio sempre più luce.

  • Energy Medaglia per aver completato lo Step 1 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 1 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 4 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 5 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 7 - 14:55 24/08/20

    Bella analogia. Allora.. alla ricerca di fiammiferi :)

  • daniele26 - 01:39 20/08/20

    che bella metafora che avete utilizzato!!! si capisce benissimo con questo racconto, l’importanza che ha la meditazione..io che già pratico, forse sono già alla candela, ma una cosa è certa.. voglio andare oltre!!💪

  • Michiko.h Medaglia per aver completato lo Step 1 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 1 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 5 - 20:53 19/08/20

    Bella l'esempio del fiammifero del buio... Mi ci rispecchio molto questo percorso mi ha tirato fuori da un memento buio in cui mi trovavo.. Grazie ❤

  • danila - 19:59 19/08/20

    La luce nel buio... Il titolo di questo documento è già tutto un programma per il mio animo. Potrei vedere la vita normale come una sorta di brancolare sotto i riflettori di mille abbagli che però sono solo buio rispetto alla luce che può accendersi con una certa consapevolezza, con la propria armonizzazione e connessione, con un risveglio. E il percorso spirituale è la crescita che ci porta, anche quando non ce ne accorgiamo, verso questo punto. Mi è piaciuto anche l'incipit, l'indirizzo del discorso: “Io ti spiego semplicemente qual è il percorso che si fa qui, vedi tu se è per te”. Perché, già che esistono, trovo estremamente importante il rispetto della diversità delle idee e dei livelli. Curiosamente la metafora, bellissima, per associazione di idee, un poco mi ha riportata anche agli esperimenti in ipnosi di uno studioso che ammiro moltissimo per la sua grande onestà, limpidezza e schiettezza, oltre che per l'intelligenza (una stanza buia, dove si accendono tre luci colorate: Anima, Coscienza e Spirito). Con questo non voglio immettere in Accademia cose altrui. Voglio dire che il Sapere non è a compartimenti stagni: che tutto è collegato, che più persone contemporaneamente, in contesti e luoghi diversi, possono giungere a qualcosa di simile. E anche questo è bellissimo. Tornando alla meravigliosa metafora del fiammifero: rifletto su quella sorta di senso di sicurezza a non vedere... potrebbe essere la nostra zona di comfort. Ma ribadisco quello che ho già scritto alla prima lettura: non esisto un istante a scegliere “la pillola rossa”. Ho letto un articolo, che era comunque interessante, sulla visione opposta: la preferenza per “la pillola blu”. Ho trovato interessante la diversità dei punti di vista espressi con buone considerazioni. Ma non vacillo: vorrei davvero tanto alzarmi così tanto di tonale da mutare così tanto la mia vibrazione da poter vedere il Matrix come esso è, per viverlo a un livello superiore manifestato nella mia vita che vuole essere vissuta. Questo è il percorso spirituale che propone questa Accademia per come l'ho capito da neofita: uno straordinario avanzamento delle nostre facoltà psichiche più grandi, profonde e sepolte. Non mi addentro molto a commentare ogni singolo passaggio della metafora, perché è così difficile capirsi... Non ci capiamo appieno nemmeno dicendoci frasi elementari. Quello che intende veramente qualcuno con le sue immagini linguistiche è pressoché impossibile da recepire appieno, se non viene corredato da un manuale di note. Però il senso generale credo proprio d'averlo capito. Se il fiammifero simboleggia la meditazione, allora il fuoco e la scoperta è lo scorcio del mondo invisibile che normalmente non siamo abituati a vedere. “Se esistesse tutto il mondo lo saprebbe”: in effetti mi sono sempre chiesta come è possibile, se certe cose di abnorme portata sono vere, com'è che tutto il mondo non ne parli molto di più, non sia diverso da come è. Ma crederei che ci stiamo arrivando: ormai sempre più persone sono addentro a questo “ambiente”. Tornando alla scoperta della fiammella: ho provato questa sensazione quando ho visto un po' di aura, sulla mia gamba, quando ho iniziato questo percorso. È vero, che sorpresa. :) Ma nessuna paura, eccitazione sì, paura no, solo tanta voglia di andare avanti. C'è altro che mi fa paura. Per ora la meditazione mi pesa. Ma non il volere il mio percorso spirituale. Quindi confido nel desiderio di quest'ultimo per superare gli ostacoli. “Utilizzare energia per raggiungere obiettivi più grandi”: questo è il vero percorso spirituale? Perfetto! Perché è proprio il mio desiderio! È proprio quello che voglio e che aspetto da una vita. L'ostacolo sta proprio nel passare dal desiderio al risultato... Colgo il preziosissimo insegnamento che ci viene porto su un piatto d'argento: “puoi usare una fiamma per accendere tutte le altre”. Grazie, Angel... “Un percorso spirituale non è star fermi ad osservare la luce ma l'insegnamento atto a sfruttarla”: se questo è il senso di questa Accademia, finalmente un senso pratico oltre che profondo, incomparabile preziosità e non solo titillante fuffa. E se la domanda è se fa per me, la risposta è, allora, assolutamente sì.

  • Faby - 19:07 19/08/20

    Molto bella la metafora della stanza buia, del fiammifero e delle candele, ma bisogna avvicinarsi alla meditazione e praticare per capire veramente cosa significa. Spero di poter crescere giorno dopo giorno grazie a questo percorso ed avere accesso a nuove conoscenze. Grazie ACD.

  • Alex - 17:35 19/08/20

    Io per ora sono ancora fresco, è da una ventina di gioni che ho iniziato a meditare sul rilassamento, mi trovo ancora a cercare un fiammifero ogni giorno,(o forse ancora no) e ad accenderlo, stando nella pace più tempo possibile...ma andrò avanti fino ad espandere quella fiammella per sempre!!!

  • Ann948 - 00:29 19/08/20

    🙏🙏🙏🙏🙏🙏 grazie🤩🤩🤩🤩🤩mi è piaciuto moltissimo il racconto, la metafora... è molto istruttiva

  • Lulu - 17:56 18/08/20

    Ho iniziato da poco questo percorso, quando ho acceso il primo fiammifero sono rimasta affascinata dalla sua luce e contemporaneamente ho sentito un grande benessere dentro di me. Motivo per cui ogni giorno mi mantengo costante nella ricerca degli altri fiammiferi affinché questa luce possa essere sempre più grande e poter trovare e accendere le candele. Quando scopri la luce hai sempre meno voglia di rimanere nel buio, anche se può sembrare più comodo perché siamo stati da sempre abituati così. Ma le sensazioni e le emozioni che ti fa provare e che rimangono anche dopo che la fiamma si è spenta, ti spingono ad andare avanti in questo meraviglioso percorso di evoluzione e risveglio.

  • Minerva McGranitt - 15:52 18/08/20

    I benefici della meditazione non sono neanche immaginabili "al buio". E nemmeno leggendo... Davvero ci vuole la fatica e il coraggio della prova, fiammifero dopo fiammifero... La metafora è molto bella. L'idea che in questi giorni mi ritorna spesso in mente da più parti è che tutto il sapere non sembra avere una fine: ti avvicini alla sorprendente comprensione di qualcosa di nuovo e già sai che è solo l'inizio di un percorso complesso. Attonita e affascinata allo stesso tempo.

  • Raffae Medaglia per aver completato lo Step 1 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 1 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 4 Medaglia per aver completato il libro Prendiamo Coscienza degli ALIENI - Vol. 5 per la 2ª volta - 14:34 18/08/20

    È proprio così, questo esempio descrive veramente bene il percorso verso l'evoluzione, si passa dalla luce al buio ogni giorno e più volte durante la stessa giornata. In questa fase ci vuole tanta forza di volontà, cerco di tirarmi su e lo devo fare spesso, praticando e attingendo dalle fonti come A.C.D. e pian piano migliora la qualità della presenza tra un fiammifero e l'altro..

  • bobby - 12:04 18/08/20

    Il percosso spirituale è la luce della conoscenza che illumina il mio cammino, ed è una esigenza per scoprire me stesso, sapere chi sono realmente, perchè mi sono reincarnato in questa dimensione e qual'è il mio compito da svolgere su questo pianeta. Ho compreso che per iniziare un percosso spirituale non basta meditare, anche se è la base più importante, ma bisogna andare oltre, praticando tutte le tecniche, per avere la totalità delle conoscenze e delle capacità allo scopo di evolversi e quindi risvegliarsi. Solo in questo modo riuscirò a capire chi sono e il motivo per cui ho deciso di ritornare su questo pianeta Terra.