Ver la energía: aprende a ver la energía (parte 1)
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Durante la lección sobre la visión energética, te expliqué que es posible ver la energía a través de tus propios ojos, practicando ciertas técnicas que te permiten desarrollar la visión energética. Ver la energía es diferente a ver el aura, porque requiere mucha más concentración y silencio mental.
Durante la visión del aura se requiere concentración, pero los primeros resultados se pueden obtener de inmediato sin gran esfuerzo, incluso en pocos minutos. Ver la energía es un poco más complejo, porque en cuanto te desconcentras o empiezas a pensar en algo, el nivel de visión baja rápidamente y vuelve casi a cero. Esto ocurre porque para poder verla bien se necesita un tono alto, y en cuanto lo bajas, la visión energética también pierde fuerza. En esta lección te explicaré cómo ver la energía y reconocerla realmente de posibles problemas de visión o efectos ópticos, que llevan a algunas personas a confundirse. Si observas atentamente las imágenes al principio del capítulo, probablemente te darás cuenta de que es un fenómeno que ya has visto al menos una vez en tu vida, pero que nunca has sabido explicar o simplemente has ignorado, sin darle importancia al motivo por el que lo veías. Seguramente habrás pensado en problemas de visión, pero no es así.
Definimos este tipo de energía como energía estática, porque las primeras veces que te detienes a observarla te parecerá ver la estática de los televisores antiguos, cuando no funcionaban los canales, no había señal o no sintonizaban la frecuencia correcta. De esta manera podríamos distinguir la energía estática de la pránica, porque hay una diferencia importante entre ellas. Como te expliqué en las clases sobre la energía, no hay ningún lugar donde no esté presente, porque está en todas las casas, en todas las ciudades, en todos los bosques. ¡Todo es energía! Como en las imágenes que encuentras al principio del artículo, basta con fijar la mirada en un punto de tu habitación durante unos segundos y enseguida notarás la presencia de estos puntitos blancos y negros que se mueven sutilmente. Te invito a que dediques unos segundos a observar cualquier punto de la habitación en la que te encuentres.
Bien, solo has prestado atención durante unos segundos y ya has visto que la energía estática también está presente en el lugar donde te encuentras. Por supuesto, unos segundos no son suficientes para darte cuenta de cuán presente está realmente en tu habitación, se necesita un periodo de tiempo más largo. Sin embargo, unos segundos te han bastado para darte cuenta de que, efectivamente, la energía estática existe.
Practicando la visión de la energía, podrás aprender a verla en cualquier lugar y en cualquier momento del día. Para empezar, sin embargo, debo explicarte cómo dar los primeros pasos para vivir experiencias reales y cómo evitar confundirte con los efectos ópticos. En primer lugar, te recomiendo que observes la energía durante la noche, o simplemente en una zona de sombra, porque en la oscuridad la energía es mucho más evidente. Lo que no debes hacer, en cambio, es observar el cielo, especialmente durante el día, con la esperanza de verla mejor, porque esos puntos y filamentos que verás al observar el cielo durante el día no son energía, sino miodesopsias. Si aprendes a ver la energía, reconocerás inmediatamente la diferencia, porque la energía estática y las miodesopsias tienen formas y movimientos muy diferentes entre sí. Además, la energía estática solo es visible después de un periodo de concentración absoluta, mientras que las miodesopsias no requieren concentración: basta con mirar al cielo y enseguida notarás estos puntitos y filamentos que se mueven rápidamente. La energía solo se puede ver elevando el tono o la vibración y, por lo tanto, concentrándose en querer verla, mientras que los problemas de visión no se producen a voluntad, sino que son permanentes. Si crees que ves «lo estático» todos los días, a altos niveles, sin necesidad de concentrarte, es probable que no estés observando energía estática, sino que se trate de un efecto óptico o un problema de visión. Mi consejo es que no te obsesiones con la idea: «Yo sé hacerlo, ¡así que ni siquiera lo intento! ¡Porque no necesito entrenarme para ver la energía! Ya la veo», porque, si lo haces, nunca descubrirás la diferencia entre la verdadera visión de la energía y los problemas de visión.
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Un ejemplo de efecto óptico puede producirse cuando se fija la mirada durante unos segundos en una lámpara, una bombilla, el sol o una pantalla luminosa (como un móvil, una tableta o un ordenador) y, tras pasar varios segundos mirando fijamente esta fuente de luz, al desviar la mirada hacia otra dirección, queda impresa en el ojo una mancha negra que sigue la mirada y solo desaparece varios segundos después. Esto es un efecto óptico, no es energía. Si ves «moscas voladoras» solo cuando miras al cielo u otros puntos muy luminosos, no estás viendo energía, sino miodesopsias. Es muy importante saber reconocer desde el principio la energía real de los efectos ópticos, los problemas de visión o cualquier otra cosa. Por poner otro ejemplo, si por la mañana observas el rayo de sol que entra por la ventana, notarás que dentro de ese haz de luz hay muchos puntitos que se mueven rápidamente, y es un fenómeno que no se ve en la sombra. ¡Ese fenómeno es en realidad polvo! Cuando un rayo de sol ilumina la habitación, se ven inmediatamente los puntitos de polvo que se mueven rápidamente, y esto, obviamente, no tiene nada que ver con ver la energía.
Para evitar que confundas la energía con el polvo visible a la luz del sol, los efectos ópticos y otros fenómenos, te recomiendo que practiques las primeras veces en una habitación en penumbra (no necesariamente a oscuras, también vale durante el día con las luces apagadas) o por la noche, para asegurarte de que lo que ves no son efectos ópticos debidos a la luz del sol. Una vez que hayas visto con tus propios ojos cómo se comporta realmente la energía, te resultará mucho más fácil reconocer cuándo la estás viendo y cuándo estás observando otros fenómenos (por ejemplo, las «moscas voladoras»), ya que, además de tener una forma diferente, también se comporta de manera diferente. De hecho, la energía comenzará a moverse, creando formas que se harán cada vez más visibles a tus ojos, hasta el punto de que empezarás a ver puntos de colores; eso es energía. Una vez que hayas comprendido, por tu propia experiencia visual, cómo es la energía, podrás decidir observarla dondequiera que te encuentres. Por ejemplo, puedes asomarte a la ventana y observar la electricidad estática que se mueve incluso en la distancia, por ejemplo, cerca de los árboles o de otras casas. Lo que no debes hacer es levantar la vista y fijarla en el sol o en el cielo mientras el sol aún está presente, porque en ese caso no estás viendo la energía, y es muy importante que comprendas las diferencias desde las primeras experiencias.
Aprender a ver la energía es fundamental para la evolución espiritual, en primer lugar porque te permite comprender realmente que está siempre presente, en cualquier lugar en el que te encuentres, en cualquier circunstancia, en cualquier momento, siempre estás rodeado de ella. Esto es muy importante, especialmente cuando necesitas sentirte protegido y recordar que la energía está ahí y que puedes utilizarla en tu beneficio. Pero antes de explicarte más sobre la energía estática, te invito a practicar la técnica para verla, para que puedas experimentarla de primera mano y aprender a reconocerla. Puedes decidir si quieres escuchar el audio que te guiará paso a paso o si prefieres leer las instrucciones escritas y practicar inmediatamente después. Sin embargo, si decides leer las instrucciones sin escuchar el audio, te recomiendo que leas atentamente todas las instrucciones y, solo después de haber terminado de leer, comiences a practicar. Esto se debe a que la pantalla tecnológica del ordenador, del teléfono o de la tableta perturba tu visión energética y la reduce, impidiéndote así obtener resultados óptimos durante la visión energética. Por esta razón, te recomiendo que no mires fijamente el móvil mientras practicas técnicas visuales como esta, ya que perturba y reduce tu Visión Energética. Dicho esto, podemos empezar.
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Elige un lugar cómodo para sentarte, desde donde puedas observar el centro de la habitación, sin que te molesten rayos de luz u otras fuentes demasiado brillantes.
Recuerda que para practicar la visión energética es fundamental mantener los ojos abiertos, así que intenta parpadear lo menos posible.
Concéntrate en un punto de la habitación, no en un mueble u objeto en particular, sino en la zona vacía de la habitación.
Por ejemplo, concéntrate en observar el espacio vacío que hay entre tú y la pared que tienes delante.
Mientras observas este espacio vacío de la habitación, respira profundamente, manteniendo los ojos abiertos.
Concéntrate en la intención de querer ver la energía estática, permaneciendo en silencio mental.
No tengas prisa, ten paciencia y mantén la concentración en el punto que has elegido.
No te preocupes si de vez en cuando se te mueven los ojos y pierdes de vista el punto que has elegido.
Sigue concentrándote, con el deseo de ver la energía.
Mantén los ojos abiertos y, mientras tanto, respira prana.
Concéntrate en respirar prana dentro de ti, con la intención de elevar tu vibración y ser capaz de ver mejor la energía.
Sigue fijando la mirada en ese punto, sin perder la concentración.
Permanece en silencio mental mientras observas la energía.
Es posible que ya estés empezando a ver la energía moviéndose, así que observa todos esos puntos blancos y negros que se mueven, casi bailando entre sí.
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Te darás cuenta de que puedes ver estos puntos en movimiento no solo en el punto que estás mirando, sino a tu alrededor, llenando completamente la habitación en la que te encuentras.
Respira prana dentro de ti, manteniendo los ojos fijos en la energía estática.
La guía termina aquí, pero puedes decidir continuar con la técnica durante unos minutos más.
¡Bienvenido de nuevo a tu primera sesión de visión energética! La primera vez es diferente para cada persona: algunos ya han empezado a ver la energía en movimiento, otros han encontrado más obstáculos para concentrarse, por lo que han visto menos; pero esto no debe preocuparte. ¡Es solo la primera vez! Al practicar esta técnica de nuevo, notarás que cada vez consigues un resultado mejor que el anterior.
Mi consejo es que practiques esta técnica un poco todos los días. Puedes decidir si la realizas sentado o tumbado mientras miras al techo antes de dormir; lo único que importa es que cada vez, aunque practiques solo unos minutos, te concentres en lo que estás viendo sin distraerte con tus pensamientos. Si te pierdes en tus pensamientos, tu vibración disminuirá, por lo que te resultará más difícil ver la energía. Si, por el contrario, te mantienes concentrado, la energía será más visible y seguirá haciéndolo minuto a minuto. Mi consejo es que practiques 10 minutos todos los días (¡o todas las noches!), poniendo un temporizador en el móvil que suene al finalizar la sesión establecida, para que no te distraigas mirando el móvil para ver cuánto tiempo ha pasado, porque, como ya he dicho, eso baja tu visión energética. Si prefieres quedarte mucho más de 10 minutos, ¡adelante! Porque cuanto más tiempo pases observando la energía, más alto subirás en vibración y empezarás a ver movimientos de energía muy diferentes a los anteriores. Por ahora, no te adelanto nada más, pero en la próxima lección te explicaré mucha más información sobre la Energía, además de describir los siguientes niveles que podrás encontrar practicando esta técnica con determinación. Mientras tanto, te recomiendo que la practiques sin posponerlo demasiado, porque aprender a ver la energía es mucho más importante de lo que parece. ¡Buena visión!
Fin de la página 4 de 4. Si te ha gustado el artículo, comenta a continuación describiendo tus sensaciones durante la lectura o la práctica de la técnica propuesta.