La visión energética: ¿qué es la visión espiritual? (1ª parte)
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La visión energética es la facultad psíquica que permite ver con los propios ojos los distintos tipos de energía y dimensiones. Se piensa que, dado que «todo» es energía, entonces todo se puede ver de la misma manera y al mismo nivel, pero no es así, porque cada energía es diferente y requiere un entrenamiento específico para desarrollar esa capacidad concreta.
Por ejemplo, quien es capaz de ver el aura de las personas no tiene por qué ser capaz de ver los orbes o la energía pránica con los ojos abiertos, obviamente. Esto se debe a que cada tipo de energía es diferente y requiere un tipo de entrenamiento diferente. La visión energética no funciona como la visión física, en la que todo lo que existe materialmente se puede ver de inmediato; aunque también habría mucho que decir sobre la visión física. De todos modos, si tomamos como ejemplo tu dormitorio, si te das la vuelta y lo miras con atención, puedes ver la cama, las paredes, la lámpara, los colores de cada uno de ellos, puedes ver si hay insectos dentro, puedes ver los peluches, los libros, puedes verlo todo, porque todo lo que es material es visible para tus ojos físicos. Sin embargo, con la visión energética no es tan sencillo, porque aunque aprendas a ver una determinada energía, por ejemplo, el aura de los objetos, eso no implica que también sepas ver una entidad, en caso de que esté presente en tu habitación. Esto significa que ese tipo de energía, como por ejemplo las entidades, escapa a tus ojos (o mejor dicho, a tu visión energética), por lo que podrías tenerla delante o incluso fijar la mirada en el punto exacto en el que se encuentra, pero seguirías sin ver nada.
La facultad de la visión energética es muy amplia, por lo que es necesario que analicemos todas las acciones posibles que se pueden realizar gracias a ella. Como ya se explicó en la lección anterior sobre el tercer ojo, facultades como la visión remota o la visión del futuro no pertenecen a la visión energética, aunque el verbo «ver» pueda llevar a engaño. Pero explicaré mejor estas capacidades en la próxima lección sobre el tercer ojo. Hoy, en cambio, nos centraremos en las facultades posibles a través de la visión energética, es decir, a través del uso de los ojos físicos. Como he explicado anteriormente, la visión energética es una facultad que debe entrenarse mediante el uso de los ojos físicos, es decir, manteniéndolos abiertos, no cerrados. Entre las facultades que pertenecen a la visión energética encontramos, en primer lugar,visión del aura, la que, por cierto, es una de las técnicas más fáciles de desarrollar: solo requiere un poco de paciencia, pero no exige un esfuerzo mental excesivo, al contrario, puede resultar muy relajante; solo se necesita un poco de concentración. A través de la técnica que te he enseñado en este artículo, puedes aprender a ver el aura de otras personas, como la tuya propia, así como el aura de objetos, animales, árboles, etc.
La técnica es muy sencilla, solo requiere un poco de entrenamiento: concéntrate en un objetivo, por ejemplo, un objeto, y fíjate en él con los ojos abiertos con la intención de ver el aura. Al cabo de unos minutos aparecerá un halo blanco, así que mantén la concentración, sin pensar en nada, con la intención de ver el siguiente nivel. Entonces empezarás a ver el aura no como un halo blanco, sino como un halo de color. Cuanto más avances, descubrirás halos más grandes, de diferentes colores entre sí, y alcanzarás niveles más altos que el anterior. Con el ejemplo de la técnica para ver el aura, te das cuenta de que las capacidades visuales no se detienen en un primer nivel, sino que pueden evolucionar y alcanzar niveles cada vez más altos. La visión energética no es como la física y durante mucho tiempo te resultará difícil comprenderlo y aceptarlo, porque cada vez que alcances un nuevo nivel de visión, pensarás que has alcanzado el máximo que se puede obtener y que, por lo tanto, ya no es necesario seguir entrenando porque ya eres capaz de ver «todo». Pero eso aún está muy lejos. Dado que la visión energética se desarrolla a través de los ojos físicos, estamos acostumbrados a creer que basta con abrir los ojos para ver toda la realidad energética, tal y como vemos la material, sin ningún esfuerzo. Los ojos físicos solo ven la materia, pero no ven la energía, para lo cual hay que entrenar mucho antes de alcanzar niveles muy altos.
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Entrenarse en la práctica del aura puede ayudar a mejorar la visión energética también hacia otros tipos de energía, pero no permite verlos a altos niveles sin entrenarse también en esas prácticas específicas de forma específica. Si alcanzas un buen nivel de visión áurica, por ejemplo, y puedes ver tres capas de aura de colores diferentes y de mayor grosor, eso no significa que hayas alcanzado el mismo nivel en lo que respecta a la energía estática, por lo que sigues estando en el primer nivel. Mientras que la práctica para aprender a ver las auras se encuentra en el tema Aura, la práctica para ver lo estático se encuentra en el tema Ver la energía. Aprender a ver lo estático te permite mejorar también la visión del prana. Pero la visión energética no se detiene aquí, de hecho, también se puede entrenar para otras prácticas específicas, por ejemplo, decidir ver las Entidades. Ver entidades no es algo negativo, porque existen muchas entidades positivas que pueden llenarte de experiencias emocionantes y conmovedoras. Cuando se piensa en entidades, se piensa inmediatamente en películas de terror, en esas escenas aterradoras, pero quienes realmente tienen experiencia con entidades saben que la vida real no es como en las películas, sino muy diferente. Saber ver entidades te permite vivir emociones que los demás no pueden conocer. A veces te emociona, otras te llena por dentro, porque sabes que no estás solo, incluso cuando todos a tu alrededor intentan hacerte sentir aislado e inadecuado. Ver y comunicarte con las entidades te permite comprender que nunca estás solo, y eso es algo muy positivo. Cuando aprendes a ver las entidades, te das cuenta de que todo ese miedo a verlas era más absurdo que otra cosa, porque disfrutar de la visión de su presencia, a veces, te da una verdadera motivación y aumenta tu placer por vivir, porque finalmente encuentras una razón para comprometerte más en estas prácticas, ya que realmente pueden conmoverte.
Pero no hay prisa, porque si no te interesa esta práctica, nadie te obliga a seguirla; pero eso no significa que tengas que renunciar a la visión del aura, de la energía y todo lo demás. Otra capacidad que pertenece a la Visión Energética es la de poder ver la existencia de seres dimensionales. Por ejemplo, puedes empezar a ver «insectos» energéticos, algunos muy parecidos a los insectos físicos que ya conoces, como las arañas; otros, en cambio, son muy diferentes de los que existen físicamente, son mucho más coloridos e interesantes. Ver este tipo de seres vivos con tus propios ojos crea una satisfacción increíble, porque te das cuenta de que la realidad que ves todos los días no es en absoluto la verdad, sino que esconde muchos secretos que solo desarrollando la visión energética puedes empezar a descubrir y comprender. Algunas personas cometen el grave error de consumir drogas para «aumentar», según ellos, la visión energética. En realidad, las drogas no hacen más que destrozarte el cerebro, romper todo tipo de defensas naturales y psíquicas. En otras palabras, las drogas no te hacen vivir experiencias espirituales, sino que te hacen sufrir una gran pesadilla de la que no será fácil salir.
Te aconsejo que te mantengas alejado de quienes te invitan a consumir drogas para vivir experiencias visuales «fuertes», porque esas no son experiencias reales y no te llevarán a una evolución espiritual: solo te llevarán a una muerte prematura y dolorosa. Mantente alejado de las drogas «ligeras», alucinógenas y todo lo demás, porque te arruinan la vida. Si realmente quieres evolucionar, concéntrate en practicar para desarrollar tus capacidades psíquicas, porque la práctica te permite evolucionar serenamente siguiendo tus propios ritmos y objetivos: todo lo que vivas será perfecto para ti, en absoluta armonía con tus deseos.
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Continuando, otra capacidad de la Visión Energética es la de ver los códigos de Matrix. No esperes que sean iguales a los de las películas, porque hay varias diferencias, y también en este caso profundizaremos mejor en el tema de Matrix. Para ver los códigos de Matrix hay que entrenar mucho la visión energética, ya que se trata de un nivel que no se alcanza fácilmente, al ser una técnica mucho más compleja; no es tan fácil como ver el aura. De hecho, te recuerdo una vez más que saber ver el aura no implica saber ver también todos los demás tipos de energía, como por ejemplo las entidades, los códigos de la Matrix, la energía estática a altos niveles, etc.
Sin embargo, a través de la visión energética, puedes aprender a ver también un atisbo de otras dimensiones. Por ejemplo, a través de la Visión de las Caras, una técnica que enseño sobre el tema de las vidas pasadas precisamente para que puedas ver en el espejo tus vidas anteriores o las caras de vidas pasadas en otras personas, estás empezando a ver «personas» que existen o existieron en otras dimensiones. Esta práctica te permite ver tus vidas pasadas y mucho más, ya que al desarrollar esta práctica a altos niveles también puedes ver la «habitación» o el lugar en el que se desarrollaba esa vida; por lo que estás viendo esa dimensión. Pero no es un nivel sencillo, ya que requiere mucha práctica, que solo aprenderás en el camino de las vidas pasadas.
Las capacidades que se pueden desarrollar a través de la Visión Energética no terminan aquí, y con el tiempo las analizaremos todas. Por el momento, te recomiendo que empieces a practicar al menos una de las técnicas visuales enseñadas hasta ahora en los Pasos, para que puedas experimentar de primera mano la importancia de la Visión Energética y comprender que no hay nada que temer, sino solo que aprender. La Visión Energética te abre un mundo completamente nuevo, que te permite evolucionar a planos de Conciencia muy elevados. ¡Solo tienes que probarlo!
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