Comprender cuál es la decisión correcta
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¿Es la decisión correcta?
Muchas veces nos hacemos esta pregunta. ¿Cómo sabemos cuándo es la elección correcta, en lugar de cuándo quizá lo mejor es no elegir?
En nuestra vida cotidiana, las diversas situaciones nos plantean elecciones, muchas veces casi obligándonos a elegir, aunque en realidad no deberíamos hacerlo. Hay ocasiones en las que debemos elegir y otras en las que no, pero las personas que nos rodean y las circunstancias nos apresuran y nos hacen creer que tomar una decisión inmediata es obligatorio. En todo esto, nos encontramos eligiendo no según nuestra voluntad real, sino según lo que estamos acostumbrados a hacer. En la práctica, acabamos eligiendo lo que siempre elegimos, incluso sin darnos cuenta. Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que, en muchas ocasiones, las situaciones que vivimos son creadas artificialmente por «algo» o «alguien» que consigue influir en nuestra vida sin que lo veamos ni lo oigamos, y decide empujarnos hacia decisiones que creemos que son nuestras, cuando en realidad son trampas artificiales programadas de antemano para nosotros, con el fin de crear una larga serie de acontecimientos que se construirán a partir de ese primer paso: entrar en la trampa.
En primer lugar, para no caer en la trampa, hay que analizar la situación en la que hay urgencia por tomar una decisión y comprender si realmente es urgente o si esta extraña urgencia nos viene impuesta desde fuera precisamente para hacernos equivocarnos. Por poner un ejemplo sencillo, es como el vendedor que tiene prisa por que firmes, no te da tiempo a pensar, porque sabe que si te tomas tiempo para pensar puedes informarte sobre el producto y descubrir todos sus defectos; cuanto antes firmes, antes se asegurará de haberte engañado sin que puedas dar marcha atrás: el trato ya está hecho, pero solo él sale ganando. Si, por el contrario, te tomas tu tiempo para reflexionar, puedes analizar todos los pros y los contras, lo que significa que tu elección final será realmente deseada: puede que tu elección final resulte errónea o que te lleve a acontecimientos que no deseabas, y esto puede suceder debido a la artificialidad; sin embargo, es menos probable que esto ocurra que cuando tomas una decisión demasiado apresurada sin darte tiempo para razonar todos los factores y evaluar si vale la pena. Por esta razón, cuando alguien o algo (como una sucesión de acontecimientos) te apresura demasiado a elegir, es bueno que te tomes tu tiempo y no te dejes influir.
Otras veces nos encontramos ante decisiones que son realmente urgentes: se trata de oportunidades y, si no las aprovechas al vuelo, se te escapan de las manos y nunca volverán a ser iguales. Estas oportunidades existen, pero no son tan frecuentes, por lo que el resto son «urgencias» que no son realmente urgentes.
Hay muchas ocasiones en las que las personas que nos rodean o los acontecimientos de la vida nos obligan a creer que debemos tomar urgentemente una decisión para dar un giro a nuestra vida y/o porque «es lo correcto». Sin embargo, debemos reflexionar si esa prisa excesiva nos traerá realmente algo bueno, o si ese salto al vacío será claramente un salto al precipicio. Hay y habrá muchas ocasiones en las que el simple hecho de esperar sin la urgencia de tomar una decisión inmediata sobre nuestra vida nos mostrará los resultados de ambos caminos que hubiéramos querido tomar y nos permitirá comprender con mucha más precisión cuál sería la elección correcta y cuál no. A veces, por lo tanto, basta con esperar...
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Sin embargo, también hay que saber que, si se trata de acontecimientos creados cuidadosamente sobre nosotros por alguien que es capaz de manipular los acontecimientos de nuestra vida, esperar no es suficiente, porque en este caso, cuanto más se espere, más se nublará la situación, haciendo cada vez más difícil encontrar una solución. Existen tecnologías capaces de controlar los acontecimientos y manipular literalmente a las personas para que nos digan y nos hagan lo que «quienes nos controlan» deciden que debemos hacer. A través de estas tecnologías es posible manipular realmente los escenarios de nuestra vida y hacernos vivir y creer todo lo que ellos quieren que vivamos y creamos. Principalmente en negativo...
Si deseas saber cómo estas tecnologías pueden controlar nuestras vidas, te recomiendo que leas el libro Apatìa, 7volumen, y comiences a comprender cómo las tecnologías pueden controlar literalmente nuestra voluntad, nuestras elecciones y nuestra vida.
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