La Naranja - La capacidad de programar sueños (parte 12)

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Llegamos así a la programación que hacen de nuestros sueños, que es entonces el espejo de la reprogramación mental que llevan a cabo artificialmente en nuestro inconsciente. Cuando soñamos algo es porque ya está dentro de nuestro inconsciente, independientemente de que lo reconozcamos o no, y no al revés, es decir, desde el momento en que soñamos entrará en nuestro inconsciente. Muchas personas han soñado con la existencia de extraterrestres incluso antes de descubrir su existencia, por ejemplo, han soñado con una raza alienígena concreta sin haberla visto nunca antes en ningún sitio (un aspecto de los extraterrestres que nunca se ve en las películas, dibujos animados, cómics...) y, sin embargo, más tarde descubrieron a través de mis libros sobre el tema de los extraterrestres que esas razas existían realmente. Si pensamos en los Grises, son una raza muy "publicitada" en películas, dibujos animados, videojuegos, esto se debe a que el gobierno explota el método que puede resumirse en "como todo el mundo lo sabe ya, cuanto más te lo muestre, más lo subestimarás", y así es exactamente como funciona. Como la gente se quejaba en gran número de ver a los Grises en sus casas y a estas alturas ya no se podía ocultar esta realidad, el Gobierno ya no podía negarla y por eso empezó a exhibirla, como si fuera una burla, insertando la imagen de los Grises en ridículos dibujos animados, películas cómicas, etc., de modo que la gente se familiarizó con la figura de los Grises y la aceptó inconscientemente como "divertida, agradable", al tiempo que denigraba a quienes afirmaban haber tenido experiencias reales con los Grises. "Como mucho soñabas con el Gris que veías en los dibujos animados" y así el gobierno se aseguró, como de costumbre, de silenciar la verdad mediante la ironía. Por otra parte, hoy podemos verlo en todos los frentes, cómo actores definidos como "cómicos" sirven para hacer propaganda al gobierno, y ridiculizan algunos temas serios y graves, para que la gente se ría de ellos y no se dé cuenta de la gravedad de la situación. Piensa en cómo todos los cómicos de hoy en día tienen que "reírse" de la pedofilia, cómo todos tienen que hacer chistes cutres sobre pedófilos y niños violados, como si fuera un tema divertido y sobre el que se pudiera bromear, como si no existiera, como si no ocurriera todos los días. De este modo, el gobierno se asegura de que la gente se ría de ello y no mueve un dedo para contrarrestar la pedofilia, que sabemos que está dirigida por los mismos políticos y el mismo gobierno. Entonces, cuando nos enfrentemos a un pedófilo, en lugar de darle una paliza, habrá gente riéndose de ello y defendiéndole como si fuera la víctima, porque eso es lo que quiere el Gobierno. A través de estos "cómicos" que no hacen reír a la gente y a los que se paga para que finjan divertirse con chistes sórdidos cuidadosamente diseñados para manipular a la gente, el gobierno se asegura de que un mensaje inconsciente penetre en la mente de la gente, en el colectivo, y no haya ninguna reacción de la gente ni siquiera ante las injusticias más graves. Al fin y al cabo, los cómicos de hoy son las prostitutas del Gobierno. Pero seguramente el papel de los cómicos no es en absoluto suficiente para que la aceptación de la pedofilia, y de tantos otros temas graves, cale en la mente de la gente, de hecho la mayor parte del trabajo se hace a través de la tecnología; luego la propaganda mediática -también a través de los "cómicos"- hace el resto del trabajo, que en cualquier caso tiene su efecto en la sociedad. Así que primero nos envían ondas a la cabeza, frecuencias artificiales, que programan nuestra forma de pensar para que sea lineal con lo que quiere el gobierno; luego añaden la Propaganda que vemos durante el día en forma de tantos inputs (insertados en anuncios, películas, entrevistas, vídeos, dibujos animados, la forma de vestir, la música que escuchamos, las modas sobre lo que comemos, cualquier cosa ) que sólo refuerza el programa que ya hemos recibido en el inconsciente. Así que primero lo instalan en nuestras cabezas y luego lo refuerzan mediante la Propaganda, para asegurarse de que fluye en el plano que ellos quieren que sea, y no se pierde en los meandros de la mente. Porque esto no ocurriría, por supuesto, si sólo nos enviaran ondas, pero no nos proporcionaran la manipulación mental visual y auditiva a través de la Propaganda a la que nos sometemos cada día.

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Por eso los dos frentes deben ir de la mano: la manipulación mental a través de las ondas y la manipulación mental a través de la Propaganda. De lo contrario, sólo uno de los dos no bastaría para suprimir nuestras mentes y encajonarnos para hacernos exactamente como el Gobierno quiere. Al gobierno no le importa que no pienses como "él" o que no estés de acuerdo con la injusticia; al gobierno le importa que no tengas el valor y la fuerza para hacer algo contra él y liberarte a ti mismo y a los demás de sus planes. Mucha gente se considera "libre" porque piensa de forma opuesta a lo que quiere el gobierno, lo que de todas formas no sería suficiente, pero luego ves que estas personas afirman que no están de acuerdo con la política, que quieren ser libres del gobierno, y luego se fuman los porros y no pasa una noche sin al menos una botella de alcohol. En todo esto, hay muy poca libertad frente a la jaula del gobierno en que la gente haga exactamente lo que el gobierno quiere. Porque recordemos que es el gobierno el que empuja a la población a consumir drogas, es el gobierno el que permite que las drogas se desarrollen y empuja su propagación por todo el mundo. Por otra parte, piensa que fue el gobierno estadounidense el que empujó a los militares y luego a los ciudadanos estadounidenses a consumir cocaína y heroína; así que si quieres ir contra el gobierno, lo primero que tienes que hacer es no drogarte. Otras personas, en cambio, intentan pensar realmente en lo que quieren y en lo que el gobierno impone a toda la población, e intentan no caer en las mismas trampas. Éste es un paso muy importante, aunque no basta para liberar a los demás, ni para sentirse completamente libre. La exclusión no basta para ser libre de las normas del gobierno, porque cuando éste quiera, puede volver a ponerte bajo su control. Para ser libre hay que actuar mucho más directamente, sobre todo psíquicamente, que es lo que más teme el gobierno en el mundo: que los humanos le ataquen psíquicamente porque no sabe cómo contrarrestarlos. En todo esto, si los ciudadanos hablamos de querer ser libres de la manipulación y los abusos del gobierno, somos unos villanos y unos anarquistas, pero mientras tanto el gobierno puede seguir utilizando sus armas psicotrónicas para reprogramar nuestras mentes, tanto mientras dormimos como mientras estamos despiertos, y nadie dice nada, e incluso tenemos que aceptarlo pasivamente, porque sin duda lo hace por nuestro bien. Lástima que ese bien nos esté llevando a la destrucción mental, psicológica y psíquica, así como a la creación de tantos cánceres que sólo existen en la humanidad desde que nos alcanzaron las radiofrecuencias de la tecnología gubernamental. Y además de eso, hay cosas peores. Así que a través de los sueños podemos darnos cuenta de ciertas manipulaciones mentales que han sido programadas en nuestro inconsciente, y que durante la noche salen a la superficie, es decir, suben a la "superficie" mientras dormimos y soñamos. Por ponerte un ejemplo, hacia 2013/2014 me di cuenta de que las Multinacionales explotan las ondas para insertar anuncios de sus productos directamente en nuestras mentes, incluso antes de que luego veamos los anuncios en la TV/pancarta en la calle, etc., y éste es un tema que describo en detalle a partir del Volumen 7. Sin embargo, para hacer un pequeño resumen por adelantado, tanto las multinacionales alimentarias como las farmacéuticas insertan "anuncios" mentales en nuestro inconsciente, que obviamente no sabemos que tenemos dentro, porque no se revelan en el consciente. A veces, sin embargo, puede ocurrirte que sueñes con todo lujo de detalles que comes o tomas un producto, que en realidad nunca has comprado, por lo que no te influyen los recuerdos del día anterior, pero que después de tener ese sueño tendrás un deseo muy fuerte de comprar. Por ejemplo, puede que nunca bebas cocacola, pero que una noche sueñes que bebes mucha cocacola con tus amigos, que te diviertes, que haces muchas cosas, siempre que varias veces en el sueño te veas bebiendo cocacola. Cuando te despiertes por la mañana tendrás antojo de esta bebida, aunque nunca la bebas, por lo que no es algo a lo que seas adicto, sin embargo tendrás un antojo enorme y tendrás que complacerlo: al final del día, ya sea inmediatamente o ya sea para cenar, beberás cocacola, porque has sido programado para ello.

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Esto es lo que ocurre tras someterse a publicidad mental mediante ondas de radio. A lo que alguien podría preguntar: "pero si bebo cocacola todos los días porque me gusta, ¿significa eso que no me estoy sometiendo a ninguna publicidad mental?" Para responder a esta pregunta sólo tienes que pensar en otra pregunta, que te dará respuesta a ambas: ¿crees que las multinacionales prefieren poner en tu mente una publicidad que dure exclusivamente un día, o prefieren instalar en tu mente una publicidad que dure el resto de tu vida? Su objetivo es convencerte de que bebas cocacola para siempre; si no lo consiguen, sólo la beberás una vez, lo que sigue significando que ese anuncio, aunque sólo sea una vez, ha entrado en ti. Pero si bebes cocacola todos los días, significa que todos los días ese anuncio está trabajando en ti, para obligarte a aceptar esa sustancia en tu cuerpo; y no importa si no lo soñaste (¡o puede que no lo recuerdes, porque ocurrió hace décadas!), pero ese anuncio seguirá habiéndose metido en tu cabeza y, como prueba, te habrá convencido de que bebas la misma bebida tóxica todos los días. Contiene enormes cantidades de sustancias químicas que sirven para desintegrar el cerebro, la conciencia, la capacidad de concentración, la memoria, la capacidad de reflexionar y de establecer conexiones entre los propios pensamientos; evidentemente provoca fuertes dolores de cabeza (los que toman esa bebida sufren fuertes migrañas tanto de día como de noche), eleva la tensión arterial, provoca dolores cardíacos, daños en el estómago, los intestinos, aumenta gravemente el riesgo de cáncer de colon y de vías urinarias, así como cánceres en el resto del cuerpo (intestinos, hígado, páncreas) está lleno de sedantes que sirven para que no sintamos el dolor que la misma bebida nos provoca al beberla, para que no notemos nada hasta que sea demasiado tarde y no nos digan que los tumores que tenemos los ha provocado la misma bebida; y por si todo esto fuera poco, está lleno de nanotecnología, que va directamente al cerebro y al resto de órganos, para reprogramar sus sinapsis y tejidos: reprogramando así nuestros pensamientos. Éstas son sólo algunas de las razones por las que no debes beber en absoluto estas bebidas, ni siquiera una sola vez. Si dejas de beber inmediatamente estas bebidas nocivas, notarás al cabo de meses -que el cuerpo necesita necesariamente para empezar a limpiarse- que la salud de tu cuerpo mejorará, que estarás más concentrado y menos apático, que disminuirán tus trastornos del sueño, que cesarán tus dolores de pecho y que tus pensamientos y razonamientos serán distintos de los que tenías varios meses antes. Si las Multinacionales han aprendido a hacer publicidad a través de ondas de radio directamente en nuestro cerebro (y puedes leer cómo lo hacen, y cuáles son los efectos sobre nuestra mente y nuestra salud, en el 7º volumen de esta serie de libros sobre los Extraterrestres) podemos y debemos intentar imaginar de qué son capaces los extraterrestres con tecnologías mucho más avanzadas, pues son los extraterrestres quienes han ofrecido estas tecnologías al gobierno, que luego las utiliza en diversos frentes, entre ellos el de aumentar el poder de las Multinacionales alimentarias y farmacéuticas a través de la publicidad directa a nuestras cabezas. Los sueños nos revelan, a veces, a qué programación mental estamos sometidos, pero no es fácil comprenderlo porque en los sueños estás sometido a los "anuncios" y no los vives lúcidamente, por lo que estar sometido al sueño significa vivir el proyecto artificial pensando que es correcto y positivo; es una vez despierto cuando tienes que reflexionar sobre lo que soñaste y observar qué es real, sensato, positivo, y qué en cambio de ese sueño es puramente manipulador; pero no será fácil porque incluso una vez despierto seguirás pensando que ese sueño era positivo, porque has sido programado para pensar así.

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Para nosotros, los humanos, soñar es algo natural y una obligación, hasta el punto de que sólo si tienes daños cerebrales dejas de soñar, por ejemplo, si has tenido un grave accidente de coche que te ha dañado el cerebro, o si has tomado drogas que te han dañado el cerebro, o si has tenido un tumor u otras enfermedades por las que te han operado del cerebro, puedes dejar de soñar durante el resto de tu vida. Sin embargo, si no se ha experimentado nada de eso, no soñar es una advertencia muy importante de daño cerebral que no debe subestimarse. Por otra parte, meditando, muchas personas que no soñaron durante muchos años, han empezado a soñar de nuevo; esto nos permite comprender que la Meditación puede corregir daños cerebrales, y permitir que las zonas afectadas se reparen y restauren. Si personas que no habían soñado durante más de 20 años empezaron a soñar de nuevo después de empezar a Meditar, esto demuestra cómo la Meditación tiene la capacidad de reparar el cerebro. Esto no debe ignorarse en absoluto. Baste decir, como saben los que meditan, que si decides meditar por la mañana nada más despertarte, empezarás a recordar todos los sueños que tuviste durante la noche, mientras que si no meditas por la mañana, puedes llegar a la noche sin recordar los sueños que tuviste la noche anterior. Lo que nos permite comprender que, además de reparar la zona del cerebro que se ocupa de la capacidad de soñar, la Meditación también aumenta la memoria, lo que nos hace capaces de recordar lo que hemos soñado la noche y las noches anteriores; sin Meditación uno apenas recuerda todos los sueños que ha tenido durante la noche, desde el mismo momento en que se despierta, y hasta que no los recuerda no puede saber que los ha olvidado. Soñar nos permite recordar ciertos acontecimientos que nos sucedieron en el pasado, porque durante el sueño el cerebro reprocesa los recuerdos del día vivido y de los días/meses/años anteriores. Soñar es la función que utiliza el cerebro, mientras duerme, para superar traumas pasados, para disolver ciertos bloqueos psicológicos y afrontarlos emocionalmente, y para proyectarse positivamente en el futuro. No es sólo soñar, sino que es una facultad que el cerebro utiliza para repararse a sí mismo, para afrontar y disolver traumas, y de nuevo para proyectarse en el futuro y organizarse de modo que durante el día se nos ocurran buenas ideas que nos motiven a hacer realidad nuestro futuro. El acto de soñar es una fase muy importante para nuestro cerebro. Por eso también es útil soñar, y desde luego, si sólo sueñas con sucesos negativos o pesadillas, necesitas mejorar tus hábitos diarios y alejarte más de las tecnologías, que son las que introducen en nuestro inconsciente programas negativos que luego dan lugar a pesadillas y escenas negativas. Soñar sólo con pesadillas es una prueba de que algo va mal en nuestro pensamiento y en nuestra forma de pensar: si sólo sueñas con escenas violentas y pesadillas, significa que tus pensamientos durante el día son excesivamente negativos, y durante la noche dan lugar a escenarios de fantasía negativos y violentos. Por tanto, debes observar tus pensamientos durante el día y concentrarte en pensar de forma más positiva, para limpiar tu mente y mejorar tu inconsciente; tener pensamientos negativos perennes no es bueno para tu salud mental, y debes trabajar en ello. Sin embargo, aunque no tengamos pesadillas durante la noche, seguimos siendo víctimas de la manipulación de las ondas, lo que significa que somos manipulados tanto mientras dormimos como mientras estamos despiertos. Las ondas afectan a nuestro inconsciente y lo hacen tanto mientras dormimos como mientras estamos despiertos, porque estar "despierto" no significa estar "psíquicamente consciente". Las ondas actúan sobre el inconsciente, lo que significa que nos reprograman desde dentro, y deciden lo que debemos ser y lo que debemos pensar que somos, desde lo más profundo de nuestro ser. Así que en el consciente pensamos que somos, pero lo pensamos según lo que nos han programado para ser en el inconsciente. Trabajar en el propio inconsciente es muy difícil, pero se consigue meditando, porque esta técnica permite que los proyectos instalados en nuestro inconsciente salgan a la superficie.

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A los extraterrestres no les gusta que los humanos sólo podamos "ocuparnos" de nuestros problemas soñando, mientras dormimos, y que podamos superar traumas e incluso sacar valor y motivación de los sueños que traemos a la realidad; por eso crearon tecnologías capaces de "bloquear" los sueños útiles de los humanos, o mejor dicho, de bloquear la zona del cerebro que se ocupa de soñar con el fin útil de que el cerebro se limpie y se repare, y sustituir nuestros sueños por vídeos, proyecciones, que tenemos que vivir durante la noche, pero que no permiten que el cerebro se repare como debería. En la práctica, mientras dormimos, en lugar de soñar normalmente, los extraterrestres nos distraen con proyecciones, vídeos proyectados en nuestras cabezas, que sustituyen a nuestros sueños naturales. Los extraterrestres, junto con el gobierno, "bloquean" nuestra capacidad de soñar de forma natural porque, de lo contrario, estos sueños de nos ayudarían y repararían. Entre los sueños que nos ayudarían también están los sueños premonitorios. Partamos de la base de que los sueños premonitorios existen, y es la capacidad de predecir el futuro mientras se está dormido. Los sueños premonitorios permiten soñar con acontecimientos del futuro que se harán realidad, incluso con extrema precisión y detalle, y este soñar con ellos con mucha antelación permite a la persona que los experimenta cambiar ciertos acontecimientos y factores para mejorar su futuro antes de que ocurra. Los sueños premonitorios pertenecen al Sexto Sentido y son una Facultad Psíquica muy normal, es decir, es natural soñar y es natural soñar con el futuro. Sin embargo, soñar con el futuro nos permite darnos cuenta de que todo esto es real y de que las Facultades Psíquicas existen realmente, y como soñar con el futuro existe, también existen todas las demás Facultades, lo que nos permite abrir la mente y decidir estudiar y evolucionar también en las demás. Esto es lo que el Gobierno y los Extraterrestres que están por encima de él quieren impedir que hagamos, por eso bloquean nuestra Facultad Psíquica de tener sueños premonitorios, actuando química y tecnológicamente sobre la zona de nuestro cerebro que se ocupa de los sueños, para que no tengamos sueños útiles, y mucho menos premonitorios. El cerebro utiliza el tiempo de sueño, y de soñar, para repararse. El cerebro necesita soñar para desahogarse, para purgar los recuerdos negativos y reprocesarlos, necesita esta fase para limpiarse de lo que es perjudicial para su salud y, por tanto, para nuestra salud. Sin embargo, como cada vez más gente se da cuenta, hoy en día parece como si durmiéramos para nada, porque después de dormir nos despertamos más cansados que antes, como si no hubiéramos dormido nada, o como si dormir empeorara las cosas. Todo esto ocurre porque el cerebro, en lugar de repararse mientras duerme (como debería hacer para seguir su diseño natural) recibe aún más manipulación y reprogramación por medios artificiales, lo que lo estresa y cansa aún más. Así, en lugar de despertarnos renovados y descansados, nos sentimos como si hubiéramos dormido para nada, o nos sentimos incluso peor que cuando nos fuimos a dormir. Cuando los extraterrestres descubrieron que el descanso era importante para nosotros los humanos, y que soñar era igual de importante para reparar nuestra psique, se involucraron y empezaron a reprogramar el cerebro humano incluso durante la fase de sueño. En este capítulo explicaré cómo funciona esto. Más tarde, también añadieron a los Naranjas, al darse cuenta no sólo de que los humanos sueñan para repararse, sino también al descubrir que pueden interactuar con nuestros sueños, y que pueden introducir "ideas extrañas" en nuestras mentes si se nos hace vivirlas incluso durante un sueño, que luego aceptamos como propias y pasan a formar parte de nuestro pensamiento y personalidad. Es decir, descubrieron que haciéndonos soñar un acontecimiento, incluso muy articulado, una vez despiertos nos inclinaremos a repetir ese acontecimiento también en la vida. Esto no debería ser así, porque lo que soñamos, todos lo sabemos, es imaginario, por lo que no debería repetirse en la realidad. Sin embargo, los Naranjas han conseguido crear una tecnología que instala en nuestro cerebro sueños tan profundamente manipuladores que, una vez que nos despertamos, los aceptamos como realidad. Ya te he explicado el ejemplo de beber la bebida nociva sólo porque has soñado con ella durante la noche y luego, en la realidad, te sientes impulsada a querer beberla de verdad; pero también podemos pensar en el clásico ejemplo en el que sueñas que tu novio te engaña y luego, una vez despierta, te sientes inquieta y molesta como si ese sueño fuera real, ¡aunque no lo era! ¡Sólo era un sueño! Pero sigues despertándote molesta como si aún quisieras creer en ese sueño y puede que acabes decidiendo dejar a tu pareja segura de que te estaba engañando.

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El concepto es similar, pero se extiende a muchos más ámbitos, en los que no te despertarás tan inquieto, sino que una vez despierto sentirás la necesidad de repetir ese acontecimiento soñado también impulsado por una extraña euforia, una felicidad que no es real, sino artificial. Siguiendo con el ejemplo negativo, te sentirás motivado a discutir con tu pareja, e incluso pensarás en dejarle, sólo por escuchar ese sueño que sólo era un sueño, pero que para ti se convierte en un sustituto de la realidad. Esto es lo que los Naranjas son capaces de hacer reprogramando nuestras mentes. Pero también pueden hacerlo introduciendo en tu mente un falso sentimiento positivo que te hará cometer graves errores impulsado por una extraña euforia y sensación de satisfacción, que también son falsas. Partamos de la base de que durante toda mi infancia tuve sueños premonitorios que me permitían ver mi futuro, constantemente, incluso cada día. Cada vez me daba más cuenta de que tenía la capacidad de tener sueños premonitorios desde el momento en que incluso las situaciones más absurdas se hacían realidad exactamente como las había soñado, hasta el más mínimo detalle. Era tan evidente que mi madre me preguntaba cada día qué había soñado, porque sabía -y también había reconocido- cuándo mis sueños eran realmente premonitorios. Por otra parte, ella y mi hermana también tenían sueños premonitorios, aunque menos numerosos y detallados que los míos, y por eso me creían y me preguntaban cada día qué había soñado. Es bueno comprender que, en su mayor parte, los sueños de las personas son ficticios, otros hay que interpretarlos, muchas veces son arrebatos del cerebro que éste utiliza para limpiarse de la basura artificial que le llega durante el día (y la noche), por lo que no podemos darlo todo por cierto; al contrario, sólo podemos reconocer los sueños premonitorios a partir del momento en que se hacen realidad. Los sueños premonitorios no deben interpretarse, sino que resultan ser en realidad idénticos a como los soñamos. Ya de niño aprendí a distinguir los sueños fantásticos de los sueños lúcidos y de los sueños premonitorios, y lo hice a la perfección, porque la experiencia a lo largo de mi infancia me había permitido comprender las diferencias entre los tres tipos de sueños y así llegué a ser capaz de reconocerlos inmediatamente. Por eso, con la experiencia, aprendí a reconocer qué sueños se realizarían mucho antes de que ocurrieran, rebautizándolos precisamente como sueños premonitorios, de los que eran sueños de otro tipo, y así, a veces, prestando atención a lo que me comunicaba el sueño, sabía cómo se realizaría. Sin embargo, si no Meditas y no sabes utilizar plenamente tus Facultades Psíquicas, es evidente que no basta con ser capaz de ver el futuro hasta que no dispongas de las técnicas para poder modificarlo y cambiarlo; cuando yo era niño aún no sabía Meditar, por lo que ni siquiera pude desarrollar la capacidad de cambiar el futuro a mi gusto (que sólo empecé a desarrollar a partir de los 15 años, cuando empecé a Meditar y a Practicar). Así que viví mi infancia con la existencia de estos tres tipos de sueños: los de fantasía, que podían interpretarse y llegar a ser útiles de todas formas, los que podía hacer lúcidos, que me ayudaban a experimentar y salir astralmente (a través del oobe) y los premonitorios, que me permitían conocer mi futuro con mucha antelación. No creía que los sueños premonitorios fueran una carga para mí (ya que muchas personas describen "sus dones" como si fueran cargas), aunque la mayoría de las veces presagiaban acontecimientos negativos; por otra parte, me molestaba conocer el futuro pero no saber cómo cambiarlo, porque esto ocurría y la mayoría de las veces no podía salir de aquel proyecto que ya estaba decidido. Ver el futuro no significa que uno sepa también cómo cambiarlo, y que se realice como uno ha soñado. Por otra parte, para un niño es aún más complicado comprender cómo cambiar el futuro, y eso simplemente ocurre. Reitero que sin práctica no podemos salir de un programa artificial hecho a nuestra medida, por lo que predecir el futuro también me resultó útil, pero no suficiente. Mi experiencia con los sueños premonitorios duró muchos años, hasta la adolescencia, y de repente desaparecieron como si se hubieran bloqueado. Hasta entonces supe distinguir los sueños puramente fantasiosos de los interpretativos, porque aunque parecían sólo arrebatos cerebrales, tenían un simbolismo que mi inconsciente utilizaba para comunicarme algo.

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Por ejemplo, recuerdo que cuando soñaba que perdía los dientes, en mi caso concreto, significaba que un periodo negativo de la vida llegaba a su fin y empezaba otro completamente distinto, como una ruptura decisiva. Así pues, aunque sabía que las interpretaciones generales de los demás eran que la pérdida de un diente debía interpretarse como la llegada de un acontecimiento negativo o incluso la muerte de un familiar o amigo cercano, sabía en cambio que en mi caso significaba el final de un periodo de mi vida, el cese, el cambio total, por lo que no se basaba en la pérdida de una persona física, sino en un periodo de mi vida que estaba cambiando, para bien o para mal; Este último factor, es decir, si el periodo siguiente sería bueno o malo, debía comprenderlo a partir de los demás detalles del sueño, que debían interpretarse de la forma correcta. Y así ocurrió realmente: tras soñar que perdía los dientes, algo en mi vida se revolucionó de repente y mostró el comienzo de una fase diferente de mi vida, como si un periodo hubiera terminado para comenzar otro. Así que, al cabo de un tiempo, me di cuenta de que no sólo existían los sueños lúcidos, los sueños premonitorios y los sueños fantásticos, sino también los que eran "ficticios" pero poseían símbolos que había que interpretar personalmente. Con símbolos no me refiero a símbolos dibujados, sino a elementos que simbolizaban acontecimientos; por ejemplo, si soñaba con perros significaba una cosa, si soñaba con puertas que se abrían significaba otra, si soñaba con un animal que se ahogaba tenía un significado distinto al de soñar con una persona que se ahogaba, etcétera. Aprendí a interpretar los sueños y, a través de la experiencia, me volví cada vez más capaz de interpretar también los sueños de otras personas con gran detalle. Nunca me acerqué a los libros de interpretación de los sueños porque las pocas veces que leí interpretaciones nunca coincidían con mis propios sueños; al contrario, aprendí a interpretar los sueños según mi propia experiencia, por lo que más tarde aprendí también a interpretar los sueños de otras personas con gran detalle, hasta el punto de que interpretar los sueños de otras personas se convirtió en una habilidad muy fuerte en mí y muchas personas me pidieron ayuda para comprender sus mensajes inconscientes. Sin embargo, la experiencia me mostró que, además de estos 3 o más bien 4 tipos de sueños, también había sueños manipulados y programados, que se convirtieron en el 5º tipo de sueño. Además de los sueños premonitorios, los sueños lúcidos (sueños en los que eres consciente de que estás en un sueño y puedes volverte loco, puedes hacer lo que quieras porque sabes que no arriesgas nada, por ejemplo sabes que puedes volar porque no hay reglas, y sabes que si te caes no morirás, porque sólo es un sueño y eres consciente de ello), y los sueños de fantasía (en los que se mezclaban varios elementos, como recuerdos, deseos, cosas vistas en la televisión o en vídeos musicales, etc.), estaban los de interpretación (sueños en los que, aunque aparentemente ficticios, aparecen elementos que simbolizan la explicación y las respuestas a determinados problemas y preguntas de la propia vida), en los que incluso se pueden comprender determinados puntos del futuro, aunque no sean sueños premonitorios, gracias a los elementos presentes en el sueño que, si se interpretan bien, predicen determinados acontecimientos futuros. Así, reconocí en mi propia experiencia, ya de niña, la existencia de estos cuatro tipos de sueños, sobre los que experimentaba voluntariamente cada noche y, sin darme cuenta, me entrenaba. Cada noche, antes de irme a dormir, pretendía volverme lúcida mientras dormía, y lo intentaba una y otra vez, y muchas veces lo conseguía, iniciando sueños lúcidos, otras veces se convertían en sueños premonitorios, y era así que, sin darme cuenta, lo que para mí era un juego, en realidad me estaba entrenando en esas Facultades Psíquicas. Sin experiencia directa no es nada fácil comprender la diferencia entre estos tipos de sueños, porque sería muy fácil malinterpretar algunos de ellos: por ejemplo, si soñaras que el chico que te gusta te invita a salir, podrías engañarte pensando que se trata de un sueño premonitorio, cuando en realidad sólo es una fantasía, o incluso convencerte de que es un sueño interpretable y que significa que él también siente amor por ti, cuando en realidad tiene otra idea en la cabeza.

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Pero engañarte con una fantasía te llevaría a sufrir o incluso a dar pasos en falso, hasta el punto de que acecharías a esa persona porque te convenciste de que te quiere aunque no te lo diga, lo que se convertiría en un gran problema. Por tanto, es difícil reconocer el tipo de sueño de improviso, si no lo experimentas antes, y la experiencia se adquiere a fuerza de estudiar tus sueños, anotarlos en tu diario, analizarlos detalladamente, comprender cuáles hay que tener en cuenta y cuáles hay que dejar de lado en función de los "mensajes" que contengan, etc., durante años y no sólo durante dos días pensando que te convertirás rápidamente en un experto en algo en lo que no lo eres en absoluto. No tuve el problema de confundirme, ya que empecé, sin darme cuenta pero haciéndolo de hecho, a entrenarme para reconocer los sueños que experimentaba cada noche desde una edad muy temprana, de modo que mis sueños fueron mejorando cada vez más, hasta el punto de que las diferencias eran tan precisas y los sueños premonitorios llegaron a ser tan perfectos que era casi imposible no reconocerlos o confundirlos. Los sueños fantasiosos eran demasiado fantasiosos, los sueños interpretables parecían casi situaciones de aventura que luego resultaban ser muy significativas; los sueños lúcidos eran evidentes, siempre estaba volando, y por último los sueños premonitorios, ah, mis queridos sueños premonitorios; me sentía insuperable gracias a ellos. No tenía ningún problema, porque mis sueños me lo decían todo, me decían quién me traicionaría, quién me amaría, qué profesor me interrogaría y sobre qué tema, qué nota me pondría en la escuela. Realmente era pan comido, todo era muy fácil, pero predecir el futuro no significaba saber cómo cambiarlo, por eso al principio no apreciaba mucho esa habilidad, porque en general predecía acontecimientos negativos la mayoría de las veces, que luego se hacían realidad, sin saber cómo cambiarlos. A veces incluso podía ocurrir que casi echara la culpa a los sueños si ocurrían sucesos desagradables en la realidad, como si poder prevenir el futuro fuera una condena en lugar de una bendición, pero claro, entonces cambiaba inmediatamente de opinión, porque pensaba "¿cómo me sentiría si no volviera a experimentar sueños premonitorios?", que inmediatamente me sentía muy afortunada. Sin embargo, no saber cómo cambiar el futuro me amargaba. No había comprendido que los sueños premonitorios servían para permitirme cambiar el futuro, y que no eran en sí mismos un indicio de cambio; los sueños servían para predecir, luego tendría que hacer el resto pero mediante el uso de otras técnicas, mediante el desarrollo de otras Facultades Psíquicas que aún no sabía que tenía, y que tendría que desarrollar mediante Prácticas Psíquicas que obviamente desconocía porque era demasiado joven y aún no meditaba. Así que, después de tener el sueño, a veces no sabía realmente cómo podía cambiar mi suerte, y simplemente me sentaba con las manos en la masa a esperar que se hiciera realidad, porque no sabía cómo podía cambiarlo en absoluto; me hacía sentir débil. A mi alrededor, las personas con las que hablaba de ello, por ejemplo los amigos en los que confiaba, aunque fuéramos niños, me decían "¿qué haces con estos sueños premonitorios si de todas formas no puedes cambiar tu futuro?Y eso me molestaba amargamente, y después de oírles hablar así de ello, para mí los sueños premonitorios se convirtieron casi en algo de lo que quería deshacerme, aunque sabía muy bien que en el fondo me sentiría vacía sin ellos, pero a veces quería ser "normal", como los demás, es decir, sin facultades, parecerme a ellos. Sin embargo, aparte de las veces en que me dejaba influir por las opiniones de las otras chicas, la mayor parte del tiempo era feliz porque mis sueños premonitorios nunca se equivocaban, así que podía confiar ciegamente en mis sueños porque sabía que no se equivocarían por ningún motivo. En cierto momento, sin embargo, todo se paralizó y no comprendí inmediatamente las razones, pero de repente ya no pude tener sueños premonitorios. Y he aquí que coincidió con el comienzo exacto en el que aparecieron los sueños preprogramados: el 5º tipo de sueños que aún no había reconocido. A partir de ese momento, todo pareció desmoronarse. Justo antes de que mis sueños premonitorios cesaran de repente, empezaron a suceder acontecimientos muy negativos en mi vida, empezaron a producirse cambios graves en mi familia (incluida una violencia física repentina, desmotivada y muy peligrosa hacia mí) y todo a mi alrededor parecía volverse loco.

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Además, hay que decir que desde muy pequeño viví en una casa donde había varias entidades, en su mayoría negativas, que podía ver y sentir. Evidentemente, los niños son mucho más activos psíquicamente y pueden ver a las Entidades aunque los adultos no las vean; seguramente el hecho de que mis padres dejaran de vacunarme desde muy pequeño ayudó a que mis Facultades se desarrollaran sin interrupciones graves, que es el propósito exacto de los refuerzos de las vacunas (de hecho, el último refuerzo que me dieron fue cuando tenía unos 5-6 años; a partir de ese año, no me volvieron a vacunar) y, desde luego, me ayudó a mantener mi psiquismo activo a pesar de que crecía mientras mis compañeros se vacunaban y, de hecho, perdían todas las Facultades que habían mostrado hasta entonces. Yo, por mi parte, seguía viendo y sintiendo a las Entidades a pesar de estar creciendo, por lo que cuando cumplí 15 años y empecé a Meditar y a Practicar decidí entrenarme para mejorar aún más, aprendiendo así a hacer malabarismos con las técnicas psíquicas. Volviendo a aquel periodo en el que, por alguna razón, ya no podía tener sueños premonitorios, las presencias que solía ver empezaron a volverse mucho más agresivas hacia mí, aunque siempre habían sido agresivas (de hecho, tuve que soportar algunas experiencias muy pesadas y muy negativas a lo largo de mi infancia a causa de estas "entidades"), pero en aquel momento se volvieron aún más peligrosas y físicamente violentas hacia mí. Sólo más tarde descubrí que entre todas esas "Entidades" que veía todos los días y todas las noches, también se escondían astutos Extraterrestres, que fingían ser "presencias energéticas", es decir, Entidades, pero que en realidad también se presentaban físicamente, hasta el punto de que me abdujeron. Hubo varias experiencias en las que vi con mis propios ojos que abrían portales físicos en la pared de mi habitación desde la que me abducían y me hacían cruzar la pared, tumbado e inmovilizado en un catre, lo que permitía acceder a su base, ya que conectaba mi habitación con su base. Pero no comprendí mejor estas experiencias hasta más tarde, así que hasta entonces temía a esas "entidades" como tales, aunque sabía que podían abducirme y llevarme físicamente, pero hasta entonces creía que "sólo" eran entidades negativas algo diferentes de las demás. Como si el término cambiara entonces lo que realmente estaba ocurriendo; sin embargo, llamarlas Entidades me hacía sentir menos la gravedad de lo que realmente estaba ocurriendo que si las hubiera llamado "Extraterrestres". Evidentemente, esta idea era una manipulación alienígena para que no me diera cuenta de que era víctima de su abducción, por lo que decir que eran "Entidades" me hacía sentir mejor, aunque me estuvieran abduciendo físicamente. En aquella época, todo y todos en mi familia parecían volverse locos, la violencia repentina aumentó, mis padres y hermanos eran muy violentos conmigo y a menudo me pegaban, me encerraban en mi habitación y me impedían ir a la escuela, tanto que en aquellos momentos yo deseaba absurdamente ir a la escuela para no estar en casa con ellos, y se produjeron cambios inmediatos que trastornaron a la familia y mi vida, y en todo esto las visitas de "Entidades" o Extraterrestres eran cada vez más frecuentes, incluso todos los días. En toda esta confusión me di cuenta de que llevaba unos días sin tener sueños premonitorios, que luego se convirtieron en semanas, y después en meses. No desaparecieron definitivamente, pero pasé de tener al menos un sueño premonitorio al día, a uno... raramente, una vez cada 4-6 meses. Fue un periodo largo y muy estresante para mí, y pensé que el estrés de lo que estaba viviendo estaba afectando a mis facultades; lo cual era obviamente cierto, pero no habría sido suficiente por sí solo. No sabía que si mis sueños premonitorios estaban bloqueados durante ese periodo, era a causa de los extraterrestres que me estaban atacando y abduciendo continuamente en ese mismo momento, con el objetivo de quebrantar mis Facultades Psíquicas e impedirme Evolucionar. Yo todavía no lo sabía, ni me protegía de los extraterrestres, pues aún era muy joven y ni siquiera había encontrado todavía la Meditación. Todos los días, y repito todos los días, aparecían ante mí. Pensaba que eran Entidades, y cada día me torturaban.

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Para ellos era un juego porque, de todos modos, yo no era más que una niña y no podía hacer nada, excepto tener miedo, e incluso si se lo hubiera contado a alguien nadie me habría creído, era muy consciente de ello. Me causaron tantos arañazos físicos, moratones y mordiscos incluso en partes de mi cuerpo donde no podría habérmelos hecho por mí misma aunque lo hubiera intentado mil veces, que las pruebas eran más que evidentes, pero estaba segura de que nadie me habría creído de todos modos, así que me guardé toda esta historia para mí. Seguía ocurriendo, y yo seguía ocultando los moratones y los mordiscos, así que no había ninguna razón científica para que me los causaran: no formaba parte del experimento, morderme o golpearme no formaba parte de los experimentos científicos que los alienígenas tenían que realizar conmigo, simplemente lo hacían por diversión, lo hacían porque les divertía. Entre ellos había humanos, que más tarde descubrí que eran científicos que disfrutaban torturando a niños, incluido yo. Por supuesto, no fui el único niño torturado. Una vez, de niño, me desperté en mi habitación con un niño de la misma edad que yo, dado por muerto, desnudo en el suelo, encogido y dolorido, con la cara dolorida, sucia y llena de moratones y cortes; era tan real que podía olerle, podía oler su cuerpo. Unos minutos después todo desapareció, estaba absolutamente segura de que le había visto físicamente, pero todo desapareció. Aquella escena, que aún recuerdo como un hecho real, me asustó tanto que durante años me sentí profundamente asustada, y al mismo tiempo culpable, porque el recuerdo de aquel niño abandonado a su suerte en el suelo junto a mí me asustaba cuando cerraba los ojos, y al mismo tiempo me partía el corazón porque quería cubrir a aquel niño y levantarlo para ver si seguía vivo, pero no tuve el valor porque estaba demasiado asustada, tenía unos 6 o 7 años. Durante años ese recuerdo me atormentó, porque sabía que era real. A aquella gente le gustaba torturar a los niños, aquellos médicos y científicos que vi durante los secuestros que sufrí, así como soldados de diversas etnias, no tenían ningún motivo para torturarnos, pero lo hacían porque les gustaba, les divertía. Como yo, muchos otros niños de todo el mundo fueron secuestrados y torturados de la misma forma o incluso de formas peores. Hasta que conocí los términos -que más tarde les daría-, a los ojos de mi infancia todos ellos eran considerados fantasmas: algunos tenían un aspecto feo, monstruoso, y otros parecían personas, suponiendo que todos eran seres fallecidos pero que podían comunicarse con nuestro mundo, y de hecho lo hacían, y que utilizaban esta capacidad para torturar a personas como yo. Más tarde, sin embargo, pude poner nombres a sus rostros, y aparte de las entidades que podía ver y que existían realmente (es decir, conciencias de personas fallecidas, lo que me asustaba de niño porque algunas de ellas también se presentaban agresivas hacia mí), muchas otras eran extraterrestres, y otras eran personas, pero vivas, personas que trabajaban junto con los extraterrestres, o en nombre de los extraterrestres, y que se presentaban físicamente ante mí para secuestrarme y torturarme. En particular, recuerdo bien a algunas mujeres científicas, pero también a algunos hombres, todos bastante jóvenes (entre 25 y 35 años aproximadamente) que disfrutaban causándome dolor físico, y cuyos arañazos, mordiscos y moratones eran muy visibles. Por no hablar de los moratones que tenía en el cuello, tanto que parecía que alguien me había atado con cordones, o de los cortes que tenía en la espalda, que parecían latigazos. Solía ocultar las marcas, porque sabía que la única que sería acusada e incomprendida sería yo. Por otra parte, mi madre no me cuidaba y aprendí desde muy pequeña a lavarme, y no quería que me vieran desnuda los miembros de mi familia que, por desgracia, no eran buenas personas; y desde muy pequeña me lavaba y me vestía sola, evitando así que los demás vieran a lo que me sometían por la noche los secuestradores extraterrestres y humanos que disfrutaban torturándome. Los extraterrestres disfrutan, y los científicos también, porque saben que a los niños no se les cree, y si les pasa algo, la respuesta de la "ciencia" es fácil: "cojamos al niño y llenémoslo de drogas psicotrópicas, porque hay que considerarlo demente".

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Esta es la solución de la ciencia pública, mientras que la ciencia privada secuestra a los niños y experimenta con ellos, y entre otras cosas, disfruta humillándolos, burlándose de ellos, y causándoles un malestar físico y psicológico del que les resultará difícil salir, y la mayoría de ellos pronto empezarán a consumir drogas para vaciar su mente de esas pesadillas recurrentes... que son experiencias reales. No es casualidad que los niños empiecen pronto a fumar, y a los 10-12 años descubran los porros y otras drogas, que enseguida empiezan a consumir. "Las drogas son ilegales", pero si realmente lo fueran, a los niños no les resultaría tan fácil encontrar y consumir drogas, cosa que hacen fácilmente; esto se debe a que el gobierno quiere traficantes de drogas por todas partes, sólo así pueden convencer a los demás -incluidos los niños- de que consuman drogas. El gobierno necesita que los humanos consuman drogas y más aún si empiezan de niños. Tuve la suerte de ver, desde muy joven, a hombres que morían bajo los efectos de las drogas, delante de mis ojos, y a otros que se mataban entre sí haciendo cosas terribles -con botellas de cristal rotas con las que luchaban y se herían gravemente de muerte-, lo que ocurría delante de casa y a plena luz del día, todo ello ante mis ojos, lo que me permitió darme cuenta desde muy joven de una certeza: que nunca jamás me acercaría a las drogas. Mi infancia fue terrible y mi familia fue la primera razón de ello. Poco sabía de niño que en aquella época la capacidad de los sueños premonitorios me fue bloqueada artificialmente por los extraterrestres, precisamente porque se daban cuenta de que, sin darme cuenta, me entrenaba cada día para desarrollar esa facultad. No les sentó bien, porque sin darme cuenta, al entrenar cada día esa zona del cerebro, también estaba desarrollando otras. En concreto, descubrí más tarde que les resulta mucho más difícil programar los sueños que a una persona que se entrena para desarrollar las facultades relacionadas con los sueños, por lo que prefieren a las personas no practicantes, a las que les resulta mucho más fácil programar toda su vida, así como su mente y sus sueños. Los extraterrestres (y los humanos que trabajan para ellos) se esfuerzan por crear compromisos y contingencias en la vida de las personas todos los días para que se rindan a los acontecimientos de y no dediquen tiempo a practicar. Si las personas no practican, resultan ser no practicantes, por lo que a los extraterrestres les resulta mucho más fácil manipularlas. Por eso hacen todo lo posible para que no practiquemos; y por eso debemos hacer todo lo posible para practicar todos los días. Aquella época en que se bloquearon los sueños premonitorios fue muy inspiradora para mí, porque me di cuenta de que todo ese tiempo los había estado dando por sentados, y a veces no los apreciaba tanto como debería, y me permitió decidir que ya no quería sufrir más sueños premonitorios, sino que quería controlarlos, quería aprender a tener poder sobre ellos. Si alguien podía decidir quitármelos, yo podía decidir recuperarlos. Así fue como empecé a entrenarme más seriamente, y experimentando, y experimentando un poco más, llegué al punto de buscar respuestas, sobre todo acerca de las "Entidades" que tanto daño eran capaces de hacerme, porque mi objetivo era poder defenderme de ellas, y poder volver a tener una vida normal sin su presencia. Fue precisamente por todo el mal que me hicieron esas Presencias por lo que me vi impulsada a buscar respuestas, y así fue como finalmente, en mi adolescencia, empecé a Meditar. A partir de ese momento todo fue cuesta arriba para mí, en el sentido de que cada vez era mejor, porque cuanto más practicaba más obtenía experiencias, resultados, pruebas, mejoras, y cuanto más las obtenía más me motivaba a practicar. Así, recuperé mi capacidad para los Sueños Premonitorios Meditando, pero esta vez ya no me dejaba llevar por esas "Presencias". Sin embargo, se hizo evidente cómo aumentaban las Presencias, como si se hubieran acercado a mí grupos de "seres" diferentes a los de antes y éstos fueran más invasivos. Desde que empecé a Meditar también aprendí a Protegerme de las "Entidades", de las que sólo descubrí más tarde que muchas de ellas eran en realidad extraterrestres, pero en aquel momento pensé que todos eran fantasmas pero con un aspecto diferente, así que así los llamé a todos.

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Desde que empecé a protegerme, pude mantener a los extraterrestres alejados de mí. Les resultaba mucho más difícil abducirme y experimentar conmigo, tanto que podía ver la prueba en los hechos: ya no podían dañarme físicamente como antes, ya no me causaban todos esos moratones, arañazos y mordiscos, en comparación con el pasado, en el que los tenía en el cuerpo todas las noches. A veces seguían haciéndolo, por supuesto, pero no era ni de lejos tan malo como vivir ciertas experiencias negativas todos los días, a experimentarlas sólo ocasionalmente, y además darte cuenta de que cuando ocurren es porque has practicado poco o no te has protegido lo suficiente. Mientras me protegía, a estas presencias les costaba entrar en mi habitación para abducirme, por lo que cada vez tenían menos capacidad para ejercer un efecto directo sobre mí. Así que manipularon a otras personas de mi entorno, sobre todo a los miembros de mi familia, para que me hicieran mucho daño, de modo que finalmente también pudieran entrar en mí. Pero entonces aún no lo sabía, y me preguntaba por qué los miembros de mi familia eran tan agresivos y violentos conmigo, y curiosamente todos contra mí; generalmente la hija menor es la más mimada, no la más golpeada, ignorada, despreciada, apartada y sólo recordada cuando hay una paliza. Vivir en aquella casa era un infierno, pero dentro de mi habitación podía experimentar un poco de alivio porque, desde que empecé a Meditar y a Protegerme, al menos podía dormir por la noche, y cuando me despertaba no estaba llena de moratones, arañazos y mordiscos. Era evidente que algo estaba cambiando a mejor desde que empecé a practicar, también porque entretanto también empecé a experimentar de nuevo sueños premonitorios. La diferencia era que, mientras que antes soñaba con el futuro sin poder hacer nada para provocar un cambio en mi vida actual, desde que empecé a Practicar también podía empezar a actuar sobre mi futuro. Los sueños premonitorios me avisaban de lo que iba a ocurrir, y con la Práctica podía empezar a experimentar para cambiar las cosas antes de que ocurrieran. Yo también experimenté esto, y practiqué tanto que sólo tardé unos meses en tener ya las primeras experiencias importantes, cambios importantes en mi vida. Los años que siguieron fueron de profunda evolución para mí, porque cuanto más practicaba, más quería practicar, gracias a los resultados que obtenía. Así llegué a comprender que existía un quinto tipo de sueño: los Sueños Programados.

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