Reforzar el aura - Tomar conciencia del aura (1ª parte)
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El aura es un campo energético muy amplio formado por varias capas de energía, pero antes de poder controlarlas todas es necesario saber mover los primeros mecanismos. Nuestras capacidades psíquicas son músculos que, sencillamente, hay que entrenar. Al igual que no sabes mover todos los músculos de tu cuerpo, tampoco sabes mover los de la mente. En realidad, al igual que ocurre con el cuerpo físico, muchos músculos mentales te son desconocidos a pesar de que siempre te han pertenecido. Los atletas más capacitados confiesan que solo después de practicar deporte durante mucho tiempo se dieron cuenta de que sabían utilizar músculos del cuerpo que antes ni siquiera habían considerado, aunque creían conocerlos todos. Imagínate cuántas capacidades psíquicas esconde nuestra mente, que solo descubriremos tras un proceso de despertar, en el que iremos recuperando nuevas facultades sin siquiera darnos cuenta de cómo lo hemos hecho.
Nuestro objetivo es aprender a aprovechar cada una de las capacidades de nuestra mente y, en , esta lección nos centraremos en el aura.
Como sabemos que el aura influye en nuestra vida, acercando o creando a nuestro alrededor situaciones que se adaptan a nuestra vibración, el objetivo final será conseguir crear exactamente lo que deseamos a través de nuestra energía, en lugar de sufrir continuamente los efectos de una capacidad incontrolada. Como sabemos, si hasta ahora hemos alimentado negativamente nuestro aura debido al estrés, el cansancio diario, la tristeza y el dolor causado por acontecimientos pasados, podemos encontrarnos con vibraciones negativas: en pocas palabras, tendremos cargas que debemos liberar. El primer paso para aprender a utilizar el aura es descubrir su existencia, tomando conciencia de su densidad dentro y fuera de nuestro cuerpo. Por esta razón, la primera técnica que realizaremos será la de reconocer y expandir nuestra aura. Paso a paso, te guiaré hacia la mejora del aura hasta obtener la fuerza que te permitirá cambiar tu vida y aportarte grandes diferencias.
Esta técnica te hará consciente del campo energético que posees pero que siempre has ignorado. Al tomar conciencia de él, serás capaz de moldearlo y utilizarlo para diferentes fines. La primera sesión durará unos 15 minutos, ya que es la primera vez que pones en práctica la técnica; a partir de la próxima vez, podrás decidir libremente cuánto tiempo dedicar a cada sesión, recordando que se necesitan al menos 5 minutos para moldear mejor tu energía. Lo ideal sería, sin embargo, 15 minutos.
Recuerda que durante la práctica no hay que tener prisa por pasar a la siguiente indicación si no has disfrutado plenamente de la anterior. Empecemos.
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Siéntate cómodamente con la espalda recta y relájate.
Respira profundamente y concéntrate en tomar conciencia de tu cuerpo.
Respira prana blanca dentro de ti.
Continúa respirando prana blanca profundamente.
Al decidir relajarte, estás permitiendo que tu aura se relaje, que deje de estar tensa.
Mientras sigues respirando prana, concéntrate en la presencia de tu aura.
Visualízala como una luz que emana de tu propio cuerpo físico, una luz blanca que te rodea y te envolvi mente.

Concéntrate en la luz que estás emitiendo. Hazla más real, ayudándote con la respiración profunda y relajada. Cuanto más prana respires, más se iluminará tu aura y se expandirá más allá de los 10 centímetros de tu cuerpo.
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Sabes que es real, sabes que el aura existe, sabes cómo es, ¡la has visto con tus propios ojos! Ahora solo tienes que recordarla y reforzarla.

Respira prana y toma conciencia de su presencia a tu alrededor.
Concéntrate en percibir el aura a tu alrededor, visualizándola como una capa blanca que comienza a solidificarse.
Respira prana y expande tu aura al menos 50 centímetros. No tengas prisa, relájate y concéntrate en tu aura.

Presta atención a cada punto de tu aura: detrás de la espalda, por encima de la cabeza, debajo de ti y expándela en todas direcciones.
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Respira prana y expande tu aura, cada vez más fuerte, cada vez más luminosa.
Concéntrate en llenar de luz cada zona de tu aura, sin dejar ninguna sin cubrir, en toda su extensión.
Respira prana y concéntrate en expandir tu aura hacia arriba, ayudándote con el chakra coronario para alargar tu energía al menos un metro/metro y medio por encima de la cabeza.
Concéntrate en todos los lados de tu aura al mismo tiempo, especialmente en la expansión por encima de la l cabeza.
Respira prana y concéntrate en expandir tu aura hacia abajo, con luz blanca, para extender tu energía al menos un metro por debajo de ti, haciendo que atraviese el suelo sin que este te bloquee. La energía va más allá de cualquier material.

Mientras expandes tu aura, introduce en ella un deseo de protección, para que aumente su capacidad protectora hacia ti. Prográmala para que te proteja de cualquier influencia negativa.
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Mantén la concentración en todas las zonas de tu aura al mismo tiempo, visualizando también la expansión hacia arriba y hacia abajo, al menos un metro/metro y medio.
No tengas prisa, relájate y respira prana.
Expande tu aura delante de ti, al menos un metro.
Ahora expándela también detrás de ti, concentrándote bien en toda la longitud del aura.
Expándela hacia tu izquierda, permaneciendo consciente de la forma luminosa que está tomando el aura.
Expándela hacia la derecha, de modo que se forme una esfera perfecta con tú dentro.
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Respira prana.
Desde este momento y hasta el final de la técnica, concéntrate simultáneamente en la energía de tu aura delante de ti, detrás de ti, debajo de ti, encima de ti, a la derecha y a la izquierda, formando una esfera que se expande un metro/metro y medio más allá de tu cuerpo.
Mantén la concentración en la forma y llena tu aura de luz densa, como si quisieras solidificar el interior de la aura.

Continúa añadiendo una sensación de protección, de alejamiento de las energías negativas.
Aumenta la capacidad de tu luz, hazla más fuerte y brillante y ten más confianza en su existencia y solidez.
Respira profundamente y concluye la técnica sintiéndote consciente de tu aura.
A partir de este momento, puedes continuar con la lectura del documento.
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A través de esta sesión práctica has comenzado a tomar conciencia de tu aura, pero eso no es todo. Aunque puedas creer que el aura solo es visible y no perceptible, en realidad, con la práctica continua y e de esta técnica, podrás percibirla de forma concreta, sentirla físicamente y no solo energéticamente. Si puedes verla, también puedes tocarla; solo se necesita un entrenamiento diferente, ya que se trata de dos sentidos distintos que requieren dos técnicas diferentes.
Cuando entrenas tu vista para aprender a ver el aura, estás descubriendo la existencia de la energía como un hecho real y no solo como una teoría escrita. Verla en vivo te permite darte cuenta de que realmente existe una capa de energía luminosa que te rodea, porque la has visto con tus propios ojos. De este modo, cuando tengas que practicar la técnica de fortalecimiento del aura, te resultará mucho más fácil imaginar que emanas luz, porque sabrás que es real. En un futuro próximo aprenderás a asociar las dos técnicas y a practicarlas simultáneamente, pero ahora no es el momento, porque si basaras tu capacidad para reforzar el aura en verla en el espejo, no harías más que creer que no puedes ampliar tu aura solo porque no la ves como esperabas. En pocas palabras, limitarías una técnica debido a tu incapacidad para verla con los ojos. Como ya se ha dicho muchas veces, la visión del aura no depende del tamaño del aura del sujeto que estamos mirando, sino que depende únicamente de nuestra capacidad de ver. Por lo tanto, podríamos tener un aura de 5 metros de ancho, pero solo ver 2 centímetros y acabar convenciéndonos de que eso es todo lo que hay. Por esta razón, recomiendo practicar las dos técnicas por separado y solo de vez en cuando unirlas para jugar un poco. Ambas técnicas son muy importantes y deben practicarse con atención, una a la vez, sin descuidar ninguna de las dos.
Cuando fortalece tu aura, es muy importante que prestes atención a los puntos que siempre has ignorado, como la zona detrás de la espalda, detrás de la cabeza y debajo de ti. Como habrás observado en las primeras imágenes, el aura se ampliaba hacia todos los lados excepto hacia abajo. Esta representación se ha realizado deliberadamente para mostrarte el error más común que comete todo el mundo, es decir, creer que no es necesario ampliar el aura hacia abajo, como si fuera algo obvio y poco importante; al ver el dibujo, has podido tener una imagen clara del grave error y percibir sus consecuencias. El aura debe reforzarse en cada punto, porque si nuestro campo energético está perforado o es mucho más débil en una zona del cuerpo, la negatividad lo atravesará más fácilmente y podrá entrar en nosotros. Demos cuenta de que la parte inferior de nuestro cuerpo es tan importante como la parte anterior, porque nuestras piernas, nuestro vientre y nuestra zona sexual deben protegerse tanto como la zona del pecho y la cabeza, ya que también forman parte de nuestro cuerpo físico. No hay que sentirse intimidado por proteger nuestras zonas bajas, ya que no hay nada de qué avergonzarse o temer. Al proteger nuestra parte inferior, impedimos que la negatividad entre por los lugares más inesperados y evitamos así enfermedades que podríamos contraer, manipulaciones físicas dictadas por personas externas, malestares físicos y emocionales relacionados con nuestra sexualidad. Te darás cuenta de que al proteger la zona inferior empezarás a sentirte mejor y a desprenderte de problemas y traumas que habías acumulado en el pasado y que nunca habías eliminado. Además, te darás cuenta de lo difícil que es protegerte desde el sacro hacia abajo, incluidas las piernas, porque encontrarás mil razones para no hacerlo, para distraerte, para perder las ganas y decidir hacerlo en otro momento. Si eres consciente, te darás cuenta de que no hay una razón lógica para no querer proteger tus piernas o la parte baja del abdomen y la parte baja de la espalda, así que, ¿qué te impide hacerlo? Las manipulaciones externas que saben que pueden entrar precisamente por ahí, influyen en tu mente para impedirte pensar en proteger esas zonas. Por esta razón, es necesario que empieces en serio y de una vez por todas a proteger y fortalecer tu aura también hacia abajo.
Durante la práctica te he invitado a relajarte varias veces, además de a respirar prana. El aura es como un músculo del cuerpo y, si quieres que cumpla su función, debe estar relajado.
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Cuanto más tenso estés, más difícil te resultará expandir tu energía y reforzar el aura; por el contrario, cuanto más relajado estés e , más obedecerá tu energía a tus órdenes, expandiéndose y ampliándose tanto como desees. Respirar prana durante estas técnicas es fundamental para poder mover mejor la energía, ya que no solo te devuelve rápidamente a una vibración más alta —la frecuencia en la que debemos estar cuando practicamos—, sino que refuerza mucho más rápido el campo energético y nuestra capacidad para dirigirlo. No se puede empezar bien una técnica si antes no se ha respirado prana. Al principio, concéntrate primero en una medida, por ejemplo, un metro de ancho, en lugar de imaginar desde el principio el aura que se extiende por metros y metros sin límite ni control por tu parte, lo que te permite concretar en la realidad tu aura, que de otro modo resultaría demasiado dispersa y no lograría solidificarse, porque sería como tirar la energía al aire.
En conclusión, hemos dado a nuestra aura la forma de una esfera. Evidentemente, el aura no tiene forma esférica, sino que es mucho más irregular y, en algunas zonas, muy desequilibrada. Por esta razón, hemos aprovechado la forma de la esfera para equilibrar nuestra energía y alargarla en todas las direcciones, especialmente donde las capas están más rotas y atravesadas por la negatividad. Es posible que hayas asociado la forma esférica del aura con la técnica de protección con burbuja (que he enseñado en otros artículos) y, obviamente, no te equivocas, porque el aura puede ayudar mucho a que la protección con burbuja funcione mejor. Sin embargo, las dos técnicas son independientes, porque el aura es nuestra energía interna y no debe consumirse solo para protegernos, por lo que también practicamos la protección con burbuja, para que sea ella la que se encargue de protegernos (de entidades, personas negativas, etc.), de modo que el aura pueda ocuparse de sus funciones más profundas. Como ya se ha dicho, el aura ayudará a la burbuja a tener un doble efecto protector, pero tenemos muchas técnicas para mejorar notablemente nuestra vida, así que utilicémoslas todas.
En este punto, te invito a practicar la técnica de reforzar el aura todas las veces que desees, recordándola al menos una vez a la semana. No te limites a hacer cada vez lo mismo que ya has hecho, sino que intenta superarte en cada sesión para mejorar realmente tu aura y tu capacidad para gestionarla. Si realmente quieres aprender a utilizar el aura para alcanzar tus objetivos, como te explicaré en los próximos artículos, actúa ahora para concretar tu enfoque con la energía practicando una y otra vez la técnica que has aprendido hoy. Al igual que con la meditación, se puede seguir avanzando añadiendo detalles e intenciones, pero la base principal, que nunca debe ignorarse, será la técnica enseñada hoy y nunca debe subestimarse, porque tomar conciencia del aura y fortalecerla sigue siendo y seguirá siendo para siempre el pilar principal de la práctica.
Fin de la página 8 de 8. Si te ha gustado el artículo, comenta a continuación describiendo tus sensaciones durante la lectura o la práctica de la técnica propuesta.