La protección psíquica: proteger a otra persona a distancia (parte 4)
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A menudo nos viene a la mente el deseo de proteger a las personas que amamos, pero nos sentimos bloqueados en varios frentes que luego se convierten en las razones de nuestro egoísmo, que nos impiden ayudar a los demás. La primera razón es la pereza, porque queremos proteger a las personas que nos importan, pero al mismo tiempo no nos esforzamos por encontrar tiempo para dedicarles; la segunda razón es que no sabemos si es correcto hacerlo o no; el tercero es no estar seguros de cómo hacerlo bien. Aunque la primera razón parece obvia, en realidad es fácil caer en ese pensamiento, porque mientras se trata de palabras es fácil decir que harías cualquier cosa por las personas que amas, pero cuando tienes la oportunidad de hacerlo, la mayoría de las veces lo descuidas y lo olvidas, o lo pospones para un día que nunca llegará. Hay muchas formas de ayudar a los demás, especialmente a las personas que nos importan, y una de ellas es protegerlas psíquicamente. Practicar la protección psíquica sobre las personas con las que estamos vinculados nos permite ayudarlas en muchos aspectos. A través de la protección, alejamos de ellas las energías negativas que querrían afectarlas y dañarlas, quitándoles cargas que podrían hacerles mucho daño. Las protegemos de las entidades negativas, de las larvas, de las presencias de cualquier tipo, incluso de las personas de su entorno que quieren jugarles una mala pasada. Al protegerlas psíquicamente, les permitimos vivir un poco más tranquilas, ya que reciben una ayuda externa muy fuerte, ya que no se trata solo de un pensamiento, sino de una práctica. Cuando se trata de ayudar a los demás, el Low juega todas las cartas que tiene para hacernos posponerlo para otra ocasión o hacernos pensar que, en el fondo, esa persona no merece nuestra ayuda, por lo que el Low consigue que renunciemos al deseo de proteger a quienes amamos, haciéndonos quedarnos en las palabras, pero sin hechos.
Amamos a muchas personas, pero bastaría con protegerlas de vez en cuando, no necesariamente todos los días. Sin embargo, no hay que subestimar el poder de la Protección, porque incluso una sola sesión con otra persona puede mejorar su día y, quién sabe, incluso todo el periodo que está viviendo. Podría pasar por tu mente que una sola protección no es suficiente, que como tú debes protegerte todos los días, ella también debería ser protegida constantemente. Por lo tanto, pensarás que si no puedes ocuparte de ello todos los días, es mejor evitar protegerla, convencido de que una sola vez no sirve de nada. Es cierto que para aumentar el efecto habría que practicarlo todos los días, pero la persona a la que amas probablemente no lo practica, por lo que protegerla aunque sea una sola vez sería sin duda mucho mejor que no protegerla nunca. Es lógico pensar que sería mejor que ella empezara a protegerse y a practicar la Burbuja todos los días, por lo que la primera opción sería hacerle saber de la existencia de esta técnica y permitirle que la practique por sí misma. Sin embargo, en caso de que no puedas comunicarte tan abiertamente con ella y hacérselo saber, puedes decidir protegerla tú, al menos alguna vez. Proteger todos los días a muchas personas además de a ti mismo podría resultar agotador, pero si practicaras solo 2-3 sesiones de protección al mes hacia otra persona, cada vez con personas diferentes, seguro que sería mucho menos exigente. Si tres personas son demasiadas, podrías hacerlo solo con una persona al mes, así no tendrías nada que perder; mientras tanto, sin embargo, podrías mejorar el día y, a veces, incluso la vida de otra persona. No puedes saberlo ahora, pero a veces basta con proteger a las personas que amamos para evitarles problemas graves y hacer sus vidas mucho más positivas. Piensa si esa única sesión de Protección pudiera alejar a una entidad de su casa o alejar a personas negativas de su entorno; su vida mejoraría en un instante. Por esta razón, es cierto que siempre tenemos poco tiempo y es cierto que casi no nos basta con nosotros mismos para practicar, pero también es cierto que muchas veces encontramos excusas solo para no ayudar al prójimo, porque preferimos hablar en lugar de actuar. Es fácil decir que daríamos la vida por proteger a nuestros seres queridos, pero ni siquiera estamos dispuestos a dedicarles cinco minutos de nuestro tiempo para hacerles sentir mejor. No hay necesidad de hacer grandes sacrificios, solo empezar a actuar más de lo que hablamos.
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Además, proteger a otra persona nos permite demostrarle nuestro afecto incluso aunque ella no lo vea, pero el simple hecho de hacerlo ya nos llena el corazón más de lo que creemos.
Sin embargo, a veces surge la duda: ¿se lo merece o no? ¿Es correcto hacerlo o no debo entrometerme en su vida? En primer lugar, creo que si amamos a una persona, entonces se merece nuestra atención también en este sentido, no solo palabras y promesas, sino también hechos. Proteger a alguien es una forma diferente de demostrar tu amor, pero creo que también es la más verdadera, porque estás dedicando tu tiempo y tu energía a esa persona. ¡No hay nada más verdadero que esta demostración! Si amas a una persona, significa que deseas que esté bien y que sea feliz siempre, y tú puedes ayudarla practicando la Protección para alejar de ella el mal y las energías negativas en las diversas formas en que se presentan. ¿Y es correcto hacerlo? Sí, sin duda. Hoy en día, por desgracia, hay muchos falsos espirituales que cuestionan la justicia, considerando que no hay que ayudar a los demás y que, si vemos sufrir a un ser querido, no es justo ayudarle, porque, según ellos, eso significa que se merece sufrir y que ese es su destino, en el que no debemos interferir. Todo lo contrario, yo no creo en absoluto que las personas merezcan sufrir, y menos aún cuando las conocemos bien y decimos que las amamos. Los mejores Maestros (como el conocido Jesús) enseñaban a amar al prójimo, a ayudarlo, a dedicarle nuestro tiempo y nuestras energías: no dejemos que personas poco evolucionadas pongan en duda la palabra de verdaderos Seres Despiertos. Los grandes Maestros decían que había que ayudar, las personas débiles y poco evolucionadas dicen que está mal hacerlo. ¿A quién prefieres escuchar? En cualquier caso, amar a otra persona no significa ignorar su sufrimiento, sino ayudarla en todo lo posible porque queremos verla feliz. Por eso estoy segura de que si amas a alguien, encontrarás tiempo para protegerlo, aunque sea una sola vez al mes, sin sentirte tan cansado como crees.
Ayudar al prójimo es lo correcto, lo que está mal es creer que no debemos entrometernos en su vida y, por lo tanto, ignorar su sufrimiento y sus problemas, como si no nos importaran. Proteger a alguien no significa manipular su vida o sus decisiones, sino darle la oportunidad de hacer las suyas con total libertad. Cuando una persona es atacada por el mal, cuando sufre o enferma, ya no tiene muchas opciones, porque se encuentra sufriendo contra su voluntad y ya no sabe cómo salir de ello, sintiéndose a veces empujada a cometer actos temerarios. Proteger a una persona significa mantener el mal fuera de su vida, como el dolor, la mala suerte y, en la medida de lo posible, también la enfermedad, para que pueda vivir su vida y tomar sus decisiones sin sufrir energías negativas que provienen del exterior. ¿Proteger a una persona va en contra de su voluntad? No, porque no le estás imponiendo qué decisión tomar o qué elecciones de vida hacer; le estás quitando la negatividad, el mal, para que pueda vivir su vida con tranquilidad y tomar sus decisiones con la mente clara. Lo que nos hace errar y tomar decisiones equivocadas son las influencias externas, procedentes de quienes nos rodean y de lo que nos rodea, que nos afectan y nos influyen. Al defender a esa persona, la proteges de las influencias externas, es decir, de las decisiones ajenas que podrían afectarla y hacerle cambiar de humor y de opinión, permitiéndole ser lúcida en sus decisiones y en su estado de ánimo. Dudo mucho que las personas que amas quieran enfermar o sufrir, sino que estoy convencida de que no les importaría en absoluto sentirse aliviadas de sus cargas diarias. Proteger a las personas que amas significa quitarles los pesos negativos de sus vidas, para que puedan disfrutar mejor de los aspectos positivos que tienen o que se les presentan después de que tú hayas despejado el camino de los obstáculos negativos. Creer que ayudar al prójimo es malo va e o contra todas las enseñanzas de los grandes y buenos Maestros, así que piénsalo un momento antes de apoyar esta teoría dictada por la oscuridad y enunciada por personas que se creen sabias para enseñar a los demás a no ayudarse mutuamente. La oscuridad lo intenta todo, incluso hablar a través de personas que se hacen pasar por buenas, y encontrarás muchas de ellas, por desgracia, incluso entre los espirituales.
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Sin embargo, tú puedes elegir entre proteger a tus seres queridos o ignorar su sufrimiento y seguir repitiéndote que no puedes hacer nada para ayudarlos.
La tercera razón por la que las personas no ayudan a sus seres queridos es porque no saben por dónde empezar, pero este es el problema más fácil de resolver. Una forma muy eficaz es la Protección Psíquica a distancia, que te voy a enseñar en las próximas líneas. Así que ponte cómodo y prepárate, porque dedicaremos una sesión de unos 10-15 minutos a la Protección Psíquica sobre otra persona. Te recomiendo que sigas todas las instrucciones y te des tiempo para completarlas antes de pasar a la siguiente. ¡No tengas prisa por terminar, disfruta de la experiencia!
Cuando estés listo, empieza a relajarte.
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Respira prana y relájate...
Invoca el prana a tu alrededor... y luego respira profundamente.
Respira energía blanca y no pienses en nada más...
Concéntrate solo en tu relajación.
Respira energía blanca dentro de ti.
Ahora concéntrate en la persona querida que te viene a la mente...
Y concéntrate en ella, en su frecuencia.
Visualiza a esta persona para conectarte mejor con su frecuencia.
Ahora visualiza la energía blanca acercándose a ella.
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Atrae el prana directamente hacia ti.
Observa cómo la energía blanca se acerca a ella, rodeándola con una intensa luz positiva.
Visualiza esta energía luminosa que comienza a tomar forma, la forma de una esfera.
Ella está dentro de la esfera.
Haz que la burbuja tenga aproximadamente un metro y medio de radio, de modo que parta de ti y se expanda en todas direcciones.
Visualiza la burbuja rodeándola completamente, con un tamaño de 150 cm por encima de la cabeza y por debajo de los pies. ¡No subestimes estas zonas!
Visualiza el prana muy luminoso que llena el interior de la burbuja con un sentimiento de amor hacia esta persona.
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Siente cómo la burbuja comienza a programarse, tomando la intención de proteger a la persona que amas.
Concéntrate en la intención amorosa que debe tener la burbuja: debe proteger a quien amas con todas sus fuerzas.
Llama al prana a la capa exterior de la Burbuja: refuérzala para que no pueda entrar ninguna negatividad.
Haz que la Burbuja sea más sólida y perfecta, para que pueda proteger de las influencias del estado de ánimo, los cambios de pensamiento y la voluntad de los demás que se imponen sobre ella. Así protegerás a la persona que amas de las influencias de los demás.
Siente cómo la burbuja impide que las energías externas de baja vibración entren, evitando así que la persona se vea influenciada negativamente por ellas.
Atrae energía blanca al interior de la burbuja, con la intención de que llene de positividad a la persona y consiga mantenerla siempre de buen humor.
Siente cómo esta Burbuja impide que la mala suerte afecte a la persona que amas.
Siente cómo la Burbuja impide que las entidades influyan en su pensamiento, su estado de ánimo y su vida.
Siente cómo la Burbuja impide que las personas negativas u oportunistas se aprovechen de ella, le roben energía y la hagan sentir mal.
Ahora atrae prana muy luminoso dentro de la burbuja, con la intención de llenarla de energía positiva para que la negativa no tenga acceso.
Expande un sentimiento de amor dentro de la burbuja, para que tu ser querido se sienta bien, amado y siempre protegido.
Ahora extiende la Burbuja hasta una distancia de unos 3 metros del cuerpo de la persona, por todos los lados.
No te olvides de la parte superior de la cabeza y debajo de los pies, así como detrás de la espalda.
Llena la burbuja de prana blanca, con la intención de hacerla impenetrable.
La sesión de Protección ha terminado; cuando quieras, continúa con la lectura.
Bienvenido de nuevo a la práctica de la Protección. Practicar con otras personas siempre es muy emocionante y nos llena de buenos sentimientos, así que ¿por qué no hacerlo más a menudo? Por supuesto, nunca hay que olvidarse de uno mismo, pero ambos intereses pueden coexistir perfectamente sin tener que renunciar a ninguno de ellos. Así que cuéntame cómo ha ido tu primera sesión de práctica a distancia y disfruta de la experiencia de practicar otras veces con tus seres queridos. Aunque no sepan a quién se debe el mérito, se sentirán mucho más cercanos y queridos por ti, por lo que harán lo mismo.
Fin de la página 5 de 5. Si te ha gustado el artículo, comenta a continuación describiendo tus sensaciones durante la lectura o la práctica de la técnica propuesta.