Preguntas sobre vidas pasadas: recuerdos pasados y razones de la vida (parte 2)

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Ángel: ¡Bienvenidos, chicos! Hoy vamos a profundizar juntos en el tema de las vidas pasadas. 

Estudiante: Hola, Angel, voy a empezar con la primera pregunta. ¿Es posible recordar el momento de nuestro nacimiento? Es decir, ¿el momento exacto en el que entramos en nuestro cuerpo físico en esta vida? ¿Se puede recordar también en vidas pasadas? Lo pregunto porque a mí me ha pasado recordar el momento del parto de esta vida. Duró 10 segundos, por lo que «vi», fue breve, pero una experiencia preciosa, que fue más bien una visión/recuerdo. ¿Es posible que ciertos recuerdos, incluso de nuestras vidas pasadas, surjan de forma espontánea y que lo hagan para decirnos algo? Por ejemplo, el recuerdo de mi nacimiento lo asocié con un verdadero renacimiento. Fue un recuerdo muy agradable, porque me sentí presente en ese momento y realmente viví la salida del vientre de mi madre... fue realmente increíble y, por lo tanto, puedo imaginar cómo serán los recuerdos de vidas anteriores. 

Angel: ¡Hola! Sí, es posible recordar el momento exacto de tu nacimiento. Hay quienes recuerdan su nacimiento en esta vida con todo detalle, hasta el punto de que sus padres lo confirman. Por lo general, el recuerdo del propio nacimiento se produce de forma espontánea, ya que no se trata de recuerdos de vidas pas s o de la reencarnación, que son más complejos de recordar. Por lo tanto, para recordar tus vidas pasadas o el nacimiento de las mismas, te aconsejo que no esperes a que las experiencias lleguen espontáneamente, ya que no es seguro que lleguen nunca; como le ocurre a la gran mayoría de las personas que, incluso en el momento de la muerte a una edad avanzada, aún no recuerdan nada de sus vidas pasadas. Esto significa que esperar no es muy fiable. Si deseas recordar momentos tan importantes, o vidas pasadas enteras, es mejor ponerse manos a la obra con la práctica para aumentar tus facultades de recuerdo. 

Estudiante: Hola, Angel. Si de pequeños somos más sensibles, con el sexto sentido más desarrollado, quizá seamos conscientes de todas nuestras vidas pasadas, ¿no? Ese bloqueo que se crea en nuestros sentidos no es quizá un mecanismo que nos permite empezar a construir una identidad en el presente sin estar influenciados por todo lo que ya hemos sido? 

Ángel: En primer lugar, cuando somos pequeños tenemos el sexto sentido más activo, pero eso no significa que seamos superpsíquicos capaces de todo; de lo contrario, veríamos todos los días a niños levitar y mover objetos pesados. De niños somos más sensibles, pero no estamos Despertados. Luego, al crecer, nos adormecemos aún más por el exceso de lo bajo que nos rodea, es decir, las reglas injustas, la pesadez de la sociedad, las modas a seguir, las dificultades en la familia o en la amistad, todo lo que rema contra nuestra conciencia para adormecernos por completo. Por lo tanto, cuando somos pequeños no tenemos conciencia alguna de todas nuestras vidas pasadas, pero sin duda somos mucho más conscientes de que no somos «solo» la persona que vemos en el espejo. De niños sabíamos que no éramos «solo eso», sino algo mucho más grande e importante que un simple niño. Por eso, algunos recuerdan algunos fragmentos de vidas anteriores, pero no recuerdan todas las vidas en su totalidad. Lo que tú llamas bloqueo, es decir, el proceso de borrado, sirve para hacernos olvidar quiénes somos, de modo que en esta nueva vida no tengamos conciencia de las increíbles capacidades psíquicas que hemos despertado en vidas anteriores, con la esperanza de que en esta vida no hagamos lo mismo y caigamos en el Low más absoluto. Por eso, como describí en El sello de las vidas pasadas, al principio puede ser incluso útil, porque la ausencia de recuerdos te permite empezar de nuevo y ser una persona nueva; pero después de un tiempo, no recordar tus vidas pasadas significa vivir con Alzheimer, lo que te impide disfrutar de tu vida, ya que no sabes quién eres ni en quién puedes confiar. No es nada agradable, pero solo te das cuenta cuando finalmente empiezas a recordar tus vidas y te das cuenta de lo dura y, en ocasiones, terrible que ha sido tu vida, cuando no sabías nada sobre ti mismo ni sobre tu verdadera identidad. 

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Estudiante: ¿Por qué el sexto sentido está especialmente desarrollado en casi todos los niños? 

Ángel: Sucede porque, cuando somos niños, nuestra vida y nuestra rutina se centran mucho más en lo que nos gusta hacer, en nuestras pasiones y en la ligereza de poder vivir escuchando a nuestro yo, que en el peso de hacer lo que no nos gusta y en las normas de la sociedad que se nos imponen. Los niños tienen permiso para dar rienda suelta a su creatividad, ya que «son niños» y pueden hacerlo, lo que les da libertad para utilizar también el sexto sentido. Al crecer, se te imponen muchas reglas bajas, tanto por parte de tus padres como de tus profesores y de tus propios amigos o compañeros de colegio, por no hablar de la religión. Te pondré un ejemplo. Durante los primeros años de vida, el niño es mimado y se le deja libre para jugar, divertirse, liberar sus sentidos; de hecho, muchos niños dan señales sensoriales, aunque pueden ser diferentes entre sí. Al crecer, los padres te cargan con sus miedos, sus responsabilidades, sus obsesiones, pero también con cargas innecesarias, como las típicas preguntas que se les hacen a los niños: «¿Ya tienes novia?». Esta pregunta, aunque parezca inofensiva, hará que el niño empiece a pensar que tiene que buscar novia, aunque no le interese directamente. Al llegar a la adolescencia, esa pregunta «¿ ?» se volverá cada vez más apremiante porque el joven, en lugar de sentirse libre de vivir su vida a su ritmo, perderá de vista sus objetivos para seguir otros impuestos por la sociedad, como por ejemplo buscar novia solo para demostrar a los demás que él también tiene una. A partir de ahí comenzarán los problemas con sus familiares, que le dirán: «¡Es demasiado pronto para tener novia! ¡No te permitiré salir con ella por la noche!». Así, el chico se encontrará totalmente confundido, porque ha crecido con la idea de que hay que tener novia porque la sociedad lo impone, pero en cuanto la encuentra, las mismas personas que le han empujado hasta allí le dirán que no debe tener novia. Mientras tanto, sus amigos, que se encontrarán en la misma situación pero tendrán que fingir ser más fuertes, se comportarán de la misma manera. Cada uno dejará de lado sus ideas de crecimiento mental y psíquico, es decir, escuchar sus propios deseos y pasiones, para perseguir literalmente deseos que no le pertenecen, pero que debe seguir para demostrar a los demás que es una persona «normal». Así, todos tendrán que competir por ver quién tiene más novias o más experiencias. De este modo, los propios amigos te empujan al Low, porque si no sigues las reglas de la sociedad (como «búscate una novia y piensa solo en el sexo, ¡si no, no eres normal!»), te descartan y te echan del grupo. Mientras tanto, los profesores llegan al colegio insatisfechos con su vida y cada vez más nerviosos, así que tienes que estudiar, esperar que el profesor no te ponga en el punto de mira, sacar buenas notas, sabiendo que no importa si sacas un 5 o un 8, porque para tus padres siempre será insuficiente y te dirán: «Marco lo hace mejor, tú solo has sacado un 8, ¡seguro que podías haber sacado un 10!». Así que no importa lo mucho que te hayas esforzado, porque los demás te harán sentir siempre en competencia y cada vez más por debajo de lo que realmente eres. Los profesores que te dicen: «No llegarás a nada en la vida» o «Serás un mendigo, deja de soñar y pon los pies en la tierra», solo porque has sacado una mala nota en su asignatura, porque ellos no están satisfechos con su vida y tratan de echarte la culpa. A los 18 años, una edad en la que deberías sentirte libre de tu antigua vida para empezar una nueva, ni siquiera tienes tiempo de graduarte y ya te enfrentas a la dura realidad: «Bien hecho, has estudiado todos estos años y aún no eres nadie. Ahora elige: seguir estudiando otros 5 o 10 años, o empezar a trabajar». Pero da igual lo que elijas, porque los demás se pondrán en tu contra en ambos casos. 

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Si decides trabajar, te criticarán porque si no tienes un título universitario eres un ignorante, aunque te ganes el sueldo y estés aprendiendo a gestionar tu vida de forma independiente. Si decides estudiar, te criticarán porque a los 30 años seguirás viviendo a costa de tus padres y, al final, habrás dedicado otros 10 años de estudio para alcanzar el mismo objetivo final: encontrar un trabajo. La sociedad, es decir, todas las personas de este mundo, siguen la misma regla: hundirse en lo más bajo y hundir a los demás. No importa qué camino elijas, tus familiares y amigos siempre intentarán devolverte al viejo camino del adormecimiento espiritual. No tendrás tiempo ni de celebrar tu graduación, que ya te harán notar que, en este momento, no encontrarías trabajo ni aunque le pagaras a tu jefe, por lo que te hacen sentir un fracasado tanto si has encontrado trabajo inmediatamente y ya eres independiente, como si has decidido estudiar y te has graduado. Ahora dime, ¿cómo podría una persona que escucha a los demás despertar y salir del Low? ¡No podría, no podría salir del Low en absoluto! Porque no importa si tienes trabajo, un título universitario o todo lo demás, porque encontrarán algo más que decir sobre cómo a los 30 años todavía no tienes novia o cuándo te vas a decidir a tener hijos. Así es como se presenta el Low. Sé que todo esto parece normal, porque hemos crecido con esta mentalidad, pero no hay nada normal en ello, porque es todo un mecanismo para mantenerte siempre impregnado en las obsesiones de lo que no tienes, para que pierdas tu tiempo persiguiendo lo que no te interesa y lo que no te sirve, solo para demostrar a los demás que tú también has desperdiciado tu tiempo. ¿Y al final te sentirás orgulloso de todo lo que has hecho? No, porque lo has hecho por los demás, así que cuando llegues a los 50 años te sentirás vacío y te darás cuenta de que lo que buscabas toda tu vida ha sido sofocado por la búsqueda de la aprobación de los demás. Pero lo que realmente querías, en tu interior, no lo has escuchado: solo necesitabas seguir tu instinto. Esto no significa que no debas buscar novia o que no debas estudiar o trabajar, sino que debes dejar de escuchar a tu yo inferior y prestar más atención a tu yo interior que te dice: «Vale, podemos conseguirlo todo juntos, o puedes fracasar solo». De niños, tenemos mucha menos presión social, sobre todo por parte de nuestros padres, que piensan más en mimarnos que en llenarnos de obsesiones. Sería estupendo que los padres se comportaran así hasta que alcanzáramos la mayoría de edad, y no solo durante los primeros cuatro o cinco años de vida. Mientras no nos adoctrinan las manías de la sociedad, tenemos una mente mucho más abierta, porque la vida cotidiana aún no nos la ha cerrado, como sucederá cuando empecemos a ir al colegio y a seguir los consejos y los deseos de los demás sobre nosotros. De niños no nos dicen: «¡No juegues con los coches de juguete, que no te llevará a nada!», pero al crecer sí, ¡nos lo dicen por cada cosa que hacemos! Según los demás, solo debemos hacer lo que nos da dinero, porque si no, no vale la pena, ya que la felicidad pura y propia no cuenta: no da dinero, así que no la sigas. Por eso se cierra nuestra mente: porque los demás toman las decisiones por nosotros, nos dicen qué hacer y, sobre todo, qué no hacer, qué nos debe gustar y, sobre todo, qué no nos debe gustar. Así dejamos de escuchar a nuestra Alma. Cuando somos niños, estamos mucho más conectados con el Yo, es decir, con el Alma, porque no la echamos fuera de nuestra vida, como ocurre cuando nos hacemos adultos. Así, cuando somos niños, el Alma aprovecha para enviarnos señales y comunicarnos intenciones, y también recuerdos pasados y profundos, que deberían impulsarnos a tomar determinadas decisiones y acciones útiles para nuestra felicidad, para nuestro bienestar, pero sobre todo para nuestro Despertar. Sin embargo, al crecer nos sentimos «estúpidos» por escucharla, porque creemos que es mucho más importante seguir lo que se nos dice que hagamos y lo que los demás nos imponen que nos gusta, en lugar de nuestro Yo. Solo esperamos que todo el esfuerzo realizado por nuestra Alma no haya sido en vano. 

Estudiante: Con la orientación adecuada, ¿sería posible que recordaran las vidas anteriores que han vivido? 

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Ángel: Por supuesto que sí, y sin duda también sería de gran ayuda para evitar que se adormecen psíquicamente al entrar en la sociedad, lo que comienza en la guardería y empeora en la escuela secundaria y el instituto. Presta atención: esto no significa que los niños no deban ir a la escuela, porque no queremos un país de analfabetos y borregos. Significa, en cambio, que se debería dejar a los niños más libertad para cultivar sus pasiones sin que los padres les impongan lo que les debe gustar y lo que deben hacer con su futuro. Está bien decirles a tus hijos «estudia», pero ¿es realmente necesario cortarles las alas y sustituir sus pasiones por tus obsesiones, como por ejemplo «tus amigos son siempre mejores que tú» o «todos los demás tienen novia y tú no» y, mientras tanto, «¡ay de ti si sales con una chica!»? Quiero dar un consejo a muchos de vosotros que sois padres de adolescentes: sed al menos coherentes con lo que enseñáis a vuestros hijos, porque a fuerza de ir en contra de todo lo que hacen, incluso cuando buscan vuestra aprobación casi por el gusto de querer tener siempre la última palabra, los volveréis locos. Darles responsabilidades está bien, pero no les transmitan sus obsesiones. Déjenles libres para escuchar su alma, ayúdenles a comunicarse con ella, en lugar de alejarlos de ella. 

Estudiante: Si una persona medita y, por lo tanto, practica, y luego se reencarna en otra vida, ¿puede recordar todo lo que hizo en la vida anterior y continuar su evolución desde allí, o se empieza todo de nuevo sin recordar nada de lo que se hizo en la otra vida? 

Ángel: Exacto, lo segundo: siempre se empieza de nuevo, pero solo en lo que respecta a los recuerdos. No importa cuántas vidas hayas vivido, porque durante la reencarnación, debido al proceso de borrado, volverás a olvidar tus vidas pasadas. De hecho, en esta vida no recuerdas tus vidas pasadas debido al proceso, pero puedes evocarlas a través de la práctica que te permite recordar todo lo que has vivido anteriormente. 

Estudiante: Bueno, si no fuera así, recordaríamos inmediatamente todas nuestras vidas anteriores, incluso a personas que viven al otro lado del mundo y que aún no conocemos en esta vida. 

Ángel: ¡Exacto! 

Estudiante: Pero, ¿podría ser que una persona que medita nunca recuerde lo que ha hecho y pueda permanecer en el Low, caer dormida? 

Ángel: Si me estás preguntando si es posible que una persona que medita bien, que está desarrollando seriamente sus capacidades psíquicas a través de la práctica, no recuerde sus vidas pasadas, te digo que no; porque una persona que practica seriamente para recordar sus vidas pasadas, a través de técnicas válidas como las que te enseño en la Academia, ten por seguro que con el tiempo las recordará. Si, por el contrario, me preguntas si es posible que una persona que durante un tiempo ha meditado de forma intermitente, es decir, a veces sí y a veces no, sin tomarse nunca en serio el camino de la práctica, pueda un día dejar de practicar y caer así por completo en el Low, la respuesta es sí, sin duda; porque nunca se ha tomado en serio el camino, por lo que es bastante normal que tarde o temprano deje de recorrerlo, y esto ocurre muy a menudo. 

Estudiante: Dado que en la próxima vida no recordaremos si en esta hemos meditado, ¿es como decir que lo que estamos haciendo ahora podría no servir para nada en la próxima vida? 

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Ángel: Por supuesto que no. No meditamos para que nuestra vida futura sepa que en esta vida meditamos; meditamos para evolucionar psíquicamente, para despertar, para que en la vida presente y en las vidas futuras seamos cada vez más fuertes y capaces de decidir sobre nuestra vida, en lugar de sufrir las condiciones de la baja vibración, de la oscuridad y de cualquiera que sea capaz de manipular psíquicamente nuestra vida para el mal. Por lo tanto, lo que estamos haciendo en esta vida, independientemente de si lo recordaremos en el futuro o no, sirve para que nuestra vida futura sea mucho más fuerte y protegida del mal. Así que lo que hacemos cuando meditamos es ayudar a nuestra Alma a hacerse más grande y fuerte, y lo hacemos vida tras vida. Además, cuanto más evolucione espiritualmente en esta vida, más fácil le resultará recordar sus vidas pasadas en las próximas, es decir, incluso la que es actualmente nuestra vida presente. 

Estudiante: ¿Podrías poner un ejemplo? 

Ángel: Por ejemplo, si en esta vida evolucionaras mucho, no solo estarías haciendo el bien en esta vida, sino que estarías ofreciendo un paquete de evolución psíquica a tu Alma. Por lo tanto, si fortaleces mucho tu Alma, en la próxima vida podrías ser mucho más consciente y evolucionado de lo que eres hoy en esta. Por ejemplo, si en esta vida has empezado a meditar a los 30 años, en la siguiente podría ser que empezaras ya a los 15. De hecho, no es raro que algunas personas empiecen a practicar hacia los 60 años y otras ya hacia los 14-15 empiecen a hacerse preguntas, a buscar un camino espiritual y a meditar, y no solo empiezan, sino que continúan hasta edades muy avanzadas. Esto significa que, gracias al trabajo espiritual realizado en la vida anterior, en la siguiente encontrarás más rápida y fácilmente el camino adecuado para ti, lo que te permitirá despertar aún más rápidamente, en lugar de esperar a una determinada edad, como podría haber ocurrido en la vida anterior. Esto es solo un ejemplo, pero puede ocurrir muy a menudo gracias a lo que hemos logrado en vidas pasadas. Esto no significa que si encuentras la meditación a los 60 años, ya sea demasiado tarde y que no haya nada que hacer. Al contrario, es mucho mejor que te ocupes de ello hoy mientr s, en lugar de pensar en posponerlo para la próxima vida, porque, como bien sabes, sin práctica no nos garantizamos una vida futura. Por lo tanto, aún estás a tiempo de recuperarte antes de que sea demasiado tarde. 

Estudiante: Si a los 60 años lo deja, habrá desperdiciado todo. 

Ángel: Exacto. 

Estudiante: Me surge una pregunta sobre la conexión entre la reencarnación y el alma: en mi caso concreto, morí clínicamente antes de nacer y nací muerto. El tiempo transcurrido entre la pérdida del latido cardíaco dentro del útero materno y el momento en que fui extraído mediante cesárea fue muy superior a los 3 minutos (tiempo límite que la medicina canónica considera para el «rescate»). ¿Esto puede haber influido de alguna manera en mi cuerpo físico, energético y en mi alma? Gracias. 

Ángel: Podría haber influido en tu cuerpo energético, haciéndolo más débil de lo normal y, por lo tanto, más frágil a las influencias negativas que te afectan, lo que podría causarte daños más graves que a otra persona; pero es algo que debes comprender por ti mismo, prestando atención a si en tu vida has tenido una serie de desgracias y accidentes que probablemente no le habrían ocurrido a otra persona. En cualquier caso, por seguridad, te recomiendo que practiques las técnicas que encontrarás en los Pasos, sobre el refuerzo del aura y del cuerpo energético. En cuanto al alma, no debería haber sufrido ningún problema, pero también en este caso habría que estudiar tu situación más a fondo. 

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Estudiante: ¿Es posible y/o frecuente que un alma, en el planeta Gaia, se reencarne en la misma familia una o más veces, pero en diferentes generaciones? 

Ángel: Sí, ha ocurrido y puede ocurrir perfectamente, dependiendo de las elecciones del Alma. Pero no hay que creer que todos tus parientes, como tus abuelos fallecidos, se convertirán necesariamente en tus hijos, porque no hay ninguna regla o ley espiritual que obligue al Alma a reencarnarse de nuevo en la misma familia. Cada Alma elige por sí misma y, a veces, puede ocurrir que elija reencarnarse dentro de la misma, por ejemplo, como hijo o nieto, o volver de alguna manera a la familia por otras vías, como por ejemplo convirtiéndose en la novia de un hijo, volviendo así a la familia, pero en el papel de nuera. 

Estudiante: Un señor con el biotensor me leyó la energía y me dijo que había tenido varias vidas pasadas y que en la mayoría había sido hombre y que cuando era mujer siempre era una bruja encarcelada y luego quemada, en todas las vidas; no le creí mucho. ¿Sería posible? 

Ángel: No lo creas, no lo creas. 

Estudiante: Antes de tu clase sobre este tema, pensaba que estaría más tensa y ansiosa. Hace solo unos meses me paré a reflexionar sobre la reencarnación cuando una persona me dijo que un par de almas me habían elegido para renacer a través de mí, como madre. Si eso no ocurre, ¿esas almas cambiarán de máquina o es que lo que me dijeron no era cierto? 

Ángel: Simplemente no era cierto lo que te dijeron. 

Estudiante: Sé que he tenido muchas reencarnaciones (como mínimo desde hace 4000 años). ¿Crees que es posible? 

Ángel: El mero hecho de que puedas aceptar este concepto de la reencarnación hace comprender que esta no es tu primera vida. Si es cierto que has tenido reencarnaciones desde hace 4000 años, solo lo comprenderás con la práctica. 

Estudiante: ¿En la vida pasada también se puede haber sido de otra especie o siempre hemos sido humanos? 

Ángel: No, en absoluto. También hemos sido alienígenas, seres dimensionales sin cuerpo físico y muchas otras cosas. No solo humanos, porque si no, ¿qué evolución habría si fuéramos siempre y para siempre humanos? 

Estudiante: Bueno, la mayoría de nosotros no lo recordamos. 

Ángel: Jajaja. 

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Estudiante: Gracias. 

Ángel: Los recuerdos de vidas pasadas alienígenas y/o dimensionales son más complejos de recordar, pero a través de la Visión de las Caras ya puedes darte cuenta de cuántas razas diferentes has formado parte, y no solo la humana. 

Estudiante: Siempre he tenido la sensación a lo largo de mi vida de sentirme inadecuada y de tener que redimirme en todos los contextos, siempre he tomado las decisiones más difíciles para demostrarme a mí misma que «podía hacerlo» y este sentimiento de redención lo llevo conmigo desde siempre. Pero, ¿es posible que provenga de algo que tengo que resolver en el pasado? 

Ángel: En primer lugar, es importante entender que no hay que vivir la vida presente para redimirse de las pasadas, porque cada vida debe disfrutarse como tal, como una, y sin pensar en las pasadas o las futuras. Dicho esto, sin embargo, sí, es posible, porque nuestras vidas pasadas nos influyen mucho, aunque no las recordemos, y creemos que no pueden influirnos. Sin embargo, muchas de nuestras características actuales provienen precisamente de lo que hemos vivido en vidas anteriores. Por lo tanto, te aconsejo que evoluciones espiritualmente para descubrir de dónde proviene. 

Estudiante: Me gustaría saber si una enfermedad como, por ejemplo, el asma, está relacionada con algo que sucedió en una vida anterior y si se puede resolver entendiendo la conexión con la vida anterior. 

Ángel: No hay que pensar necesariamente que todo lo que nos sucede en esta vida está relacionado con vidas pasadas, ya que también intervienen los ataques negativos, etc., recibidos en esta vida presente. Sin embargo, sí, ciertas dificultades de salud pueden derivar de situaciones negativas que hemos vivido en vidas pasadas y que no hemos logrado separar, hasta el punto de encontrar problemas también en la vida presente, que normalmente no deberían haber ocurrido. Por lo tanto, para resolver estos problemas de salud no bastaría con «aceptar» que provienen de vidas pasadas, sino que también habría que trabajar en ese programa negativo para separarlo de nuestra vida presente. 

Estudiante: ¿Cómo se entiende la diferencia? Quiero decir, ¿se puede saber cuándo un problema está relacionado con una vida pasada o no? ¿Cómo se puede saber? 

Ángel: Se puede comprender a través de las técnicas que te he enseñado sobre el Sello de las Vidas Pasadas, porque solo la práctica puede darte respuestas. 

Estudiante: Soy especialmente sensible a las imágenes de guerra, es como si me recordaran algo. ¿Podría ser porque provienen de una vida pasada? Ayer, después de la meditación guiada por ti, sentí un profundo amor seguido de una profunda tristeza y la sensación inicial fue que provenía de una vida pasada, ¿es posible? Doy mucha importancia a mi instinto y a la primera sensación, como me has enseñado, pero no quiero equivocarme. 

Ángel: Sí, claro, podría derivar de una reencarnación que viviste precisamente durante la guerra, no habría nada extraño en ello, ya que ha habido muchas guerras y, dependiendo de tu papel en esa vida, podrías haberla vivido más de cerca que otros, hasta el punto de que te marcó más.Por lo tanto, los recuerdos, aunque no te parezcan muy visibles, influyen en tu mente desde el inconsciente y te provocan estos sentimientos y estados de ánimo. 

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Estudiante: ¿Algunos miedos de esta vida pueden ser recuerdos de otras pasadas? ¿Traumas no superados en esa vida? 

Ángel: Sí, claro, si en esa vida no los has superado, los has traído contigo hasta esta vida y aún hoy puedes tenerlos impresos. Por eso es tan importante desprenderse del miedo a morir y desprenderse de la idea del propio cuerpo humano, para no llevar contigo ciertos traumas y ciertas máscaras en las vidas siguientes. 

Estudiante: ¿Desprenderse en el sentido de darse cuenta de que el cuerpo humano es una cosa y el alma, en cambio, vive para siempre? 

Ángel: Exacto. El cuerpo humano es solo un medio que utilizamos para vivir en esta dimensión material, pero no es nuestro verdadero yo. Al reconocer esto, desprenderse del miedo a que muera se vuelve más fácil, ya que te das cuenta de que tú nunca morirás, mientras sigas evolucionando espiritualmente, porque podrás decidir continuar con tus experiencias de vida e incluso con la reencarnación. 

Estudiante: ¿Se puede hacer un «dejarse ir» para desprenderse de las máscaras físicas del pasado, aunque no se sepa exactamente qué es? Hacer un «dejarse ir» así. 

Ángel: Sí, sí, claro. Te ayudará mucho. 

Estudiante: Desde pequeña siempre he tenido miedo del sonido de los aviones por la noche. Cada vez que lo oigo, me angustio. Siempre he sospechado que se trata de un residuo de una vida pasada. Me identifico con una persona que está en un refugio antiaéreo. Al leer el documento sobre las máscaras, esto es posible. ¿Es así? 

Ángel: Por supuesto. Provienen de una o varias vidas pasadas en las que viviste en estrecho contacto con esos sonidos y que imagino que se refieren a períodos de guerra, en los que ese sonido se asociaba con el terror a la muerte. Por eso te traumatizó tanto. 

Estudiante: Creo que hace tiempo tuve recuerdos de vidas pasadas. Por ejemplo, una vez abrí un libro por una página al azar y me encontré con un fragmento que hablaba de la erupción del Vesubio en Pompeya en el año 70 d. C. En mi cabeza se sucedieron una serie de fotogramas acompañados de una sensación en el estómago y el corazón. Cerré el libro como si hubiera vivido ese momento en primera persona. Te daré otro ejemplo: otra vez, de la nada, me vi dentro de una estructura, tal vez una pirámide, untando vendas para la momificación o no sé qué, y sentí el olor. ¿Podrían ser recuerdos concretos? 

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Ángel: Sí, es posible que sean fragmentos de recuerdos, ya que también han intervenido otras sensaciones como el olfato. Te aconsejo que estudies bien estos recuerdos y trates de profundizar, sobre todo en el recuerdo de la pirámide y la momificación, porque podrías descubrir información muy interesante. 

Estudiante: Cuando accedemos a los recuerdos de vidas pasadas, ¿es exactamente el alma la que consigue volver a ver lo que ya se ha vivido? Y si es así, ¿esa información estaría siempre a nuestra disposición porque está guardada en un contenedor en el que podemos mirar en cualquier momento? A mí me pasó una vez, durante una de tus meditaciones, que de repente sentí que el volumen de la mezcla se subió mucho y sentí como si se duplicara mi yo, estaba allí meditando y al mismo tiempo me encontré en una escena en la que observaba a tres mujeres y estaba segura de que una de ellas era yo, incluso sabía cuál, pero si tuviera que explicar cómo lo sabía, no sabría hacerlo, Después sentí que me succionaba de vuelta al lugar donde estaba. ¿Podría haber sido una visión de una vida pasada? 

Ángel: Sí, es posible que se tratara de una escena de una vida pasada, muy interesante. Los recuerdos de todas tus vidas pasadas están impresos en el Alma, por lo que Ella los posee todos y tú puedes acceder a esta información en cualquier momento, pero solo a través de las técnicas que te permiten hacerlo. 

Estudiante: ¿Para qué sirven realmente las vidas pasadas? Me pregunto: si quiero comunicarme con algo que me ayude, ¿no sería mejor acudir a la fuente, es decir, a nuestro Ser? Dado que en él se encuentran todos los pedacitos de nuestra alma y, por lo tanto, todas nuestras vidas pasadas y, en consecuencia, toda la información que podríamos necesitar. 

Ángel: A menudo me preguntáis para qué sirven las vidas pasadas, así que pregúntate: ¿para qué te sirve estar vivo hoy? ¿Crees que es inútil estar vivo hoy? Por supuesto que no. Pues bien, tus vidas pasadas no son inútiles, sino largas experiencias que has vivido antes de esta y que te han formado, te han permitido estar aquí hoy. Tus vidas pasadas han formado tu Alma. El Alma, en práctica, está formada por todas tus vidas pasadas, por lo que es extraño preguntarse para qué sirven las vidas pasadas. Por lo tanto, si me preguntas si es útil comunicarse con el Alma, es obvio que sí, y eso es precisamente lo que te estoy enseñando a hacer. Entonces, ¿a qué esperas para hacerlo? 

Estudiante: ¿Cómo podemos recordar quiénes hemos sido? 

Ángel: Meditando desarrollarás el sexto sentido, de modo que te conectarás con tu verdadero yo, y entonces comenzarás a descargar recuerdos, hasta recordar quién has sido; pero la cadena debe contener todos los pasos. La cuestión es que no es fácil recordar vidas pasadas hasta que decides poner en práctica las técnicas. Podríamos pasar horas hablando de ello, pero la verdad es que si no practicas con constancia, nunca las recordarás. 

Estudiante: Me gustaría hacerte una pregunta sobre la propia Misión. Después de completar la misión en una vida, por ejemplo en esta, ¿puedo saber ya cuál será mi próxima misión para la Fuerza? Y, dependiendo de ella, ¿podría seguir utilizando el tiempo que me queda en esta vida, hasta que yo lo decida, para prepararme para la próxima misión? 

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Ángel: A menudo se cree que la misión es una meta, como se piensa de la Iluminación. En realidad, considero que no hay un final para una misión tal y como la imaginamos, porque si así fuera, el sentido de la vida se acabaría. Todo lo que vendrá dará lugar a nuevas misiones, independientemente del peligro o la oscuridad que haya o de si esta desaparece por completo, siempre habrá nuevos objetivos que alcanzar. La vida en la Tierra no termina de un día para otro y esto es gracias a nosotros. Hay vidas en las que ayudarás a tus próximas vidas o a tus vidas pasadas, claro, eso sucederá. Ocurrirá cuando estés listo para comprender que es el momento, independientemente de la situación o el periodo por el que estés pasando. En esta vida he reencontrado una personalidad de una vida anterior que ha pasado mucho tiempo ayudándome en mi vida actual, me ha simplificado mucho las cosas gracias a su ayuda. Quizás alguien quiera decirme que me han ayudado, que he conseguido mi evolución haciendo trampa. Yo me he ayudado a mí misma, no he obtenido ventajas sin merecerlas. ¿Cómo puedes pretender que alguien te ayude o te pida ayuda si ni siquiera eres capaz de ayudarte a ti mismo? En el fondo, se trata de una conexión temporal de alto nivel, pero para lograrla, yo recomendaría ante todo estar espiritualmente muy avanzado. Por lo tanto, te respondo que es posible que concluyas tu misión en esta vida antes de concluir tu vida física, de modo que puedas dedicarte a prepararte para la próxima. Esto no significa que, una vez concluida la misión, debas «morir» inmediatamente y no tener la oportunidad de disfrutar de tu tiempo libre, si es eso lo que me estás preguntando. Pero la misión no es solo una, ya que es algo que llevas a cabo vida tras vida, y mientras tanto se añaden otras o son sustituidas por otras más urgentes. No veas la misión como una carga, una molestia que te quita un tiempo precioso, sino como lo que realmente es: la verdadera razón por la que hemos nacido aquí. Son los acontecimientos bajos, las tareas cotidianas, los que quieren quitarte un tiempo precioso para impedirte dedicarte a tu misión, y no al revés. 

Estudiante: Una vez alcanzada la máxima evolución, ¿nuestra alma seguirá reencarnándose? Si no es así, ¿dónde vivirá? 

Ángel: Todo depende de las misiones que cada alma elija cumplir. Obviamente, no existe un límite de evolución y, por lo tanto, tampoco existe la evolución máxima, pero hay niveles muy altos de evolución en los que quizás sientas que ya no quieres reencarnarte para vivir ese tipo de experiencia, pero creo que ese nivel está muy lejos como para preocuparse ahora. La cuestión es que, incluso si el Alma ya no tuviera necesidad de reencarnarse, si quisiera cumplir misiones para la Fuerza y, por lo tanto, para Dios, y estas requirieran reencarnarse, probablemente lo haría de nuevo por amor. Quitémonos de la cabeza que reencarnamos solo para seguir una especie de ciclo que un día terminará y nos llevará a una dimensión de paz, porque no nos reencarnamos por obligación: lo hacemos porque queremos experimentar, queremos evolucionar, pero sobre todo lo hacemos porque la Fuerza nos ha pedido que llevemos a cabo misiones importantes, y hemos aceptado reencarnarnos aquí para llevarlas a cabo desde dentro del planeta, ya que desde fuera no era factible. Por lo tanto, no hay una obligación que se nos haya impuesto, no hay un ciclo que seguir, sino que hemos sido nosotros quienes hemos elegido volver aquí para hacer algo bueno por este planeta. Ahora que estamos aquí, ¡no nos queda más remedio que hacerlo! 

Estudiante: Entonces, ¿podríamos reencarnarnos infinitamente? ¿Es decir, alcanzaremos un nivel cada vez mayor que hoy ni siquiera podemos percibir? 

Ángel: Sí, por supuesto. Todo depende de lo que decidas cuando te desencarnes, si continuar reencarnándote o hacer otra cosa durante un tiempo. A veces decidirás pasar un tiempo en dimensiones de luz pura y no ocuparte de misiones contra la oscuridad, como la que estamos llevando a cabo en esta vida. En otras ocasiones, elegirás reencarnarte de nuevo para ayudar a este planeta, con la esperanza de llevarlo hacia una dirección más luminosa y pacífica. En otras ocasiones, decidirás adquirir experiencia en cuerpos físicos alienígenas, para ayudar a otro planeta determinado, ya que no solo la Tierra está en guerra contra la oscuridad, sino que existen millones de razas que están luchando contra el mismo enemigo. En cualquier caso, te recomiendo que estudies bien el material que he puesto a tu disposición sobre este tema, porque hay mucho más por descubrir. 

Estudiante: Gracias, Ángel, tendré mucho que reflexionar sobre esta lección. 

Ángel: Ha sido un placer. ¡Por hoy hemos terminado! Espero veros a todos en la próxima lección. ¡Hasta pronto! 

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