Los viajes astrales: cómo distinguir una verdadera E.O.B. de un sueño (2ª parte)

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En la lección anterior sobre el viaje astral, comprendiste que no hay nada que temer, que durante el OOBE una pequeña sonda energética sale de tu cuerpo para visitar el lugar que prefieras y que el alma permanece siempre dentro del cuerpo sin salir nunca. Pero, ¿por qué cuando sales al astral te ves con la misma forma e imagen que tu cuerpo físico? 

En esta lección te explicaré todo lo que hay que saber sobre el viaje astral, para que cuando te suceda, o decidas hacerlo a través de la práctica, ¡estés realmente preparado para afrontarlo de la mejor manera posible! Partamos de la base de que lo que sale del cuerpo no eres realmente tú, sino una pequeña parte de tu energía inteligente que has enviado, inconscientemente, fuera de tu cuerpo para visitar el lugar en cuestión. Posteriormente, volverá a tu interior. Mientras la pequeña sonda está fuera de tu cuerpo, se comunica directamente con tu mente sin respetar cables o cordones, inventados por quienes nunca han realizado un viaje astral, atribuyéndole fases pensadas con una mente cerrada para la que debe estructurar todo, incluso la energía, ya que la energía no necesita estos medios para permanecer conectada. Cada parte de tu energía es consciente de ser tú, ya que te compone. Cuando la sonda sale de tu cuerpo, te permite ver lo que ve, como si fueras tú en primera persona. En realidad, no es tan extraño, ya que esa energía te pertenece, es una pequeña parte de ti. Cuando se habla de energía, no debes identificarte solo como si fueras la mente central, sino que es correcto identificarte con cada partícula de energía que te compone, porque puedes utilizarlas como si fueran muchas pequeñas mentes tuyas. Esta puede separarse de la gran masa —que serías tu verdadero yo— y alejarse durante un periodo de tiempo variable, permitiéndote estar aquí y allí al mismo tiempo. Esto ocurre porque sigues siendo tú, pero en diferentes cantidades. De hecho, durante el viaje astral, el núcleo permanece aquí, pero puedes enviar pequeñas partes de tu energía a otros lugares sin que le ocurra nada al verdadero tú. De hecho, cuando esta pequeña sonda de tu energía y tu conscien á saliendo de tu cuerpo, empezarás a ver en primera persona como si fueras tú quien sale, aunque el verdadero tú permanece dentro del cuerpo. 

Entonces empezarás a salir del cuerpo y te verás a ti mismo tumbado en la cama. La primera vez puede resultar un poco inquietante porque no estás acostumbrado a ver tu cuerpo físico tumbado en la cama, como si fuera algo ajeno a ti. Ver tu propio cuerpo tumbado mientras duermes puede provocarnos una sensación extraña que se confunde con el miedo, porque nos hace creer que está sin vida y que lo estamos abandonando. En ese momento hay que ser consciente de que se está produciendo un oobe y que no hay nada peligroso en ello. Decirlo ahora es fácil, pero es necesario que seas consciente también en el momento exacto, para no dejarte influir por el miedo del momento, que podría hacerte malinterpretar la experiencia positiva y creer que es negativa. 

Al salir al astral, podrías empezar a ver tu cuerpo tendido en la cama y, al mismo tiempo, verte a ti mismo tal y como estás acostumbrado a verte cada día. La razón por la que la gente cree que es todo el alma la que sale es porque, cuando se sale del cuerpo, sobre todo las primeras veces, nos vemos con el aspecto habitual que vemos cuando nos miramos al espejo, y esto nos hace creer que nuestra alma está abandonando el cuerpo, identificándonos con la apariencia física de nuestro cuerpo. En la práctica, nos identificamos con nuestro rostro, como si el alma tuviera realmente el mismo rostro que nuestro cuerpo. En realidad, el alma es una silueta de energía sin forma definida, ya que la energía puede cambiar y moverse sin necesariamente respetar una forma precisa. El alma no tiene un aspecto similar al de nuestro cuerpo físico: no tiene rostro, ni brazos, ni piernas, ni pies. El alma es nuestra verdadera esencia que reside dentro del cuerpo, pero no tiene su apariencia. Sin embargo, cada día estamos acostumbrados a identificarnos con el rostro que vemos en el espejo, por lo que acabamos convenciéndonos de que somos ese rostro, ese cuerpo, ese aspecto. Nos engañamos a nosotros mismos pensando que nuestra alma tiene ese cuerpo. 

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La energía puede adoptar cualquier forma que queramos, de hecho, con el entrenamiento adecuado, puedes transformarte y adoptar la apariencia de cualquier persona o cosa. Cambiar de forma requiere entrenamiento, de hecho, durante las primeras experiencias de OOBE no serás capaz de transformarte en lo que quieras, sino que te quedarás bloqueado en la idea de que tu sonda energética debe ser equivalente a la forma de tu cuerpo físico; al hacerlo, durante un OOBE te verás con el mismo aspecto físico con el que te ves todos los días, aunque en el astral no tendrás un cuerpo físico. Por esta razón, cuando sales al astral, te ves con tu apariencia habitual, en lugar de verte como una hermosa forma de energía luminosa u otra cosa. Estás demasiado acostumbrado a identificarte con el rostro que ves en el espejo todos los días y, por lo tanto, incluso durante el viaje astral, te identificas con la misma forma. 

Si nunca has experimentado un viaje astral, aunque ahora sepas que el alma no sale del cuerpo y que se trata únicamente de una pequeña sonda energética, cuando te encuentres en esa situación te surgirá la duda, haciéndote temer, como le sucede a todo el mundo, que lo que ha salido del cuerpo es precisamente el alma. Deberás recuperar la conciencia inmediatamente para no arruinar la experiencia, recordando que el alma no puede salir del cuerpo y mucho menos podría hacerlo sin que el cuerpo físico opusiera resistencia. Quédate tranquilo, porque el alma no saldría tan fácilmente, ya que las defensas naturales del cuerpo humano lo impedirían y ella misma, mucho más evolucionada que tú ahora, no abandonaría el cuerpo de esta manera, ya que no tiene ninguna razón para hacerlo. Con el tiempo, tendrás que aprender a reconocerte a ti mismo, a partir del cuerpo físico que has elegido para vivir una vida en esta dimensión terrenal, porque tú no eres él, pero él te pertenece. Un cuerpo sin una Conciencia en su interior no es más que un títere vacío; un Alma sin cuerpo sigue siendo un Alma. Sin embargo, durante la primera experiencia oobe podrías olvidarlo porque estarás demasiado emocionado y también un poco asustado, por lo que podrías dudar de haberte equivocado y de que algo haya salido mal. No te preocupes, a todos nos pasa, es el miedo inicial, pero luego todo pasa. 

Para poder realizar viajes astrales voluntarios, es decir, ser capaz de salir en astral cuando tú quieras, y no solo cuando ocurre espontáneamente, se necesita práctica y entrenamiento, pero sobre todo meditación. Realizar un viaje astral requiere mucha energía y cuanto más meditas, más absorbes, pudiendo utilizarla para salir en astral y permanecer más tiempo durante el viaje. De hecho, lo que más lamentan los amantes de los viajes astrales es su corta duración, que debido a la poca energía se reduce a un lapso de tiempo demasiado breve para visitar todo lo que se tenía en mente ver. Sin embargo, la meditación no solo sirve para obtener energía, sino sobre todo para tomar conciencia de uno mismo y aumentar la confianza en uno mismo, algo fundamental para realizar técnicas similares al oobe. El primer enemigo del viaje astral es el miedo, ya que es él quien hace fracasar cualquier intento de oobe. Pero, ¿por qué tantas personas han vivido una experiencia de viaje astral a pesar de no haber meditado nunca antes? Sencillo: porque el viaje astral es totalmente natural. Al igual que todas las capacidades mentales del ser humano, desde la premonición del futuro hasta la capacidad de percibir los pensamientos de otras personas, pasando por la capacidad de ver auras o sentir la presencia de entidades, cada una de estas facultades pertenece naturalmente a nuestro sexto sentido: la unión de todas estas capacidades. Cuando hablamos de las capacidades del cerebro, nos referimos a todo lo que la persona es capaz de hacer: pensar, razonar, imaginar, crear, por lo que pertenecen a nuestro cerebro muchas capacidades como la inteligencia, la creatividad, etc. El sexto sentido es el conjunto de todas las capacidades psíquicas del ser humano, por lo que incluye la telepatía, la sensibilidad, la premonición, etc. La capacidad de salir en astral forma parte del potencial humano. 

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Como en cada uno de ellos, todos hemos tenido experiencias de premonición o visión energética sin haber entrenado nunca nuestro sexto sentido, ya que estamos predispuestos por naturaleza a poseerlo, forma parte de nosotros, por lo que, sin ser conscientes de ello, lo hemos utilizado en numerosas ocasiones a lo largo de nuestra vida. El sexto sentido es como un músculo que se atrofia con los años y se vuelve cada vez más débil; es un poco como nuestras piernas que, con la edad, si no se mantienen en forma, dejan de sostenernos. 

Es muy normal que las personas hayan tenido experiencias de viaje astral sin haber entrenado nunca esta técnica, porque el oobe nos pertenece por naturaleza. Sin embargo, al igual que cualquier músculo, las facultades psíquicas deben entrenarse si queremos que funcionen a nuestro antojo, y no solo cuando ellas quieren. Por eso todos tenemos desde que nacemos la capacidad de entrar en el astral, de predecir el futuro o de percibir los pensamientos de los demás, pero mientras no entrenemos nuestros músculos, estos permanecerán débiles y no estarán a la altura de satisfacer nuestros intereses. La meditación y la práctica sirven para permitirte decidir cuándo debe tener lugar el viaje astral, por elección propia y no solo cuando tienes suerte. Además, no hay que subestimar el hecho de que, gracias al entrenamiento, también puedes decidir cuándo no debe tener lugar el viaje, porque, por ejemplo, hoy no te sientes apto para realizarlo; quien vive solo de viajes astrales espontáneos nunca sabe cuándo ocurrirán, por lo que, cuando suceden, no puede evitarlos y debe soportarlos aunque no le apetezca. Quienes aprenden a practicar el viaje astral pueden tomar las riendas de su vida y decidir en cada momento si dejar que el oobe continúe o bloquearlo e impedir así salir al astral. Los amantes de los viajes astrales no se plantean estos problemas, al contrario, ¡les gustaría poder tenerlos todos los días! Sin embargo, quienes no se sienten preparados o aún temen la salida astral pueden sentirse incómodos al probar estas experiencias, sobre todo porque son situaciones que ocurren aunque no lo deseen. Por esta razón, es importante entrenarse: porque te permite elegir cuándo ir y cuándo no, en lugar de dejar que todo esté siempre fuera de tu control. 

Todo el mundo puede salir del cuerpo, pero hay quienes han tenido más experiencias espontáneas y quienes menos. Quienes tienden a salir a menudo del cuerpo es porque han aprendido que para salir hay que relajarse, en lugar de agitarse. Quienes tienden a salir más a menudo tienen la suerte de que las defensas de su cuerpo se han acostumbrado a la situación y les dejan libres, porque han comprendido que no hay ningún peligro en realizar un oobe, ya que no se trata de una muerte o una experiencia cercana a la muerte. Sin embargo, esto no significa que sean capaces de moverse bien en el astral, ya que salir del cuerpo y recorrer el astral son dos acciones muy diferentes. Quienes no han aprendido a relajarse o no han comprendido el mecanismo del oobe, no pueden salir al astral cuando quieren y siempre tienen que esperar a que llegue el día afortunado en que sucederá. Luego, por supuesto, hay quienes nunca han tenido una experiencia, o no la recuerdan, porque es fácil convencerse de que durante una experiencia OOBE se trató solo de un sueño, ya que las experiencias espirituales se olvidan fácilmente debido a nuestro regulador interno, es decir, el Low. Por lo tanto, esperar el día afortunado nunca es la elección correcta, porque precisamente ese día podría no salir como esperabas y podrías perder la única oportunidad espontánea. Muchas veces las personas logran entrar en la fase de parálisis que precede a la salida astral, pero luego no logran completar el paso y se quedan bloqueadas dentro de su cuerpo sin poder salir. La fase de salida del cuerpo es la más complicada porque requiere confianza y relajación. La complicación para completar un oobe no es la técnica en sí misma, sino el miedo inconsciente a salir, que bloquea la sonda energética dentro del cuerpo. 

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Nuestro cuerpo humano posee defensas naturales muy fuertes que impiden que el alma lo abandone, por lo que esta no podrá hacerlo hasta que el cuerpo físico esté moribundo y a punto de morir, momento en el que ya no podrá retenerla. Sin embargo, será el alma la que decida cuándo abandonar el cuerpo y podría optar por permanecer en su interior aunque el cuerpo ya no pueda retenerla. Por lo tanto, un simple viaje astral no puede suponer ningún peligro para la vida ni separar el alma del cuerpo, ya que se necesitaría mucha más fuerza y no una visita astral, que es algo trivial en comparación. Sin embargo, mientras estás saliendo del cuerpo, las sensaciones físicas que experimentas y la visión de tu cuerpo tendido en una cama silenciosa te hacen pensar en lo peor, por lo que sientes miedo. El cuerpo sabe que el alma no puede salir tan fácilmente, pero desde el momento en que empiezas a temer que esto esté sucediendo, entra en defensa porque quiere impedir que tengas motivos para tener miedo. Nuestro cuerpo es muy inteligente, aunque creamos que la única parte viva y consciente es nuestro cerebro. En realidad, cada célula de nuestro cuerpo tiene energía y conciencia, algunas más que otras, pero todas quieren vivir y mantener la vida del conjunto. Nuestro cuerpo está más interesado que nosotros en mantenernos con vida, consciente de que si nuestra Conciencia se fuera, él moriría para siempre. Por eso sus defensas naturales son grandiosas, más de lo que imaginamos. Las reacciones de nuestro cuerpo son increíbles, basta pensar que es capaz de elegir, sin pedirnos permiso, hacer que olvidemos un trauma porque es consciente de que nos hace demasiado daño; o es capaz de no dejarnos percibir el sufrimiento más allá de cierto límite, o de hacernos desmayar para evitar que muramos de dolor. El cerebro es como un gran generador de energía que envía la información al resto del cuerpo, pero no creas que el cuerpo en sí mismo tiene poco valor. Todo el conjunto colabora para que la vida siga adelante de la mejor manera posible. Por lo tanto, el viaje astral no es en absoluto un problema para nuestra alma, sino más bien para nuestro miedo infundado. 

De hecho, lo que más nos asusta no es el momento en que somos felices revoloteando de una habitación a otra o por la ciudad. El miedo aparece antes, en la fase en la que estamos saliendo del cuerpo. Ese momento es muy delicado, porque no ocurre de repente, sino que necesita su tiempo. Lo que ocurre es que una parte de la energía consciente, que llamamos sonda, se mueve dentro de tu cuerpo para prepararse para la fase de separación y, por tanto, para la salida. Creer que la energía sale tan fácilmente del cuerpo es un error de principiante, de alguien que no tiene la más mínima idea de cómo funciona la energía. El cuerpo retiene toda la energía en su interior, porque sus defensas naturales son conscientes de que la salida de energía podría significar una descarga, una pérdida de fuerza, un , o podrían sospechar que está sucediendo algo extraño o negativo. Por poner un ejemplo, si fuera fácil sacar la energía del cuerpo humano, cualquiera sería capaz de chupar la energía de otras personas con solo desear robarles energía; por suerte, no es tan fácil, porque el cuerpo de cada persona intenta retener toda la energía que posee y no dejarla salir; por lo tanto, en cuanto se siente en peligro, se activa la protección más fuerte para impedir que toda la energía sea robada y que la persona caiga al suelo completamente vacía. De hecho, solo las personas o entidades más capaces (y esto no es algo positivo) se definen como vampiros energéticos, porque son capaces de robar y arrancar mucha energía rompiendo las defensas naturales del cuerpo ajeno. Para defenderse de ellos, es necesario aumentar la propia defensa psíquica practicando la técnica de la meditación y la Protección Psíquica. Esto es solo un ejemplo para que comprendas que si la energía fuera tan fácil de extraer, todos habríamos sido vaciados por el primer transeúnte un poco negativo que quisiera robárnosla por completo. Las defensas naturales de nuestro cuerpo no pueden defendernos de todo, porque necesitan ayuda energética para lograrlo (es decir, meditación y protección), pero pueden ser mucho más útiles de lo que crees. La defensa natural es intensa, pero queda casi completamente destruida en las personas que consumen drogas (o las han consumido en el pasado) y muy debilitada en aquellas que consumen alcohol periódicamente, incluso en «pequeñas» cantidades, como una copa de vino o una cerveza a la semana. Quienes consumen drogas o alcohol, o han abusado de ellos en el pasado, tienen defensas naturales mucho más bajas y débiles de lo normal, por lo que son mucho más propensos a sufrir vampirizaciones, es decir, pérdidas repentinas de energía que les roban otros, influencias energéticas y ataques de diversa índole. 

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Quienes consumen o han consumido en el pasado tienen defensas naturales demasiado débiles en comparación con quienes nunca han roto sus barreras protectoras con las drogas y el alcohol. De hecho, es más fácil que las larvas y las energías negativas entren primero en las personas que tienen las barreras protectoras destruidas, es decir, quienes han consumido drogas, que en quienes tienen defensas naturales fuertes e intactas, es decir, que no han sido destruidas por el consumo de esas sustancias. Por eso, quienes han consumido drogas y alcohol con demasiada frecuencia se encuentran con muchas más dificultades durante los viajes astrales que los demás. La diferencia es muy grande: quienes tienen la mente limpia porque nunca han consumido ninguna sustancia tienen su protección natural intacta, por lo tanto estable y compacta. La defensa natural hace que la persona en cuestión no sufra ningún daño, ni siquiera durante los viajes astrales. Acontecimientos como la aproximación de entidades o larvas durante un viaje astral están totalmente alejados de la realidad de quienes no consumen alcohol ni drogas; sin embargo, es diferente para quienes sí lo hacen: ellos son las presas favoritas de las entidades, las larvas, los vampiros energéticos y muchos otros. Nuestro cuerpo tiene defensas naturales muy importantes y es bueno que no las destruyamos estúpidamente consumiendo sustancias que arruinan nuestra vida psíquica, espiritual y cotidiana. 

El cuerpo humano protege y retiene la energía en su interior, por lo que durante el intento de oobe, si empiezas a tener miedo, el cuerpo bloquea la energía en su interior impidiéndote salir, porque tu miedo lo bloquea todo y el cuerpo se encarga de que permanezcas en su interior. Esto ocurre porque, si sientes miedo, las defensas del cuerpo se activan, malinterpretando, convencidas de que hay una razón real para mantenerte dentro, aunque solo se trate de un miedo infundado. Las defensas siempre funcionan porque te protegen de cualquier evento del que son capaces de protegerte sin que te des cuenta. Por lo tanto, el viaje astral no es uno de los eventos que las defensas del cuerpo consideran un peligro; sin embargo, si durante la salida astral empiezas a sentir miedo, estas se activan por pura defensa y te bloquean dentro, impidiéndote salir. Lo que importa es lo que sientes, no lo que dices. Puedes decir que estás realmente interesado en salir en astral, pero si durante el acto de la salida empiezas a sentir mucho miedo, tu cuerpo no puede relajarse y considera que es mejor bloquear la experiencia. Por esta razón, en un intento de oobe, hay que relajarse y dejarse llevar, sin agitarse. La agitación lleva a un bloqueo repentino de l , haciéndote volver inmediatamente al interior y despertarte sin haber conseguido nada. Por lo tanto, es necesario acostumbrar al cuerpo a estos movimientos de energía, haciéndole comprender que no hay nada que temer, porque no hay ningún peligro por el que debas bloquearte en el interior, ya que eres tú quien quiere salir. Si tienes miedo, el cuerpo te defiende porque cree que algo te está sacando contra tu voluntad (de lo contrario, no tendría sentido tener miedo), pero debes relajarte y hacerle comprender que eres tú quien quiere salir, por lo que no debe preocuparse. Hazle entender que puede dejarse llevar y confiar en lo que estás haciendo. 

Durante el oobe, una parte de la energía sale del cuerpo y su movimiento y las sensaciones físicas que experimentas pueden hacerte tensar y preocuparte, pero todo es normal. ¡Sería extraño que no sintieras nada al realizar un oobe! El único problema de la técnica es el miedo. El viaje astral no se puede forzar, porque cuanto más fuerzas para salir del cuerpo, más tiende este a contener la energía en su interior para protegerse, pensando que está sucediendo algo peligroso (¡ya que le estás haciendo violencia!), por lo que es necesario estar relajado y tranquilo. La mayoría de las personas no logran completarlo porque, mientras están saliendo, comienzan a agitarse por el miedo a morir, el miedo al dolor, el miedo a no volver, el miedo a cualquier cosa que el cerebro perciba como una amenaza y, por lo tanto, decide bloquearlo todo impidiéndote realizar el oobe. Durante la salida astral, la energía de la sonda debe atravesar varias capas energéticas de tu cuerpo antes de poder salir realmente. Aunque aparentemente parece que la energía sale en un soplo proyectándose sobre la cama, en realidad la salida del cuerpo es mucho más lenta y requiere paciencia.

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El tiempo necesario, en las medidas de esta dimensión terrenal, puede ser perfectamente unos segundos, pero durante la fase de salida, esos segundos parecerán infinitos. El viaje astral se produce cuando el cuerpo está muy relajado y entra en parálisis nocturna, o cuando te despiertas del sueño, en parálisis. El cuerpo debe estar completamente relajado, tanto que debe estar dormido. Sin embargo, tú estarás despierto, reconociendo que lo estás porque te despertarás del sueño con el cuerpo paralizado, o porque habrás decidido espontáneamente entrar en parálisis gracias a la práctica de técnicas psíquicas específicas. Durante el viaje astral sabes que estás despierto y, incluso al despertar del oobe, reconocerás que has estado despierto todo el tiempo. Si, por el contrario, tienes la duda de que era un sueño desde el primer despertar, es muy probable que lo fuera. Cuando estás soñando puedes creer que estás despierto, pero al despertar te das cuenta de la realidad y de que solo era un sueño. Lo mismo ocurre con el oobe: si lo era, reconocerás que en ese momento estabas realmente despierto; solo al día siguiente te surgirá la duda, debido al Regulador. 

La salida astral no es inmediata, requiere tiempo y paciencia. El cuerpo entra en parálisis y tú estás despierto, pero si abres los ojos y te mueves aunque sea un poco, pierdes la oportunidad de salir al astral, por lo que debes tener paciencia y confianza, manteniendo los ojos cerrados hasta que hayas salido. El error de muchos es creer que para ver en astral hay que abrir los ojos. En realidad, en cuanto hayas salido, ya no tendrás ojos humanos, por lo que verás perfectamente sin necesidad de abrirlos ni cerrarlos, porque verás con las facultades de tu sexto sentido. Por lo tanto, hasta que no veas, significará que todavía estás dentro del cuerpo; no abras los ojos, porque arruinarás la experiencia. La tentación es grande, porque cuando estés a medio camino entre tu cuerpo y la salida, pensarás que ya estás fuera e instintivamente querrás abrir los ojos para mirar: no los abras, porque volverás inmediatamente al cuerpo y bloquearás la experiencia. En el astral no necesitas abrir los ojos, ya lo verás todo en cuanto hayas salido. Así que ten paciencia, porque es un paso que lleva tiempo. Durante la preparación para la salida, empezarás a oír silbidos muy fuertes, mucho más fuertes de lo que imaginas. No debes preocuparte ni asustarte, no dañarán tus tímpanos porque esos sonidos son dimensionales y no están físicamente a tu lado, así que aunque creas que oyes los sonidos con los oídos, en realidad los estás oyendo con el sexto sentido. En el ent , empezarás a sentir movimientos dentro de ti, como si una capa de ti se estuviera acercando a la superficie de tu pecho por si quisieras salir por arriba. En realidad, también podrías salir por la espalda o deslizarte por la cabeza, no hay problema. Entonces, sentirás movimientos que se dirigen hacia la superficie, luego regresan y se acercan de nuevo a la superficie: no tengas prisa por empujar hacia afuera, ten paciencia y confianza profunda. Si pierdes la paciencia y empujas la energía hacia afuera, corres el riesgo de que el cuerpo entre en defensa y bloquee la experiencia nuevamente. 

El ambiente es nuevo y puede asustarte: los fuertes silbidos en los oídos, la energía que se mueve dentro de ti y la extraña sensación de descarga eléctrica y su inconfundible ruido que se mueve con fuerza dentro de la cabeza pueden hacerte sentir miedo, pero relájate, es lo que todos sienten cuando están saliendo al astral. No has cometido ningún error, no has dañado nada, todo es normal. Relájate profundamente. Cuando te asustas, el cuerpo se tensa y, si te agitas, pueden aparecer dolores en la cabeza, el cuello y la espalda. La energía se está preparando para salir, concentrándose toda en la zona de la cabeza, el cuello y la espalda, lista para moverse y salir del cuerpo. La primera experiencia puede darte un poco de miedo porque sentirás toda la energía moviéndose dentro de la cabeza, como fuertes descargas eléctricas, pero no te hacen daño, ya que es tu propia energía. Sin embargo, esta sensación puede asustarte las primeras veces, porque provoca una extraña molestia que se puede malinterpretar fácilmente. 

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Déjate llevar, confía en ti mismo, confía en Dios, porque Él nunca permitiría que te pasara nada malo. Si te agitas, pueden aparecer dolores muy molestos en el cuello y la cabeza, así que relájate, porque ya casi lo has conseguido. Si te preocupas, si sientes miedo, tus defensas lo bloquearán todo y perderás una gran oportunidad. Cuando estás en un oobe debes relajarte, de lo contrario es normal que el cuerpo se asuste tanto que se ponga rígido y te haga daño. Lo hace para protegerte y, si quieres evitar estos problemas, es necesario que te relajes, porque no hay nada que temer. Déjate llevar y no empujes la energía. Estarás muy, muy tentado de hacerlo, pensando que basta un pequeño empujón para salir, pero así solo conseguirás bloquearlo todo. Relájate y déjate llevar por completo, confía en la técnica y la energía fluirá por sí sola, no tengas prisa. Los sonidos serán muy fuertes, al igual que las descargas eléctricas en la espalda y la cabeza, deja que la energía se tome su tiempo para salir y disfruta del momento de espera, porque puedes aprender mucho de él. Poco a poco sentirás que sales y, mientras tanto, sentirás un tirón detrás de la cabeza, la energía que aún está conectada al cuerpo físico. La cabeza es la última zona en salir del cuerpo, porque es la más lenta y problemática, a diferencia de las piernas, que sentirás salir mucho más rápido. Relájate y deja que todo salga a su ritmo, sin apresurarlo. 

Estas son las sensaciones físicas que sentirás al comienzo de un viaje astral. Lo importante es no tener expectativas sobre el oobe, porque acabarías arruinando toda la experiencia. Si tienes dudas sobre si has realizado viajes astrales, pero nunca has sentido las sensaciones mencionadas anteriormente, debes reconocer si se trata realmente de un oobe o, más probablemente, de sueños. De hecho, los sueños son fantásticos porque se puede soñar con cualquier cosa, ¡incluso con hacer un viaje astral! Sin embargo, la verdadera experiencia del oobe no se puede confundir con un sueño, si realmente la has vivido; si tienes demasiadas dudas, puede ser precisamente por la falta de experiencia, por lo que se trataba de sueños. Hay que saber que muchas personas están convencidas de que realizan viajes astrales y cuentan estas experiencias, a pesar de que solo se trata de sueños, pero quieren seguir creyendo que son experiencias reales. Si durante un oobe juegas con tu perro y charlas con la gente, solo es un sueño, no es la realidad. El viaje astral es pura realidad, no es un conjunto de fantasías y recuerdos; es la acción de moverse por la habitación estando despierto pero sin utilizar el cuerpo físico; no estás soñando, es real. En el momento en que intervienen las fantasías, entonces no estás realizando un viaje astral, sino solo un sueño. Muchos hablan del viaje astral con mucha ligereza, haciéndose pasar por expertos por alguna experiencia espontánea que han tenido en el pasado y que ni siquiera han dominado; y, sin embargo, esto les basta para sentirse sabelotodos. Tener experiencias espontáneas no lleva a las personas a saberlo todo sobre los viajes astrales, ya que el mundo astral es demasiado vasto y para conocerlo realmente bien hay que practicar activamente las técnicas de OOBE y la meditación diaria. Nadie nace experto o preparado, para descubrir el astral y aprender a visitarlo bien hay que entrenarse y comprometerse a ir más allá del límite al que todos se detienen. Utiliza el ejemplo del simple nadador ocasional que va a la piscina a darse un chapuzón para relajarse, y del buceador que se sumerge a 40 metros de profundidad para descubrir el mundo marino. Esto ya debería bastarte para comprender la diferencia. Soñar con hacer viajes astrales es muy sencillo, sobre todo si es un gran deseo tuyo, por lo que, si descubres que algunas de tus «oobes» eran en realidad solo sueños, no te desanimes, porque no has perdido la partida, solo tienes que entrenarte en la técnica y, con la práctica, conseguirás entrar en el astral de verdad, y ya no solo en sueños. 

A veces puede suceder que la experiencia oobe realmente está comenzando, pero luego se convierte en un sueño. Esto ocurre porque el cuerpo está muy relajado, ya está paralizado, por lo que está listo para dormir. A veces puede suceder que estás a punto de salir del cuerpo y, entonces, llegan las fantasías, ves que hablas con tu madre, ves tu casa muy diferente de cómo es en realidad, vas por la casa y descubres una habitación que en realidad no existe, sales de casa y descubres que vives en un lugar completamente diferente, y así sucesivamente.

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Aquí es donde entra en juego el sueño. Desgraciadamente, esto puede ocurrir, ya que el cuerpo se ha dormido antes de que te dieras cuenta y te has encontrado soñando. No te desesperes, tendrás que volver a intentar el oobe esforzándote, la próxima vez, por no quedarte dormido. En este caso, no se puede definir como un viaje astral porque, aunque estuviste a punto de conseguirlo, al final te quedaste dormido y solo tuviste un bonito sueño, por lo que el oobe fracasó. Es muy importante para ti reconocer y aprender a distinguir un verdadero viaje astral completo de la infiltración de un sueño. A todo el mundo le gusta contar sus experiencias con el oobe, pero evita engañarte a ti mismo pensando que has tenido experiencias reales, si los hechos hablan por sí solos y lo que has vivido son sueños, porque no le harías ningún bien a nadie y el primero en salir perdiendo serías tú mismo. Vuelve a intentar el viaje astral y poco a poco irá mejorando. 

Realizar un oobé requiere energía, por lo que después de un viaje astral puedes sentirte muy cansado y necesitar dormir un poco. Cuando una persona decide practicar y aprender a mover energía, además de absorber mucha durante la meditación, su cuerpo se acostumbra a la experiencia del movimiento energético y le resultará más fácil realizar un viaje astral. Si, por el contrario, la persona no medita ni practica, por lo que tiene poca energía pránica, cada vez que practique un oobe consumirá su energía física, limitando al mínimo sus experiencias y percepciones astrales, además de descargar la energía de su cuerpo, por lo que al regresar se sentirá físicamente cansada. Por eso meditar aumenta enormemente las capacidades extrasensoriales y las sensaciones que se experimentan durante el oobe. Que quede claro: la salida en un viaje astral depende ante todo de la relajación, por lo que, medites o no, si tienes miedo de salir, seguirás bloqueado. Sin embargo, si meditas, tan pronto como salgas al astral podrás disfrutar de una verdadera experiencia de oobe, más intensa y duradera que la de quienes no practican, porque, a diferencia de ellos, podrás moverte mejor en la dimensión astral y obtener mayores satisfacciones. Obviamente, todo requiere entrenamiento, por lo que si quieres desarrollar tus capacidades astrales es necesario que te comprometas con la práctica. Meditando, siempre tendrás la reserva de energía adecuada que te será útil para mejorar tu rendimiento astral y aumentar tus sentidos. Además, al aumentar la meditación (es decir, las sesiones diarias), serás aún más capaz de mover energía. Al regresar del oobe, es posible que te sientas un poco cansado, pero es normal, ya que acabas de visitar otra dimensión después de enviar allí una parte de tu energía. Descansa y, tan pronto como te levantes, medita para recuperarte por completo. 

Precisamente porque realizar un oobe requiere energía, no es posible salir en oobe todos los días o todas las noches, porque el cuerpo necesita descansos para recuperarse, lo aceptes o no. Por lo tanto, puedes intentar practicar el oobe todos los días, pero no esperes conseguirlo siempre, porque para realizar un viaje astral se necesita mucha energía y, si ya meditas poco, no lo conseguirás. De hecho, si alguien dice que viaja astralmente todos los días, o si tú crees que sales en oobe todos los días, seguramente lo estás soñando, confundiendo la realidad con el sueño. Esto no significa que entrenarse en oobe sea incorrecto, al contrario, si quieres aprender a salir astralmente debes entrenarte tantas veces como sea posible, y si lo deseas, incluso todos los días. El hecho es que no siempre lo conseguirás porque el cuerpo no lo aguanta, a menos que medites mucho y, sobre todo, con mucha calidad; en este caso, podrías conseguir salir en astral varias veces a la semana. Todo depende de cuánto te esfuerces en la técnica para practicar el oobe y de cuánta energía tengas, es decir, de cuánto medites durante el día. No hay que subestimar la meditación, ya que de ella depende el éxito del oobe. 

En la lección de hoy he querido explicarte qué sucede durante la preparación del oobe, porque es la fase más importante. Podría haberte explicado directamente las técnicas que hay que practicar, pero te aseguro que habrías fracasado enseguida y te habrías sentido mal, porque la clave para conseguir realizar un viaje astral es saber relajarse, confiar en lo que está sucediendo y, sobre todo, meditar para tener la mayor energía posible que utilizar durante el oobe. Por eso, en la próxima lección te explicaré algunas técnicas para empezar a realizar un viaje astral. Mientras tanto, sin embargo, esfuérzate por comprender la importancia de la fase pre-oobe, que es la fase más importante para poder realizar un viaje astral. Además, te recomiendo que empieces a practicar la técnica de los movimientos de energía, para que puedas mover la energía más fácilmente cuando quieras realizar un oobe y el viaje te resulte mucho más fácil, ya que estarás entrenado. Si deseas escribirnos tus preguntas sobre los viajes astrales, puedes hacerlo haciendo clic con el botón derecho y seleccionando «Escribir pregunta». Mientras tanto, puedes leer las preguntas de otros estudiantes en el siguiente artículo. 

Fin de la página 8 de 8. Si te ha gustado el artículo, comenta a continuación describiendo tus sensaciones durante la lectura o la práctica de la técnica propuesta.