Los pasos principales (1 parte)

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Las personas de la sala llegaron al segundo paso: hacer fotos de niños, adolescentes y, más raramente, adultos y "rezar" por ellos. El método de oración para la mayoría de ellos era el siguiente: visualizar la pasión de Cristo y empujarla sobre ese niño, o adolescente, sobre el que pretendían rezar. Si lo has seguido de cerca hasta ahora, sabes perfectamente lo que empujaban sobre ese niño o adolescente. Los líderes del grupo sabían perfectamente lo que significaba y lo que iba a ocurrir, pero los católicos que asistían regularmente a ese "grupo de oración" no, ¡de hecho pensaban que estaban haciendo algo bueno! A la mayoría de los presentes les dijeron que, para que aquellos niños se volvieran buenos y obedientes a sus padres, tenían que enviarles la pasión de Cristo, que era exactamente lo que habían recordado poco antes: presencias de Entidades Oscuras lanzadas contra aquellas personas. Pero, ¿cómo no se dieron cuenta de lo que hacían? Es muy sencillo, mediante la hipnosis y la manipulación oscura que hay detrás de estos "grupos de oración". Estamos hablando de personas que no tienen Alma, sino que en su mayoría son Bots de Gaia y, algunos, son Conciencias terriblemente corrompidas que siguen el mismo camino oscuro de vida en vida y se reencarnan precisamente para seguir haciendo el mal en este planeta. Pero para comprender plenamente cómo es posible que ciertas personas asistan a esos "grupos de oración", primero hay que comprender quiénes son esas personas. Los fanáticos, en primer lugar, los fanáticos que están convencidos de que si los niños tienen rabietas es que están poseídos por el demonio; los fanáticos que están convencidos de que si los adolescentes tienen relaciones sexuales irán al infierno porque se lo merecen; los fanáticos que están convencidos de que si una mujer se divorcia, aunque sea porque su marido la golpeó o la violó, irá al infierno porque es una mujer impura y sucia; fanáticos que están convencidos de que una chica menor de edad que es violada por un desconocido y decide abortar el feto creado por la violación que ha sufrido es una bruja poseída por el diablo y merece morir (el violador, sin embargo, no tiene la culpa, según los mismos fanáticos: es la chica la que debe ser castigada); fanáticos que están convencidos, extremadamente convencidos de que son el ojo y la mano de Dios, fanáticos que están convencidos de que nunca pueden cometer errores porque están guiados por Dios y son ellos mismos portadores de Dios. Estas personas son tan fanáticas que matarían y luego dirían que lo hicieron por amor, porque son luz y amor y están guiadas por Dios, de modo que no se les puede reprochar ningún pecado: que todo lo que hacen es siempre correcto y perfecto. Estas personas están gravemente enfermas y es peligroso tenerlas cerca, porque harán cualquier cosa para subyugar al prójimo: incluso asistir a esas sesiones de "oración" durante larguísimos años en las que invocan, aunque no lo vean, sólo algunos, el peor de los males. Estamos hablando de las mismas personas que pegan a sus esposas porque eso es lo que Dios quiere, y que violan a sus propios hijos y nietos, o que llevan a sus hijos precisamente a curas pederastas -¡de los que saben perfectamente lo que van a hacer con esos niños! - porque están convencidas de que el sacerdote les enseñará lo que es el amor y lo que es Dios mediante la violación. Estas personas están para la cárcel y las tenemos a nuestro alrededor, pensando, como si no fuera suficiente ya, que son buenas personas porque van a la iglesia. Abramos los ojos y demosnos cuenta de la clase de gente que hay en el mundo, y que por culpa de la iglesia se les agrupa para que se sientan mas fuertes, y peor aun se les defiende, y por culpa del buenismo se les considera buenos porque siguen la secta de la iglesia. Las mismas personas que violan a los niños, pegan a sus mujeres y demás son consideradas buenas por el colectivo porque van a la secta-iglesia. Por otra parte, ¿cómo podría sorprendernos esta información si nunca se detiene a los curas pederastas? Todos sabemos que está llena de curas pedófilos: hay sitios web donde se recogen los testimonios de tantos niños y adolescentes violados, ¡la gente lo sabe! ¡Pero nunca se detiene a esos pedófilos! Cuando el pueblo se entera de que el cura de la parroquia vecina ha sido denunciado por pederastia, la Iglesia traslada al cura de ese pueblo a otra localidad más lejana: de este modo, la gente no conoce la historia de ese cura y confía ciegamente en él, hasta que comete sus siguientes violaciones y hasta que hay algunos padres que por fin creen en la voz de su hijo; lo que desgraciadamente no ocurre a menudo. Así que muchos padres eligen voluntariamente proteger al sacerdote y silenciar a su hijo, por conveniencia, por miedo a las consecuencias o por decisión propia de defender al sacerdote porque creen que está cerca de Dios aunque viole a niños. 

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Recuerdo lo que me dijo una mujer Bigotta cuando le pregunté qué pensaba del cura de la parroquia vecina que acababa de ser descubierto como pederasta y por eso se había trasladado a otra ciudad; me contestó: "¡No es culpa suya, fue el diablo quien le poseyó! El cura no tiene la culpa, él no quería hacerlo, pero el diablo le poseyó... ¡el cura no merece ningún castigo!" Pues bien, cuando hay que defender a un violador, hasta el diablo asume la culpa. Sin embargo, cuando le toca a alguien fuera de los sacerdotes, si se considera que alguien está "poseído" también se le golpea y se le trata como a un "enfermo". Así que me pregunto por qué no se aplica este trato violento a los curas pederastas: tal vez una paliza de cada uno de los familiares del niño, y luego de cada uno de los padres de los compañeros de colegio del niño, y de quien quiera, haría que el cura despertara de su "posesión" y le permitiría volver... lúcido. Entonces la cárcel es imprescindible. ¿Pero cómo es que contra los sacerdotes la Ley no se aplica y no interviene? Ya hablaremos de esto también. También debo abrir un paréntesis. Por desgracia, muchas personas que lean estas páginas caerán en la banal trampa mental habitual que dice: "Conozco a mucha gente que va a la Iglesia y no son malas personas... ¡así que no es cierto que la Iglesia haga estas cosas!" Pero si tu padre o tu vecino va a la Iglesia y nunca ha violado a nadie, me parece evidente que no se le puede comparar con los curas pederastas, puesto que nunca ha cometido tales atrocidades. Entonces, ¿por qué demonios hacer tales comparaciones? La cuestión es que no hace falta llegar a la violación para que se trate de personas constantemente manipuladas. A los fieles católicos se les acompaña paso a paso, a lo largo de los años y no en dos días, a defender las opciones de la Iglesia incluso cuando son erróneas y a imitarlas poco a poco dentro de ciertos límites, que pueden variar según la persona. Si le preguntas a tu vecino católico qué opina de los curas pederastas, los defenderá a capa y espada, te dirá que no es verdad, y si le enseñas las páginas del periódico que dan fe de la veracidad de la noticia, te dirá que tampoco es verdad, y que ese niño es un sucio mentiroso, que se inventó la violación sólo para hacerse notar. Sí, porque los niños de 5 años saben lo que es una violación, y disfrutan acusando a los curas de la violencia que han sufrido. Si incluso tu vecino católico nunca ha hecho daño a un niño, está defendiendo igualmente las atrocidades cometidas por la Iglesia, yendo contra los que dicen la verdad para acusarles de decir falsedades. La Iglesia sigue con su carga de acusadores intolerantes, es decir, personas manipuladas e hipnotizadas por la Iglesia para defender sus crímenes aun a costa de quedar mal: tu vecino, o tu padre, o tu abuela, que defienden a ultranza al cura pederasta afirmando que no tiene culpa -sin siquiera conocer a esa persona ni escuchar/leer la versión de los hechos de la víctima; ¡seguro de que el cura tiene razón a priori! - significa que está utilizando su cara para defender a un desconocido que también ha sido denunciado repetidamente por el mismo motivo por varias personas. Pero a los eclesiásticos les da igual, no quieren ver las pruebas, ni leer el periódico cuando se trata de los curas, ni escuchar los testimonios: sólo y exclusivamente quieren defender a la Iglesia sin ninguna razón lógica. No cobran, es más, son ellos los que dan su dinero a la Iglesia, cada año, incluso más de lo que podrían dar. Y es también esto lo que debería hacernos comprender la diferencia entre un actor, y una persona hipnotizada y manipulada para responder precisamente a esa "señal". Por tanto, no se puede clasificar a una persona sólo en función de los delitos que haya cometido, porque se espera que no haya cometido ninguno. Esto no quita que los intolerantes opten por defender las decisiones y los errores de la Iglesia tanto como por negar las pruebas, tanto como por acusar a los demás de mentirosos a pesar de que todas las pruebas se ponen del lado de la víctima que denuncia los hechos. Pero según los fanáticos, la Iglesia debe ser defendida a pesar de todo, incluso cuando está equivocada. Esto es lo que debería hacernos caer en la cuenta de que no se trata sólo de violencia física, hay tanta gente que va a la Iglesia y nunca ha violado a un niño, bueno, eso también me gustaría verlo, y sin embargo llegan a casa y pegan a sus hijos porque eso es lo que Dios quiere; no es violar, es pegar, pero ¿por qué debería parecernos menos grave? Tantos padres están hipnotizados por los curas, que les dicen que pegar a los niños está bien, para educarlos, para mostrarles quién manda, porque tienen que aprender a través de la mano de Dios que se mueve a través de la bofetada del padre. 

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Calmémonos un momento, porque aquí nadie posee la mano de Dios, aunque algunos enfermos mentales lo crean firmemente. Los sacerdotes enseñan a los padres a hacer que sus hijos les respeten mediante la violencia física, que por supuesto será rebautizada con el nombre de "amor", porque si mencionas la palabra "amor" realmente puedes hacer cualquier cosa, siempre que utilices palabras bonitas y brillantes y nunca la Verdad. Así que los padres maestros pegarán a sus hijos para enseñarles el amor, para enseñarles a respetar y a depender siempre de la voluntad de sus padres. Hablamos de padres que quieren mantener un control absoluto sobre sus hijos incluso una vez que son mayores de edad, incluso a los treinta años, y lo harán mediante la culpa, obligando a sus hijos a permanecer sumisos a su voluntad utilizando palabras como "¡Estás yendo contra Dios, si no me escuchas irás al infierno!". - Si no haces lo que te digo, Dios te castigará, ¡debes escuchar a tus padres! - "¡Sé lo que te conviene, lo hago por tu bien, Dios se mueve a través de mí!" y si el hijo de 30 años intenta zafarse de las manipulaciones de los padres, esto último muchas veces, pasarán a las amenazas, a más y más chantajes, e incluso a difundir mentiras entre la gente para crear una red de personas que hablen mal de su hijo y digan las peores cosas, todo para asegurarse de que el hijo vuelva a estar bajo el dominio de los padres. Esto es exactamente lo que hacen las Sectas, así que ¿por qué la Iglesia acusa a todo y a todos de ser una Secta si es la propia Secta? Porque tienen que jugar al juego de acusar primero para no ser acusados: llaman Secta a todo el mundo, para que nadie tenga la previsión de darse cuenta de que es precisamente la Iglesia la primera Secta Oscura del mundo. Lo más absurdo es que todo el mundo lo sabe, pero nadie tiene el valor de decirlo. Por desgracia, he conocido a muchas personas que tuvieron que huir de sus familias, incluso a los 40 años, tras darse cuenta de que sus padres habían manipulado sus vidas para obligarlas a quedarse en casa con ellos, sumisas de por vida. He conocido a mujeres de 30 y 40 años que eran vírgenes porque sus madres les decían "¡Debes hacerte monja, si te comprometes con un hombre irás al infierno!" y con estas manipulaciones absurdas estas mujeres se quedaron en casa, sumisas a sus padres, hasta muy tarde en la vida. Conocí a chicos de 30 años cuyos padres les decían: "¡No mantengas relaciones sexuales o el diablo vendrá a por ti! Debes ir inmediatamente a la iglesia y confesarte con el cura!" Estamos hablando de treintañeros, no de niños; así que si estas personas intolerantes son capaces de manipular a los adultos, con tales acusaciones, amenazas, chantajes y violencia psicológica, ¿qué son capaces de decir y hacer creer a los niños para mantenerlos sumisos y asustados? Por desgracia, he oído a muchos de ellos, y habría que denunciar seriamente a estas personas que no tienen derecho a arruinar la vida de los niños hasta la edad adulta debido a su depravación mental. Por desgracia, también he conocido a muchos del lado opuesto. Muchas personas creen en la Iglesia y al mismo tiempo creen en la espiritualidad, pero se sienten culpables porque tienen miedo de que el diablo venga y les castigue si resulta que sienten curiosidad por esos asuntos. Porque repitámoslo, según la Iglesia, estudiar e informarse va contra Dios, hasta el punto de que los universitarios ya están marcados en la lista del diablo porque, según la Iglesia, están eligiendo la cultura que va contra Dios. Si ya entonces no está claro que la Iglesia quiere obligarnos a permanecer ignorantes a propósito, porque sólo a través de la ignorancia se puede manipular al mayor número posible de personas, dime de qué otra manera te lo tienen que explicar: es la misma Iglesia la que te dice que quiere que seas ignorante. Por otra parte, estamos hablando de la misma Iglesia que modeló su propia historia sobre "Adán y Eva" acusando a la mujer de ser una sucia pecadora porque se alimentó de la manzana del Conocimiento. No la manzana del diablo, la manzana del inframundo, la manzana de Satanás... no, la manzana del Conocimiento. Como nos obligan a estudiar de memoria estas canciones infantiles, ni siquiera nos damos cuenta del significado de las palabras que pronunciamos; un poco como beber la sangre de Cristo y comer su carne, lo repetimos como si fuera una bonita canción infantil y no nos detenemos a comprender el verdadero significado de las palabras pronunciadas. Por supuesto, también es culpa nuestra, debemos admitirlo, por no estar lo suficientemente despiertos y permitir que la Secta nos manipule con facilidad. Por otra parte, la Iglesia, con la excusa del "milagro de convertir el agua en vino" ha sido capaz de convertir a todos los católicos en meros alcohólicos; y pensar que Jesús enseñó a ayunar de vino, porque ya era consciente del efecto negativo que el alcoholismo tenía en las personas. Pero llegaremos a eso por etapas. 

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En cambio, la Iglesia ha sabido explotar otra frase y retorcerla a su antojo haciendo creer a los fanáticos que es necesario ayunar de comida y comer sólo vino, asegurándose así de que los fanáticos se vuelvan cada vez más alcohólicos y, por tanto, extremadamente fáciles de manipular y poseer artificialmente. He conocido, digo desgraciadamente, a muchas personas que iban a la iglesia y que, aunque creían que eran muy buenas personas porque iban a la iglesia, en sus cabezas había ideas verdaderamente terroríficas. Una señora llegó a ofrecerme una gran suma de dinero a cambio de un "favor", que naturalmente rechacé, pidiéndome que atacara psíquicamente a su hija de 35 años porque se había ido a vivir con su novio y, según esta mujer, su hija era impura porque probablemente mantenía relaciones sexuales con su novio concubino. Esta señora me dijo que, por culpa del novio, su hija había caído por el oscuro camino del sexo y acabaría en el infierno. Sé que parece una broma, pero cuando te das cuenta de que esta gente va en serio y es capaz de ir a pagar a médiums, adivinos, brujos, para que les pidan que ataquen a sus hijos porque no han respetado la voluntad (¡enferma!) de sus padres, empiezas a darte cuenta de que hay más gente con trastornos mentales graves en este pequeño mundo de lo que podemos imaginar. De hecho, aquella mujer me reveló que ya había pagado a numerosos "practicantes" para que atacaran y enfermaran a su hija a fin de que aprendiera la lección y volviera a casa con su madre; pero que no lo habían conseguido porque, aunque enfermó, su hija no volvió con ella. Esta chica sufría de facturas porque su madre, como paciente psiquiátrica, pagaba a extraños para que le enviaran las peores maldiciones. Así que se puso en contacto conmigo para pedirme que actuara en favor de esta chica y consiguiera que volviera a casa, a cambio de dinero. Por supuesto, inmediatamente me envió su foto -¡sin que yo se la pidiera! - para mostrarme la cara de la chica sin el menor respeto por la intimidad de su hija. En primer lugar, sin ni siquiera pensarlo, lo primero que decidí hacer fue proteger inmediatamente a esa chica, por la que sentía mucha pena por lo que le estaban haciendo; no la conocía, no sabía qué clase de persona era ni lo que se merecía, pero una cosa sí sabía, que su madre estaba enviando su foto a todo tipo de personas para empujar a la gente a atacarla y así causarle los peores males posibles sólo porque ella, a sus 35 años, no quería seguir viviendo sumisa a su madre. En segundo lugar, respondí mal a la señora y la ahuyenté; esa chica tuvo suerte porque su madre me encontró, pero ¿cuántos por unas sucias monedas ya habían decidido atacarla injustamente? La chica también había caído enferma, si era por casualidad o si realmente se debía a maldiciones no importaba, porque lo que importaba era que la madre disfrutaba con el hecho de que su hija sufriera una enfermedad, que ella pensaba que sólo se merecía porque a los 35 años había elegido vivir con su novio. Otra señora de unos 60 años se había convertido recientemente en mi alumna y participaba en una de mis visitas guiadas. Durante el descanso se acercó a mi mesa y a pocos pasos de mí se puso a llorar, enseguida comprendí que era un llanto falso y falso. Le pregunté por qué lloraba y me contestó: "¡Por favor, actúa con mi hijo!" Le pregunté: "¿Está enfermo? ¿Qué le ha pasado?" pensando que iba a pedirme curación para su hijo, pero en lugar de eso me contestó: "¡Se ha ido de casa y no quiere volver!" Le pregunté: "¿Se ha escapado? ¿Es menor de edad?" Me contestó que tenía más de 30 años y que se había ido a vivir con su novia. Luego, con más lágrimas falsas, me pidió que practicara para conseguir que ese chico volviera a casa con ella. No se trata de padres que echan de menos a sus hijos, porque pueden verlos aunque se vayan a vivir a otra casa. Se trata de personas que no quieren que sus hijos hagan su propia vida como la naturaleza les ha destinado, y quieren obligar a sus hijos a vivir para siempre supeditados a ellos, en casa de sus padres. Alguien que viera desde lejos el desarrollo de los acontecimientos sin comprender lo que aquella mujer me pedía, podría incluso haber pensado que, pobrecita, estaba sufriendo y merecía la ayuda de todos. En cambio, me pedía que manipulara a su hijo para que volviera con ella, una madre perversa. Siempre hay que tener mucho cuidado con a quién decides ayudar... porque puedes encontrarte en la piel de la persona oscura y ni siquiera darte cuenta, como todos aquellos que se compadecen de esas madres enfermas y aceptan atacar a sus hijos pensando que están haciendo algo bueno y justo. Es otra historia absurda, pero es sólo una de las muchas que he conocido y vivido en primera persona de otras mujeres que acudieron a mí para que les empujara a las mismas situaciones contra sus hijos. Así que, antes de llegar a mí, y después de regañarlas, ¿con cuántas personas se pusieron en contacto para que les pagaran por maldecir a sus hijos? 

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Puede parecerte absurdo, pero hay muchísimas más personas así de las que crees. Están convencidos de que tienen razón y, por supuesto, siempre hablarán con buenas palabras; dirán "quiero que mi hija vuelva a casa por su propio bien", pero para ello pagarán a alguien para que lance hechizos, maleficios, maldiciones a la chica. Dirán 'quiero que mi hijo vuelva a casa porque le han manipulado' y para ello llevarán la foto a los brujos a cambio de dinero para que le ataquen: sin decir que son los mismos padres los que le han manipulado toda su vida y que el hijo por fin ha conseguido liberarse. Lo que he podido comprender a través de estas experiencias es que los fanáticos de la Iglesia son casi siempre manipuladores: eres libre mientras obedezcas sus órdenes; pero cuando quieres hacer algo por ti mismo, es cuando te das cuenta de que nunca has sido libre. Por tanto, no puedes considerarte libre si la libertad significa obedecer completamente a otras personas aunque vayan en contra de tus ideales y de tu futuro. Teniendo en cuenta que estamos hablando de personas de más de 30 y 40 años, te das cuenta de que estos "niños" ya no son niños. Así que tenemos que preguntarnos seriamente: si estos tratamientos se reservan a niños de 30 años que tendrían todo el derecho a elegir su propia vida, ¿qué tipo de tratamientos invisibles y ocultos se reservan a los niños, que son demasiado jóvenes para comprender y demasiado débiles para escapar de esas cadenas? Con el tiempo me he dado cuenta de que no hay suficientes leyes para proteger a los niños: la manipulación psicológica es una violencia de la que hay que defender a los niños. No es fácil ver qué niños son víctimas de la manipulación de sus padres intolerantes, porque no hay herramientas, ya que el propio gobierno necesita que los niños sean manipulados por la Iglesia desde una edad temprana. La Iglesia acusa a todo el mundo, acusa a todo el mundo, para evitar que la gente se dé cuenta de que la primera en llamarse Secta es exactamente la Iglesia y el Vaticano. Pero habría que controlar más a los padres que acusan a sus hijos de ser malvados, violentos, poseídos por el demonio, e investigar a esos padres para averiguar que no están hipnotizados por la Iglesia de las Sectas: porque se habla mucho de Sectas por ahí, pero la gente no se da cuenta de que la peor Secta es precisamente la que más territorio tiene en el mundo. Hablamos de la Secta más rica del mundo: declara falsamente al año que posee unos cuantos miles de millones, de euros -como si fuera poco, pues-, pero posee las mayores riquezas del mundo. ¡Muchos más miles de millones de euros de los que declara! Con sólo un porcentaje de su riqueza, la Iglesia podría reconstruir toda la estructura económica de África y alimentar a todos los seres humanos en cuestión de semanas, ¡no de años! Y, sin embargo, es precisamente la Iglesia la que ha empobrecido a África, mientras opta por acusarnos a "nosotros los ciudadanos" de ser culpables, no sabemos cómo, de la pobreza de los africanos, echándonos encima la culpa que seguirá a la petición de donar a la Iglesia para ayudar a los niños hambrientos. ¿Y de verdad crees que ese dinero llegará a los niños? ¿Por qué habría de hacerlo, si fue la Iglesia la que consiguió el control absoluto de África y de sus habitantes gracias a la pobreza y a la ignorancia que conlleva? Así que pensemos un momento antes de querer defender a toda costa a la Iglesia y a los fanáticos que la alimentan, la protegen y traen cada día nuevos adeptos para que la Iglesia siga teniendo sangre nueva que beber y carne nueva que comer. Lamentablemente, no sólo en cierto modo. Ahora que te das cuenta de la gente que hay, no te parecerá extraño saber qué personas asisten a esos "grupos de oración" para maldecir a sus hijos, familiares y otras personas. En estos grupos hay de todo: gente que lleva allí las fotos de sus nietos, pensando realmente que todos juntos rezarán por su bien, pero sin ser conscientes de lo que otras personas harán con sus mentes; gente que lleva allí las fotos de sus maridos, ex maridos, para "rezar para que Jesús les castigue", pero sólo después de haber dado el primer paso, que es invocar a Entidades Oscuras con la banal idea de invocar la pasión de Cristo (¡traducida en sangre y violencia!) y maldecir a sus familias, a sus nuevas esposas e hijos. Había muchas personas que llevaban allí fotos de sus nietos, es decir, de los hijos de sus hijos, convencidas de que esos niños habían nacido para arruinar a su hijo de 40 años y obligarle a separarse de sus padres -los fanáticos, de hecho-, con la idea de que maldecir a ese niño con la esperanza de que "desapareciera" haría que sus hijos de 40 años volvieran a casa con sus padres. También había mujeres que llevaban fotos de los hijos de sus ex novios o ex maridos para maldecir a esos niños, convencidas de que era culpa de esos niños que sus ex maridos las abandonaran.

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