Empecemos por la base (parte 3)

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Sin embargo, no podemos ni imaginar cuántas personas han sido silenciadas y objeto de burla, incluso tomadas por tontas y asesinadas sin piedad, cuando en su día hablaron de medios que podían hacer volar a la gente. En la era moderna, seguimos comportándonos de la misma manera: si algo no existe materialmente hoy porque aún no se ha creado (o hecho público), señalamos con el dedo a quienes han pensado o hablado de ello: les decimos que es una locura pensar que algo pueda existir alguna vez y que sólo un loco podría creer en ello. Así, si alguien te habla hoy de OVNIS, piensas que es imposible que existan y visiten este planeta, porque nadie te ha "dado pruebas", a pesar de que cada día se dan demasiadas pruebas, pero desde luego no deberías esperarlas de la misma persona que quiere mantenerte ignorante para sus propias necesidades: el gobierno. Lo realmente extraño es que, si por algún absurdo el gobierno decidiera de la nada revelar oficialmente la presencia extraterrestre en el mundo, la gente se lo creería de repente en un solo día sin tener dudas ni preguntas, sin ser escéptica, y mientras tanto se olvidaría por completo de todas aquellas personas que, durante siglos, han estado intentando advertir a la gente de la presencia OVNI. Almas importantes que, a lo largo de sus vidas, han sido objeto de burlas y consideradas locas por la multitud ignorante, por haber revelado una información que al resto de las masas les parecía "disparatada", de repente serían olvidadas, ignoradas, escupiendo sobre los sacrificios que han hecho para dar a conocer la verdad a los humanos de hoy. De hecho, todo el mundo olvidaría la vida de esas personas, suspirando la frase habitual: "¡Estas cosas ya se sabían!", como si los sacrificios de tales individuos no hubieran servido para nada porque, incluso de la presencia alienígena, ya se sabía todo el tiempo; como si se dijera que esas personas no habían descubierto nada nuevo. Recordemos, sin embargo, que este mecanismo sólo se activa después de que el gobierno (o la ciencia pública regida por él), ahora acorralado, admite la existencia de un determinado sujeto o la posibilidad de crear una determinada máquina. ¿Por qué reaccionamos así? ¿Por qué dos momentos antes uno era escéptico y dos momentos después olvida su pensamiento anterior? ¿Cómo se cambia de convicción, incluso la más absoluta e inquebrantable, en unos instantes? ¿Por qué cuando unas pocas personas cuentan haber experimentado algo fuera de lo común, o haber conocido máquinas que aún no existen a los ojos de la gente (por ejemplo, la máquina del tiempo), todo el mundo se vuelve contra quienes sólo intentan dar a conocer la verdad al mundo? ¿Y por qué, después de pasarnos la vida burlándonos y despreciando a esas personas, si resulta que el gobierno/la ciencia admite que esa cosa existe realmente, de un momento a otro nos olvidamos de nuestro escepticismo hacia ese tema y nos convencemos de que siempre lo hemos sabido y apoyado? ¿Y por qué olvidamos a las personas que durante años o vidas enteras intentaron advertirnos con antelación, en lugar de darse cuenta de que lo que decían era todo cierto y de que el gobierno llegó hasta tal extremo -mediante la manipulación social- para silenciarlas y humillarlas? Esto no es escepticismo, sino manipulación mental, a la que todos estamos sometidos. 

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Sin embargo, hay quienes comprenden que este extraño programa mental no es normal, y con ello intentan reaccionar y rebelarse contra la ignorancia impuesta a las masas para buscar respuestas a sus preguntas, y hay quienes, como siempre, deciden ser escépticos sólo porque es más fácil; entonces, de un día para otro, cuando la ciencia confiesa que ciertos acontecimientos son posibles, he aquí que la persona más escéptica del mundo se convierte en la más creyente, ¡y de hecho ya lo había comprendido años antes! Todo ello en el espacio de medio día. Como con el ejemplo del avión, que ocurrió hace sólo un siglo, es decir, "ayer": nadie creía que fuera posible, salvo unos pocos "locos", tan locos que decidieron ir contra las masas. Como hoy el gobierno admite la existencia del avión, para nosotros todo es normal. Pero no creemos que otros seres vivos, no humanos, hayan conseguido construir una tecnología aeronáutica igual o más desarrollada que la nuestra, porque nos parece imposible. Confiamos tan ciegamente en el gobierno, sin saber siquiera qué es y quién lo dirige realmente, que nos engañamos con la idea de que si supieran la verdad sobre los extraterrestres nos la dirían enseguida, quizá incluso contactando con nosotros uno por uno para asegurarse de que todo el mundo conoce la verdad de inmediato; por si acaso alguien se perdiera la noticia. Por supuesto. Pero, por desgracia, hay que volver a poner los pies en el suelo y darse cuenta de verdad de que no hay ninguna ley que obligue a la Cumbre a revelar y hacer accesible al público toda la información que tiene en su poder, como hizo con el avión, porque el gobierno está por encima de las Leyes: no tiene el deber de respetarlas como nos exige a nosotros, porque sólo somos "ciudadanos inferiores". Tenemos que revelar todo sobre nosotros, si nos lo piden o incluso si no nos lo piden, desde la información más pequeña hasta la más íntima sobre nosotros mismos. Ellos, en cambio, pueden ocultárnoslo todo, porque ninguna ley les obliga a hacer accesibles sus datos y, aunque lo hicieran, sólo tendrían que sobornar a los encargados del control para que les hicieran mentir como siempre han hecho. Baste decir que podemos visitar muchas partes del mundo en avión, excepto las muchísimas zonas que nos están prohibidas sin avisarnos. Sin embargo, ni siquiera nos preguntamos por qué hay tantas partes del mundo aún "inexploradas" o, más sencillamente, prohibidas al ciudadano de a pie. ¿Es posible que la ciencia bajo control gubernamental no sea capaz de explorarlas y hacérnoslo saber? ¿O no nos preguntamos por qué hay que respetar al pie de la letra las trayectorias de los aviones, ya que un vehículo volador (avión, helicóptero, etc.) no tiene derecho a volar por todas partes, sino que debe respetar trayectorias precisas decididas por la cumbre; de hecho, hay muchas "zonas del cielo" a las que no se tiene derecho a acceder. ¿Por qué? No estarías invadiendo la casa o el territorio de nadie, simplemente estarías volando por el cielo. ¿Por qué todos estos bloqueos e impedimentos? El problema es que no hacemos suficientes preguntas y dejamos que las respuestas secas llenen nuestra curiosidad. Porque sí, ¡así son las cosas! Y nuestra vida continúa, sin más reflexión. No sabemos cuánto tiempo han tardado los extraterrestres en inventar sus vehículos superiores a los nuestros: ¿quizá llevan estudiándolos 100 años más que nosotros? ¿Quizás dentro de 100 años nosotros también poseamos ovnis avanzados en lugar de utilizar aviones primitivos? ¿Y si 20 años son suficientes? ¿Y si el ejército gubernamental ya utiliza vehículos muy similares copiados de ovnis extraterrestres, pero también sigue ocultándonos la verdad? Ya hay respuestas a estas preguntas. 

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Los ovnis "originales" son los extraterrestres, porque la tecnología ovni fue creada y traída primero a este planeta por los extraterrestres, y sólo más tarde el gobierno recibió y creó una tecnología similar, aunque muy inferior a la suya, en un intento de imitarlos. Así pues, es cierto que los ovnis extraterrestres existen y también es cierto que el Gobierno actual posee ovnis "personales", es decir, hechos por manos humanas; aunque diferentes de los ovnis extraterrestres. De hecho, el ovni no es sólo un avión que vuela más rápido, sino una tecnología mucho más avanzada, que explicaré con más detalle en capítulos posteriores. Dentro del gobierno más encubierto, hay humanos que trabajan para los alienígenas; no colaboran en pie de igualdad como ellos creen, sino que trabajan a sus órdenes. Parte de la tecnología que posee el Gobierno ha sido ideada por humanos que han descubierto -por su cuenta- tecnologías muy parecidas a las alienígenas; otras son tecnologías que les han dado directamente los alienígenas, a cambio de algo que se explicará más adelante, y que el Gobierno utiliza ahora para tenernos a todos controlados. Los ovnis reales, los que conocemos desde la antigüedad, son perfectamente extraterrestres, pero hoy los humanos intentan imitarlos y alcanzar esos niveles de tecnología. Los humanos estamos evolucionando y llegando a comprender sus tecnologías a pesar de que el gobierno intenta impedírnoslo, por lo que la búsqueda pública y oficial de tecnología y descubrimientos científicos avanza muy lentamente; ciertamente, al gobierno no le agrada saber que los ciudadanos estamos evolucionando y que estamos consiguiendo descubrir tecnologías que ellos nos han estado ocultando durante siglos. Cuando vemos noticias de un nuevo descubrimiento, como la creación de una nueva máquina o de un coche más avanzado, no debemos alegrarnos demasiado al pensar que hemos dado un paso adelante, porque en realidad las tecnologías que hacen públicas ya están obsoletas a los ojos del gobierno, que ya las utilizaba hace más de 40 años y, para otros, incluso antes, hace dos siglos. Lo que es nuevo para nosotros, como el último smartphone, o el coche que se aparca solo, son tecnologías muy antiguas comparadas con lo que tiene hoy el gobierno. En otras palabras, es como darle un disquete a un niño y hacerle creer que ése es el pináculo de la evolución informática, mientras se le mantiene inconsciente de cuántos sistemas han cambiado desde entonces pasando de un nivel a otro. Así que algunos extraterrestres han compartido con la ciencia privada sólo algunas de sus tecnologías, así que no todas, pero el gobierno nos lo oculta, que en todo esto ni siquiera revela sus propias tecnologías secretas más chapuceras. Esto significa que si les tomamos la palabra, podemos seguir creyendo que los ovnis no existen. Hay miles de informaciones que los que están en la cima de la raza humana no quieren que conozcamos, pero nosotros estamos aquí para descubrirlas y revelarlas al mundo entero, cada uno haciendo nuestra parte, pero tenemos que derribar ciertas barreras de ignorancia según las cuales los humanos no estamos preparados para conocer la verdad o somos tan estúpidos que no podemos conocerla. Si es cierto que todos los seres humanos somos tan estúpidos que no merecemos la verdad, ¿cómo puede decir eso el mismo ser humano que trabaja en nuestro gobierno y que nos manipula con esa excusa y nos empuja a hacer lo que él quiere? ¿Quién se supone que es? ¿Un ser humano más inteligente que los demás? ¿Por quién es elegido líder mundial? El problema no es quién se cree que es, sino lo que está haciendo: el gobierno, y por tanto quienes lo componen, están ocultando las verdades del mundo a todo el pueblo humano, con el pretexto de que no estamos preparados para saberlas; la verdad es que tratan al pueblo humano como si fuera una panda de tontos, impidiéndonos pensar en los temas realmente importantes para que no nos demos cuenta por nosotros mismos de la realidad: que la presencia extraterrestre lleva aquí desde siempre hasta el punto de que están casi más presentes que nosotros.

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Debemos acabar con nuestros miedos a hacer preguntas, porque nos están volviendo totalmente ignorantes y cada vez más apáticos, y no debemos permitir que esto ocurra. Por ejemplo, muchas personas han descubierto en su propia piel que existen brechas temporales en este planeta, como el ya conocido y no único portal llamado "Triángulo de las Bermudas". Se trata de portales que permiten desplazarse de un lugar a otro con extrema rapidez, sin seguir las reglas del tiempo y el espacio. A pesar de estos sensacionales descubrimientos, el gobierno hace todo lo posible por ocultárnoslos porque cree que "no estamos preparados para saberlo", pero ellos sí lo están y tienen derecho a manipular la información de los demás para que el resto de la gente permanezca ignorante de ello, autoproclamándose los humanos superiores de este mundo. A pesar de los miles de testimonios que relatan experiencias dimensionales que han tenido realmente, seguimos creyendo hoy en día que los portales no existen y que el Triángulo de las Bermudas no es más que una leyenda. En cambio, pensemos en cuántos testimonios no se contaron, por miedo a que los testigos fueran tomados por tontos, sólo por culpa de gente ignorante que no quiere escuchar y prefiere creer que lo que no ve por sí misma entonces no existe. El verdadero problema es que la verdad nos es ocultada ante todo por las mismas personas que, manipuladas ellas mismas -aunque estén convencidas de que mandan-, colaboran con los extraterrestres oscuros para mantenernos ignorantes y controlarnos hasta el fin de los tiempos. Cada día vivimos nuestras vidas como si fueran realmente nuestras, cuando todo lo que experimentamos y sufrimos ya ha sido decidido por quienes controlan a las masas. Esto no es aceptable, ¡debemos cambiar este sistema! Intenta pensar en el Área 51: evidentemente, tampoco es una invención, existe realmente y nos oculta muchos secretos, pero a pesar de que es una base militar famosa en todo el mundo por esconder en su interior "cadáveres de extraterrestres" -de los que en realidad había un extraterrestre vivo muy importante-, no se nos ocurre pensar cuántos vivos había realmente allí dentro y cuántas otras presencias nos ocultaron. Los tiempos han cambiado y en el Área 51 han ocurrido muchas más cosas de las que imaginamos, aunque sigamos anclados en la idea de que lo más que ocurrió fue encontrar un cadáver alienígena y llevarlo al Área 51 para ocultarlo hace más de medio siglo. Por si fuera poco, a pesar de su fama mundial, aún hoy muchas personas ignorantes ni siquiera saben qué es el Área 51 y piensan que es un truco publicitario o el argumento de una película. Afortunadamente, hay quienes comprenden que esta situación es real y está de actualidad, así que intenta escuchar las voces de quienes siguen revelando información al respecto y date cuenta de que el único que miente es el gobierno. De hecho, quienes revelaron al mundo la existencia del Área 51 fueron algunos de los antiguos militares que trabajaban en su interior y que no podían aceptar pasarse la vida mintiendo y ocultando la verdad al resto del mundo. El gobierno sigue intentando hoy ocultar y negar estos testimonios, aunque cada vez le resulta más difícil silenciar esta información. Sin embargo, por desgracia, muchos los han silenciado para siempre. Varios soldados, médicos y científicos que trabajaban en el interior de las bases bajo control gubernamental sacrificaron su seguridad para dar a conocer al público la verdad sobre lo que habían visto y hecho durante su servicio. 

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Muchos de ellos fueron silenciados inmediatamente con la muerte, otros al menos consiguieron relatar los hechos, aunque el gobierno intentó censurarlos y ocultar las pruebas. Ex-militares han aportado innumerables pruebas y demostraciones de la veracidad de la presencia alienígena y de la colaboración con los humanos que nos gobiernan a nuestras espaldas. Debido a las pruebas tangibles, los documentos oficiales y todo el material entregado, la vida de los ex-militares se ha visto en grave peligro, sufriendo graves amenazas que han marcado sus vidas; muchos de ellos han desaparecido desde entonces en el aire: se les hizo desaparecer porque eran incómodos para la Cumbre. En comparación con todos los que trabajaban en el gobierno, fueron pocos los que decidieron no traicionar al pueblo humano a cambio de dinero, por lo que prefirieron dar a conocer a los ciudadanos las verdades que esconde el Área 51 a costa de sus propias vidas. Por desgracia, los alienígenas oscuros nos acostumbran, sin que lo sepamos, a traicionarnos entre los propios humanos. Así, los que trabajan para el gobierno se sienten especiales, por encima de todos los demás, y no se dan cuenta de que ocultan al mundo información que los ciudadanos necesitamos conocer para sobrevivir, no para satisfacer una simple curiosidad. La presencia alienígena en este planeta no es irrelevante, sino que influye y manipula nuestras vidas mucho más de lo que nos imaginamos. Por ello, muchos de los antiguos militares, médicos, ingenieros, científicos y otros, que revelaron información sobre la presencia alienígena, fueron exterminados. Hoy en día, para evitar que los médicos y el personal militar hablen al pueblo sobre ello, el gobierno vigila estrechamente a sus "empleados" y se asegura de que todos sean mucho más obedientes que en casos anteriores... con medios muy avanzados de manipulación mental. Es fácil para nosotros pensar que si alguien supiera la verdad la revelaría al mundo sin pensárselo dos veces, pero tenemos que ponernos en su lugar y darnos cuenta de que no es tan fácil tomárselo a la ligera y entregar nuestras vidas para revelar al mundo una información que ni siquiera sabemos si será creída: la idea de morir o ver morir a tus seres queridos para que no te crean -o peor aún, para que la gente se ría de ti- es inquietante y no poco. Los dirigentes que nos gobiernan han enterrado el secreto de muchos empleados haciéndoles desaparecer para siempre. Son los mismos que pagan a la información pública para que difunda desinformación y falsas verdades, además de dedicarse a burlarse de los testimonios reales de antiguos militares que han relatado los hechos ocurridos en el Área 51, para que el pueblo acabe creyendo que esos antiguos empleados son unos mentirosos y unos locos. Hoy en día, aunque varios testigos han hablado a lo largo del tiempo, sabemos relativamente poco sobre el Área 51. Sí sabemos que fue una zona donde se desarrollaron tecnología y armamento militar a escondidas del público, y que en ella se produjeron encuentros con extraterrestres y estudios sobre ellos; pero esto no es más que una mínima parte de la verdad sobre lo que realmente ocurrió y sigue ocurriendo en cierta medida dentro de esa zona en la actualidad. Aunque allí se desarrollaban tecnologías más avanzadas de las que conocemos públicamente, aún nos cuesta entender lo avanzadas que eran incluso hace medio siglo, por no hablar de lo lejos que han llegado hasta nuestros días. Tenemos que pensar en cuántos empleados del gobierno fueron asesinados incluso antes de que pudieran salir de la base y revelar información a una sola persona. Ingenuamente, pensamos que los que trabajan dentro del Área 51 también tienen una vida privada, y que entre cerveza y cerveza en el bar con los amigos podrían deslizar un poco de información sobre lo que ven durante sus horas de trabajo. 

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