Limpiar la energía – Limpiar la energía del entorno (2ª parte)
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En todos los hogares hay programas energéticos, algunos más negativos que otros. Hay que pensar en los programas como si fueran señales de tráfico que quieren indicarte el camino y, por lo tanto, hacerte tomar una ruta específica dictada por ellos, aunque tú podrías muy bien acortar el camino y tomar otra ruta elegida por ti. Los programas quieren empujarte en una dirección, pero tú puedes elegir cada vez tomar un camino diferente, tomando conciencia del error hacia el que quieren dirigirte. Dado que los programas son creados por nuestros pensamientos y sentimientos —cuando son demasiado fuertes y expresan una intención— o por los pensamientos y sentimientos de las personas que nos rodean, existen infinitos programas y no solo positivos o negativos. De hecho, cuando se habla de programas, solo se piensa en lo que te empujará a ser triste o en lo que te empujará a ser feliz, es decir, en lo negativo o lo positivo. Pero, ¿en cuál de las dos partes incluirías el programa de la apatía? Sin duda no es positivo, pero tampoco se puede comparar con el programa que te empuja a llorar o a enfadarte con alguien; por lo tanto, podrías pensar que debería incluirse en el medio, es decir, en el «neutro», pero en realidad el programa de la apatía es todo menos neutro, porque quiere empujarte a tomar un camino impuesto por él. Para simplificar, hablaremos a menudo de programas positivos o negativos, pero debes ser consciente de que existen infinitos programas y no solo tristes o felices. Una casa tiene muchos programas energéticos, estos se encuentran un poco por todas partes y siguen influyendo en tus pensamientos y decisiones cada día. ¡Y pensar que cada programa ha nacido por ti o por las personas que viven contigo!
Un programa nace de un acontecimiento que ha ocurrido, por ejemplo, de un día en el que has vuelto a casa especialmente desanimado y has impreso, sin saberlo, una intención muy fuerte en tu habitación o en el lugar en el que te encontrabas. Sin embargo, otras personas también pueden imprimir programas en tu casa, ¡incluso a distancia! Por lo tanto, alguien que nunca ha entrado en tu casa, o incluso una entidad que ha pasado por ella, ha impreso un programa apático que te lleva a no poder hacer nada cuando estás en casa, haciéndote perder el tiempo sin hacer nada sensato. Así, un programa se activa cuando estás en ese lugar; de hecho, podrías darte cuenta de un programa porque, cuando estás en una habitación determinada, empiezas a sentirte de una manera concreta (por ejemplo, apático) y luego, cuando sales de casa, vuelves a tener ganas y te sientes mejor. Esto puede ocurrir con muchos otros programas, por ejemplo, el que te hace sentir muy triste o deprimido nada más entrar por la puerta de casa, o muy nervioso, oprimido, con los nervios a flor de piel. Probablemente culparás a tu entorno, diciendo que la casa es demasiado estrecha, que es pequeña y te hace sentir oprimido, o que te molesta ver a las mismas personas todos los días, pero lo que desencadena tu nerviosismo son los programas energéticos que te rodean o las energías negativas impresas en el aura de las personas que te molestan tanto; ¡siempre se trata de energías negativas! Los programas energéticos te empujan a comportarte de una determinada manera, por lo que a menudo vuelves a caer en el mismo programa, para alimentarlo y hacerlo más fuerte.
Un ejemplo de programa muy típico en todos nosotros es el de la antimeditación. Estabas haciendo otra cosa y te sentías inspirado, así que decides meditar porque sientes que es una muy buena opción en ese momento. Te diriges a tu dormitorio, o a tu lugar de meditación, y en cuanto cruzas la puerta, se activa algo, un programa que te hace olvidar por completo que has ido allí expresamente para meditar. Así que te sientas frente al ordenador, chateas un rato o haces cualquier otra cosa. Parecías muy decidido, pero te has distraído con la misma facilidad. ¿Cómo definiríamos este programa? No te ha entristecido, no te ha hecho sufrir, pero te ha hecho olvidar una decisión muy importante que habías tomado para ti y para tu evolución personal, por lo que ciertamente no es un programa positivo ni neutral. Todo programa energético que no sea totalmente positivo debe eliminarse, porque, aunque sea de forma leve, contribuye a tu sumisión energética.
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Por lo tanto, aunque pueda parecer inofensivo o ligeramente intrusivo, como el de la apatía, recuerda que a la larga arruinará tu evolución espiritual y no solo eso, sino también muchos otros aspectos de tu vida; por lo tanto, es mejor eliminarlo de inmediato. Decidir limpiar todos los objetos de la casa, uno por uno, es una acción bastante improbable, pero puedes practicar la técnica para limpiar el ambiente de manera que también los objetos y lo que te rodea absorban la energía positiva y se reprogramen. Luego podrás dedicarte a los objetos concretos que consideres más importantes, sin tener que tocarlos todos uno por uno. En primer lugar, debes aprender a limpiar tu energía interna, porque tienes que familiarizarte con el prana y aprender a concentrarte en la intención de limpiar la energía; después, aprenderás a limpiar la energía del lugar. La técnica no se basa únicamente en atraer el prana al hogar, sino que debes aprender a dirigirlo para obtener los resultados que deseas.
Cuando practicas la limpieza interna, estás atrayendo prana hacia tu interior con la intención de que purifique todas tus capas energéticas y elimine las energías negativas acumuladas con el tiempo. Cada día acumulamos muchas y no podemos evitarlo, al igual que cada día nos ensuciamos y necesitamos ducharnos; también puedes optar por encerrarte en casa para evitar entrar en contacto con el exterior con la esperanza de no ensuciarte, pero tu cuerpo se ensuciará y tendrás que ducharte de todos modos. Por lo tanto, encerrarte en casa no es una solución para evitar ensuciar tu energía, ya que incluso tus pensamientos podrían ensuciarla y, a veces, incluso más que los demás. Por eso es importante que practiques la limpieza de la energía interna con mucha frecuencia. Esto te ayudará en gran medida a limpiar también la energía externa, es decir, la energía del entorno que frecuentas, pero sobre todo del lugar donde practicas la técnica de meditación y limpieza. De hecho, la meditación es una bomba de energía positiva que impregna todo el entorno en el que la practicas, por lo que es normal que tu sala de meditación se vuelva mucho más positiva y luminosa, incluso si nunca antes habías practicado la técnica de limpieza energética, porque en realidad siempre lo has hecho solo con meditar. Sin embargo, al practicar la técnica de limpieza, aumentas aún más el efecto y aceleras los resultados positivos. El hecho es que no tienes que esforzarte por llevar negatividad a tu habitación, poniendo a prueba la energía positiva pensando «¡Toma, ahora estaré triste durante un rato en mi habitación y veremos si la energía positiva consigue impedírmelo!», porque es obvio que si vuelves a pensar en negativo, tanto tu energía interna como la del entorno que frecuentas volverán a ensuciarse. Sin embargo, si eres coherente con las técnicas y con los hechos cotidianos, practicando la limpieza energética y comprometiéndote a no pensar negativamente mientras estás en casa, y durante todo el día, entonces el efecto positivo será mucho más visible.
Tu casa debe convertirse en tu lugar de relajación. Hasta ahora la has tratado como si fuera un almacén de programas, introduciendo en ella todos tus pensamientos y toda la energía posible. Sin saberlo, has seguido durante años volviendo a casa y trayendo contigo los problemas y los pensamientos negativos, descargándolos entre tus cuatro paredes y conservándolos en cada habitación. Es bueno ver tu casa como un lugar donde puedes ser tú mismo y dejar que tus emociones salgan al exterior, pero descargar toda tu ira y todas tus frustraciones en el mismo lugar donde comes, duermes y vives gran parte de tu vida solo puede traerte más problemas seguidos de sufrimiento. Tu casa debe convertirse en un lugar de bienestar, porque cuando vuelves a casa cansado del trabajo y abres la puerta, la energía debe acogerte, invadirte y regenerarte, debes sentirte como si acabaras de entrar en un lugar realmente positivo para ti, no al contrario: en casa debes sentirte mejor y no más cansado que antes. Te han acostumbrado a pensar que fuera de casa, cuando todos te ven, siempre tienes que ser perfecto, impecable, la mejor persona del mundo, y luego, cuando vuelves a casa, das lo peor de ti, convencido de que nadie te ve. Fuera de casa siempre tienes que estar sonriente, y luego, dentro de casa, estás enfadado con todo el mundo, tratas mal a tu familia y te castigas continuamente a ti mismo.
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El hogar debe ser el lugar donde te sientes renovado, donde estás deseando volver, no tanto para escapar de los problemas, sino para recuperar ese bienestar físico y mental que te ayudará a ser aún más fuerte que antes contra tus adversarios. Con mayor razón, en casa debes intentar ser positivo, no dejar que los pensamientos negativos entren en ti y no causar dolor a tus familiares por tu culpa. Para ello, debes ser consciente, pero también limpiar la energía interna y la del entorno.
El lugar donde meditas ya se limpia a través de la meditación, pero puedes aumentar su eficacia con la limpieza energética. Se podría pensar que una solución para conseguir dos efectos con un solo movimiento es meditar cada día en un lugar diferente de la casa, y no es una mala idea, pero cuando meditas lo que debe pasar a primer plano es el éxito de la meditación en sí, y no la limpieza e l de la casa. La limpieza del entorno durante la meditación es un efecto secundario, pero cuando meditas debes centrarte sobre todo en la intención de que la sesión de meditación salga bien. A fuerza de querer conseguirlo todo demasiado rápido, nos perdemos por el camino. Por lo tanto, en lugar de meditar cada día en un lugar diferente para purificar la casa y acabar sin meditar bien, concéntrate en meditar bien y, cuando puedas limpiar la casa, practica la técnica específica para la limpieza. Esto no significa que no puedas cambiar de lugar de meditación de vez en cuando, lo cual es una buena idea, pero debes recordar que cuando meditas, meditas, y cuando limpias la energía, debes limpiar la energía; no mezcles demasiado las cosas pensando en hacerlo rápido, porque la idea de hacerlo rápido no va de la mano con la evolución. Para limpiar la energía del ambiente en el que te encuentras, primero debes ocuparte de atraer el prana. No hace falta que te diga que para atraer el prana primero debes relajarte, concentrándote bien en la intención de calmar tu mente y entrar en contacto con la energía positiva. Para ayudarte, te explicaré paso a paso la técnica para limpiar la energía de la habitación en la que te encuentras; después podrás ampliarla a toda la casa. Tu habitación debe ser tu pequeño lugar de paz absoluta, pero no dejes que el resto de la casa se llene de negatividad. Por lo tanto, recuerda hacer de vez en cuando una limpieza energética más profunda también en el resto de la casa.
Practiquemos, pues, una sesión de limpieza energética del ambiente. Esta sesión durará entre 10 y 15 minutos aproximadamente, pero, por supuesto, puedes decidir que dure menos o más tiempo, dependiendo de la ocasión y de la necesidad de limpieza. recuerda que si la casa tiene mucha energía negativa, programas de peleas y tristeza, problemas de diversa índole, es mucho mejor practicar más y sufrir menos, que practicar menos por pereza y luego pasar los días peleando en familia o con problemas personales.
Puedes decidir si quieres estar sentado o tumbado, ya que no se trata de una meditación. Mi consejo es que alternes y practiques más a menudo sentado, ya que te concentrarás mejor.
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Empieza a relajarte... respirando prana en tu interior.
Para limpiar la energía de un lugar, primero respira prana dentro de ti.
Relájate y concéntrate únicamente en respirar prana.
Siente el prana blanco que entra en ti y limpia tu energía.
Ahora invoca la energía más pura y positiva que existe, directamente del universo.
Invítala y déjala entrar en tu casa.
Concéntrate especialmente en la habitación en la que te encuentras ahora, invocando la energía del universo dentro de tu habitación.
Visualiza la energía blanca y purísima que entra en tu habitación y se expande.
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Siente este puente que se crea entre la energía más pura y tu hogar, atrayéndola en grandes cantidades.
Respira prana... siéntete positivo, en paz, y con este sentimiento atrae energía positiva a tu habitación, para que también se convierta en un lugar de paz absoluta.
Sigue atrayendo prana a tu habitación, como si un océano de energía blanca entrara en ella.
Imagina que tu habitación explota de energía positiva, irradiando luz y pureza por todos lados.
Respira... y concéntrate en atraer tanta energía que la habitación se llene de una luz blanca como la nieve.
Visualiza la energía pránica expandiéndose por toda la habitación con la intención de purificarla.
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Siente la energía blanca y luminosa que disuelve cualquier programa negativo y lo sustituye por energía bella y positiva.
El prana sigue llegando y llenando tu habitación en abundancia.
Siente la sensación de plenitud.
Siente cómo tu habitación se llena de energía positiva, felicidad y alegría.
Expande la energía, siente cómo penetra en los muebles, en los objetos y, finalmente, en las paredes.
Siente cómo la energía blanca purifica todas las superficies, el mobiliario, limpiando cada rincón de tu habitación.
Ahora expande la energía por toda la casa.
Atrae el prana al interior de la casa y expándelo por todas las habitaciones, con la firme intención de limpiar la energía y disolver cualquier programa energético.
Abunda en energía pránica.
Relájate... por ahora puedes terminar aquí la sesión de limpieza.
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¿Cómo te sientes? Estoy segura de que te hubiera gustado continuar un poco más, y podrás repetir la sesión tantas veces como quieras. En este momento nos hemos centrado especialmente en tu habitación, pero será importante practicar para expandir la energía por toda la casa; por supuesto, puedes hacerlo sin necesidad de ir físicamente a otra habitación, pero si tienes la posibilidad, siempre que nadie te moleste mientras estás en casa, puedes practicar la técnica dirigiéndote físicamente al lugar en cuestión y sentándote allí. En ambos casos estará muy bien. Puedes practicar la técnica de limpieza energética en cualquier momento que desees, antes o después de la meditación, porque en ambos casos te sentará bien. Si decides practicarla antes de la meditación, limpiarás el lugar de energías negativas y te ayudará a comenzar una sesión de meditación mucho más ligera y relajante de lo habitual, ya que habrás reducido el nivel de negatividad y de energía baja que hay en la habitación. Si practicas la limpieza energética después de meditar, tendrás más energía, por lo que la limpieza tendrá un efecto mayor y más positivo en el entorno en el que te encuentras. Por lo tanto, en ambos casos obtendrás un efecto muy positivo, aún mejor si varías a menudo el orden de las dos prácticas. Aunque la practiques lejos de las sesiones de meditación, estará bien, ya que se trata de una técnica independiente y no necesariamente unida a la meditación. Para aumentar la eficacia y la duración de la limpieza energética, es muy importante que practiques la Protección energética al menos una vez al día, ¡todos los días! La Protección mantiene la energía limpia durante más tiempo porque mantiene las energías negativas fuera de tu hogar.
Muchos cometen el error de proteger solo su habitación y no toda la casa, lo mismo que limpiar solo la energía de su habitación y no la de todo el apartamento. Proteger solo tu habitación significa permitir que la energía negativa entre en tu casa y perturbe a tus familiares o te afecte a ti mismo mientras estás en otra habitación. La energía también debe limpiarse en toda la casa, porque limpiar solo tu habitación puede no ser suficiente para evitar que caigas en otros programas que tomarás mientras estás en otras habitaciones y los transportarás de nuevo a tu habitación. Por eso es importante que toda la vivienda esté protegida y limpia energéticamente, y no solo tu habitación. Protege toda la casa todos los días y, cuando puedas, limpia su energía; crea una burbuja protectora para ti, tu habitación y tu casa, porque así la negatividad tendrá cada vez menos posibilidades de entrar, hasta que consigas bloquearla en el exterior y le resulte extremadamente difícil entrar. Para conseguirlo, recuerda limpiar tu casa aunque la protejas siempre, porque la energía negativa también se crea a través de ti, cuando piensas en negativo o cuando entras en casa trayendo problemas del exterior. Recuerda también cortar los hilos para aumentar la duración de la protección. Cada vez que olvidas proteger tu casa, dejas que la negatividad tenga vías de entrada, por lo que también entrará en tu habitación a pesar de que creas haberla protegido. Cada vez que practiques la técnica de limpieza energética, intenta profundizar más y descubrir nuevos niveles, por ejemplo, entrando en los detalles de la casa, potenciando la purificación del ambiente incluso más allá de las paredes, el techo, el suelo, cada habitación de la casa, ¡incluso el baño! No creas que en el baño no pueden surgir energías negativas que podrían causarte daño: ¿cuántas veces has tenido miedo de ir al baño solo por la noche? Aquí tienes la respuesta: tenías miedo porque inconscientemente percibías que en el baño había energía negativa o alguna entidad que había logrado entrar gracias a la falta de protección en esa habitación. Protegiendo mejor tu casa y limpiando la energía de cada habitación, incluido el baño, el pasillo y los puntos de la casa que frecuentas poco, disminuirá tu miedo a esas zonas porque disminuirá el acceso de la negatividad y las presencias negativas. Aumenta la intensidad de la defensa y notarás una gran diferencia.
Cuéntame, más abajo, cómo te ha ido con esta técnica y cómo te has sentido después de practicarla. Si ya has obtenido resultados, compártelos aquí abajo para que tus compañeros también puedan comprender su eficacia y la importancia de ponerla en práctica.
Fin de la página 7 de 7. Si te ha gustado el artículo, comenta a continuación describiendo tus sensaciones durante la lectura o la práctica de la técnica propuesta.